Hablando con la muerte

Cuando el coreano Kim Sang Man tuvo la afortunada idea de superponer, en su Midnight FM (2010), la temporalidad de un programa radiof¨®nico en directo con la de la cuenta atr¨¢s de un psic¨®pata en busca de venganza, probablemente no intu¨ªa que su hallazgo iba a convertirse en f¨®rmula. Desde entonces, pel¨ªculas tan diversas como Money Monster (2016), de Jodie Foster, o Call TV (2017), de Norberto Ramos del Val, han jugado a readaptar ese eficaz punto de partida al ¨¢mbito televisivo para elaborar, respectivamente, un eficaz ejercicio de suspense con alusiones a la crisis financiera y un burl¨®n juego de espejos metaficcional. Feedback, debut en la direcci¨®n de largos de Pedro C. Alonso, se suma al conjunto devolviendo la idea a su escenario de partida ¨Cel estudio radiof¨®nico- para ali?arlo con ligeros ecos del Hablando con la muerte (1988) que dirigi¨® Oliver Stone partiendo de la obra teatral de Eric Bogosian.

Eddie Marsan da vida en Feedback a Jarvis Dolan, locutor de un programa radiof¨®nico de corte pol¨ªtico que, en el Reino Unido del Brexit, se ha convertido en diana de reiteradas amenazas de la extrema derecha. La irrupci¨®n de dos enmascarados en el control del espacio durante la emisi¨®n del programa pondr¨¢ en marcha el dispositivo inaugurado en su d¨ªa por Midnight FM, pero, en esta ocasi¨®n, lo que parec¨ªa f¨®rmula infalible acaba delatando o bien su fecha de caducidad, o bien un manejo m¨¢s bien err¨¢tico. Para empezar, cuando la historia empieza a manejar conceptos de ¨²ltima hora como quien siembra neur¨®ticamente de hashtags una foto en Instagram ¨CBrexit, fake news, #MeToo-, resulta leg¨ªtimo preguntarse si Alonso, director y coguionista junto a Alberto Marini, tiene claro de qu¨¦ quiere hablar realmente.

Al llegar al desenlace, donde el espectador no tiene otro remedio que asumir el relato como la historia de la supervivencia amoral de un arribista, queda claro que Feedback no ha pretendido otra cosa que ser antes una pel¨ªcula de efecto que de discurso. En su desarrollo, las dosis de truculencia han sido tan generosas como inveros¨ªmil resulta ese directo con tan poco apego al micro.