¡®So Long, My Son¡¯ se postula al Oso de Oro

Andaba la 69? edici¨®n de la Berlinale moh¨ªna ante el desolador panorama de la secci¨®n a competici¨®n, cuando apareci¨® So Long, My Son, la nueva pel¨ªcula del director chino Wang Xiaoshuai, el realizador que se hizo popular en Occidente con La bicicleta de Pek¨ªn (2001), y habitual de este festival, donde ha ganado dos premios. Con So Long, My Son habr¨¢ resuelto las dudas del jurado que preside Juliette Binoche, que hasta ahora solo ten¨ªa para escoger o la francesa Gracias a Dios, de Fran?ois Ozon, u otra pel¨ªcula china, aunque rodada en Mongolia, ?nd?g, de Wang Quan¡¯an, el de La boda de Tuya -Oso de Oro en Berl¨ªn en 2007-, y que palpita alrededor de un poderoso personaje femenino.

En So Long, My Son, Wang describe la vida de un matrimonio durante tres d¨¦cadas en las que sufre diversas vicisitudes y desgracias. La pel¨ªcula no est¨¢ contada de forma lineal, sino que se estructura con numeros¨ªsimos flashbacks en sus 185 minutos. En su tramo final, el director revela un secreto de familia ¡ªque el espectador ve venir¡ª y otras sorpresas sentimentales que pillan con el paso cambiado a p¨²blico y protagonistas del drama. En ese juego formal de saltos adelante y atr¨¢s, Wang encuentra ecos en las acciones, crea atm¨®sferas emocionales que logran que el espectador vaya reconstruyendo el todo emocional del universo de una pareja que al final sabe que solo le queda el otro para atravesar la vida.

Wang Xiaoshuai pertenece a la denominada sexta generaci¨®n del cine chino, m¨¢s concienciada en lo social que sus predecesores. Por eso hay que estar atentos a los gui?os hist¨®ricos que concretan temporalmente la acci¨®n de So Long, My Son: los a?os de la pol¨ªtica del hijo ¨²nico, el advenimiento de un capitalismo salvaje... El acierto de Wang estriba en concretarlo en peque?as r¨¢fagas, resituarlo de los grandes n¨²meros a la vida diaria. Y en dejar fluir el trabajo de la pareja protagonista, los actores Wang Jingchun, que encarna a un hombre bondadoso aunque con sus miserias y su alcoholismo, sus sufrimientos y su silencio, y Yong Mei (actriz que aparec¨ªa en The Assassin), como una mujer contenida, a veces sobrepasada, siempre sincera. Su interpretaci¨®n, el uso muy ajustado de maquillaje y peluquer¨ªa para meramente subrayar su trabajo de envejecimiento sin grandilocuencias -que funciona porque el director apuesta m¨¢s por sus actores que por los prot¨¦sicos en una lecci¨®n que muchos otros cineastas deber¨ªan de aplicar- deja sin aliento.

Hoy viernes deber¨ªa de haberse exhibido un tercer filme chino, One Second, del venerado Zhang Yimou. Seg¨²n el festival, no le ha dado tiempo a rematar su posproducci¨®n. Seg¨²n revistas como Variety, la pel¨ªcula no ha obtenido el visto bueno del Gobierno para su exhibici¨®n en el extranjero, y por tanto no ha recibido el sello del drag¨®n dorado ¡ªcreado en 2017¡ª, aunque la censura s¨ª aprob¨® su rodaje. Y eso que Zhang -que en sus inicios estuvo internado en un campo de trabajo durante la Revoluci¨®n Cultural, antes de que le permitieran estudiar cine y convertirse en el primer realizador chino, con Sorgo rojo (1988), en ganar el Oso de Oro- es considerado hoy un cineasta del r¨¦gimen. Ese sello s¨ª refulge al inicio de So Long, My Son.