Contagioso triunfalismo
Francisco de Manuel cort¨® una oreja de poco peso a una noble novillada de Fuente Ymbro
La novillada inaugural de la temporada vente?a comenz¨® con los mejores augurios: el primer novillo acudi¨® de largo al caballo, meti¨® la cara en el peto y empuj¨® hasta las tablas mientras el picador H¨¦ctor Vicente se agarraba en todo lo alto, como manda la ley.
Pero fue solo un suspiro. Sus hermanos de camada no estuvieron a la altura, y, si bien tuvieron prontitud en sus encuentros con los picadores, no destacaron por su brava pelea. Despu¨¦s, la novillada de Fuente Ymbro desarroll¨® cualidades: galop¨® en banderillas y fue noble en la muleta, pero la falta de fortaleza y la escasez de casta impidieron que la ilusi¨®n primera deviniera en una emocionante realidad.
Una larga cambiada de rodillas en el tercio fue el primer capotazo del a?o; y su autor el novillero Rafael Gonz¨¢lez, que se march¨® de la plaza tan en silencio como lleg¨®; no pudo captar la atenci¨®n del tendido ante su primero, blando y con escasa movilidad, y repiti¨® la faena ante el cuarto, tan soso como el animal.
FUENTE YMBRO/GONZ?LEZ, T?LLEZ, DE MANUEL
Novillos de Fuente Ymbro, correctos de presentaci¨®n, cumplidores en el caballo, nobles, sosos y blandos.
Rafael Gonz¨¢lez: pinchazo y estocada (silencio); estocada ca¨ªda (silencio).
?ngel T¨¦llez: media estocada _aviso_ y un descabello (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda _aviso_ (silencio).
Francisco de Manuel: estocada _aviso_ (oreja); estocada (ovaci¨®n).
Plaza de Las Ventas. 24 de marzo. Novillada inaugural de la temporada. Un tercio de entrada (8.432 espectadores, seg¨²n la empresa).
A su lado, ?ngel T¨¦llez, que toma la alternativa el 7 de abril en Guadalajara, y dijo ser un aspirante con oficio y con buenas maneras. Y el tercero, Francisco de Manuel, pase¨® una oreja de su primer oponente.
Pero no fue un festejo divertido; mejor dicho, no fue interesante y no se diga emocionante. La soser¨ªa de los novillos contribuy¨® sobremanera, pero aportaron lo suyo los chavales, con escaso misterio en sus mu?ecas, y pesados, muy pesados, como aprenden de las figuras actuales.
As¨ª y todo, De Manuel cort¨® una oreja por una faena irregular, con destellos de calidad por ambas manos al tercero, el novillo de m¨¢s movilidad. Lo hab¨ªa recibido de salida con tres aceptables ver¨®nicas, lo banderille¨® mal, escuch¨® un aviso y, cuando cay¨® su oponente, la sensaci¨®n reinante es que el torero posee buena condici¨®n, pero nada m¨¢s. Pues le pidieron el trofeo y se lo concedieron, cuando, en verdad, su labor era merecedora de una ovaci¨®n y saludos desde el tercio, que para algo esta es la plaza m¨¢s importante y debe ser la m¨¢s exigente.
La ovaci¨®n la recogi¨® tras la muerte del sexto, ante el que amag¨® con volver a coger los palos, pero el p¨²blico se lo recrimino para que pusieran las banderillas dos artistas como Iv¨¢n Garc¨ªa y Fernando S¨¢nchez, que los llevaba en la cuadrilla. El primero puso un gran par y fall¨® en el segundo; y S¨¢nchez tampoco se pudo lucir; pero los espectadores aplaudieron y aplaudieron hasta obligar a Garc¨ªa a desmonterarse a pesar de su resistencia, sabedor de que su labor no era merecedora de premio.
Pero as¨ª est¨¢n las cosas. Hace tiempo que el triunfalismo ha asaltado las plazas de toros y Las Ventas no iba a ser menos. Ni De Manuel debi¨® pasear una oreja ni era justo el saludo de Iv¨¢n Garc¨ªa, pero¡
Se nota que ?ngel T¨¦llez es un torero cuajado para la alternativa. Posee recursos y gusto en el manejo de los enga?os. Se le alej¨® el triunfo ante su primer novillo, de buen son, por su ins¨ªpida dulzura y porque el torero alarg¨® la faena hasta el bostezo. Tropez¨® en la misma piedra ante el complicado quinto, y tuvo el detalle poco torero de mendigar unas palmas cuando arrastraron a su oponente.
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