The Zara¡¯s, los navarros que conquistaron Las Vegas
Un disco rescata toda la producci¨®n musical de la banda, entre 1960 y 1976
En 1969, el conjunto The Zara¡¯s firm¨® un contrato en exclusiva con el Sahara Hotel de Las Vegas. Un hecho poco rese?able de no ser porque el grupo estaba compuesto por cinco hermanos de Tafalla que hab¨ªan abandonado su Navarra natal para recorrer los escenarios de medio mundo hasta asentarse en Estados Unidos. ¡°En el Sahara estuvimos cinco a?os porque cuando un hotel casino de Las Vegas descubr¨ªa un artista, buscaba exclusividad. Te ayudaban a establecerte, te hac¨ªan promoci¨®n y quer¨ªan recuperar la inversi¨®n¡±, comenta Marino Zaratiegui por correo electr¨®nico desde Miami, donde vive desde la disoluci¨®n de la banda.
¡°El Sahara nos extendi¨® el contrato un a?o m¨¢s, pero para entonces algunos ya ten¨ªan hijos, varios nos hab¨ªamos comprado casas... As¨ª que, el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias de 1976, hicimos nuestra ¨²ltima actuaci¨®n en un Supper Club de Dayton llamado Suttmillers¡±, recuerda Marino. M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, la compa?¨ªa Madmua Records ha publicado The Zara¡¯s. 1960-1976, vinilo de 10 pulgadas que recupera varios ¨¦xitos del grupo, extra¨ªdos de los seis elep¨¦s, un EP y varios singles que editaron en su carrera.
¡°Cuando le propusimos a Marino reeditar las canciones, su reacci¨®n fue de incredulidad¡±, relata Joan F. Losilla, de Madmua. ¡°Pero al ense?arle anteriores referencias del sello, capt¨® ese romanticismo y pasi¨®n por la m¨²sica que compartimos. Desde ese momento, todo fueron facilidades por su parte y la de sus hermanos¡±.
The Zara¡¯s eran, adem¨¢s de Marino, Paquita, Jes¨²s, Vicente ¡ªToto, para sus familiares¡ª y Anita. Sus inicios en el mundo de la m¨²sica se remontan a su infancia en Tafalla, cuando su padre, Vicente Zaratiegui, m¨²sico aficionado que tocaba la guitarra en Los Macanudos, decidi¨® que sus hijos se dedicaran al espect¨¢culo como modo de superar la muerte de la madre y salir adelante tras la quiebra del negocio familiar.
¡°Se daba cuenta de lo f¨¢cil que aprend¨ªamos y ejecut¨¢bamos partituras y, a pesar de las dificultades, nos sac¨® adelante con la esperanza de que triunfar¨ªamos. A?os m¨¢s tarde, cuando ya est¨¢bamos encaminados, volvi¨® al pueblo y abri¨® una escuela de guitarra para j¨®venes¡±, explica Marino. Recuerda adem¨¢s que su padre, en su empe?o porque prosperaran, quien decidi¨® llev¨¢rselos fuera de Espa?a. Primero, a la costa vasco francesa y, m¨¢s tarde, a Par¨ªs. ¡°Como ¨¦ramos menores de edad, en Par¨ªs no pod¨ªamos actuar demasiado y nos dedicamos a estudiar. Fuimos a Mil¨¢n, a la famosa escuela de acorde¨®n Anzaghi y, al regresar a Par¨ªs, Gilbert B¨¦caud nos present¨® como sus teloneros. Despu¨¦s vendr¨ªan Yves Montand y Charles Aznavour¡±.
El punto de inflexi¨®n en la carrera de The Zara¡¯s se produjo cuando Vicente compr¨® a sus hijos una guitarra el¨¦ctrica y un ¨®rgano Farfisa, al que siguieron otra guitarra, una bater¨ªa y un contrabajo. En unos meses, los hermanos organizaron un repertorio de rock que interpretaban en las bases estadounidenses en Europa. ¡°Las bases eran como ir a un mundo del futuro. Todo era nuevo, moderno, abundante y el p¨²blico era el m¨¢s entusiasta que hab¨ªamos tenido. Adem¨¢s, mientras que antes los estudios eran aburridos, el rock and roll nos gustaba o¨ªrlo y tocarlo¡±.
Durante su periplo europeo, The Zara¡¯s comparti¨® giras con Petula Clark, Sacha Distel, Johnny Hallyday, Sammy Davis Jr., Herman's Hermits y Brenda Lee. Compusieron sus propios temas, grabaron discos y, un buen d¨ªa, surgi¨® la posibilidad de debutar en Estados Unidos. ¡°El 26 de marzo de 1969 aterrizamos en Nueva York, pero el contrato que ten¨ªamos con The Chateau Supper Club de Cleveland, y con el cual conseguimos los visados, era inv¨¢lido, porque la sala hab¨ªa cerrado¡±. Sin embargo, arreglaron su sit
Aunque estaban sin trabajo y sus ahorros disminu¨ªan r¨¢pidamente, los Zaratiegui nunca se plantearon tirar la toalla. Tras hacer una audici¨®n para actuar en el Hotel Americana, el mismo en el que estaban alojados, fueron contratados y, adem¨¢s de legalizar su situaci¨®n en el pa¨ªs, iniciaron una gira por diferentes establecimientos que la cadena hotelera ten¨ªa en Puerto Rico, Miami y Bahamas, hasta que lleg¨® la oferta del Sahara Hotel.
En Las Vegas conocieron a Elvis, Sinatra y vivieron la ¨¦poca dorada de los hoteles casino: tocaban 40 semanas por a?o con un buen sueldo y disfrutaban de tres meses libres para viajar y actuar en otros lugares. ¡°Algunos de los mejores ratos los pasamos viajando y nunca result¨® dif¨ªcil trabajar en familia. Mi padre manten¨ªa una disciplina de horarios de estudios y, en los descansos, nos cocinaba, nos contaba historias del pueblo, de las tradiciones y, aunque nos est¨¢bamos criando fuera, dec¨ªa que la meta era volver a Tafalla¡±.
Salvo visitas puntuales, The Zara¡¯s no volvieron a Navarra. Prefirieron quedarse en Estados Unidos donde hab¨ªan echado ra¨ªces y ten¨ªan prestigio profesional. Marino fue manager personal de Peter, Paul & Mary y Natalie Cole; Paquita, dise?adora del vestuario del grupo, abri¨® una boutique en Las Vegas y visti¨® a artistas que actuaban en los casinos; Toto mont¨® un estudio de grabaci¨®n y sigui¨® haciendo giras con Anita, que falleci¨® en un accidente de circulaci¨®n. Tambi¨¦n falleci¨® Jes¨²s, que hab¨ªa llegado a ser jefe de mantenimiento del principal hospital de Las Vegas. Ahora, Madmua Records ha rescatado su asombrosa historia y, de alguna forma, ha vuelto a reunir a los cinco.
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