La dimensi¨®n desconocida

La esquina desde la que autores como Rod Serling, Richard Matheson, Franz Kafka, Pere Calders o Quim Monz¨® han observado la realidad para detectar, en su centro, un punto de reveladora extra?eza no debe de situarse muy lejos de la esquina desde la que Esteve Soler descifra el actual estado de las cosas para situarse a la contra de esos valores absolutos que han ido perdiendo su significado. Las ideas que finalmente fueron nutriendo la trilog¨ªa de piezas teatrales que convirti¨® a Soler en exportable autor revelaci¨®n de la escena teatral ¨CContra el progreso, Contra el amor, Contra la democracia, bautizadas extraoficialmente como la Trilog¨ªa Indignada- hab¨ªan nacido en su d¨ªa en forma de relato breve: unos textos que por aquel entonces no encontraron editor y cuya publicaci¨®n en el volumen En contra. 23 contes teatralitzats (Edicions 3 i 4) vino finalmente impulsada por el imponente ¨¦xito de su transubstanciaci¨®n esc¨¦nica. Si las ideas de Soler han sido capaces de viajar felizmente a trav¨¦s de diversos idiomas y contrastadas concepciones esc¨¦nicas, la pel¨ªcula 7 razones para huir demuestra que tambi¨¦n son capaces de sobrevivir, con mayor o menor eficacia, a radicales cambios de lenguaje art¨ªstico.

Codirigida por el propio Soler junto a los tambi¨¦n debutantes Gerard Quinto y David Torras, 7 razones para huir adapta siete relatos identificados, un poco a la manera monzoniana, por un ep¨ªgrafe abstracto ¨CFamilia, Solidaridad, Orden, Propiedad, Trabajo, Progreso y Compromiso- dentro de una pel¨ªcula de sketches que parece preferir el espejo de los Relatos salvajes (2014) de Dami¨¢n Szifron que el de las pel¨ªculas que Ventura Pons dedic¨® a los cuentos del autor de El per qu¨¨ de tot plegat. La fotograf¨ªa de Gabriel Campoy subraya que el tono dominante es el de la comedia macabra y negr¨ªsima de sustrato cotidiano y punto de fuga surrealista.

En el conjunto conviven piezas capaces de convocar una inabarcable inquietud mediante elementos m¨ªnimos ¨Cla pesadilla del piso n¨²mero 7- con desenlaces un tanto perezosos ¨Cel selfie al final de la agon¨ªa-, pero el reparto siempre acude al rescate de cada desliz conceptual. Que la pieza peor articulada ¨Cy la m¨¢s condicionada por la elementalidad de su mensaje- cierre el recital no hace justicia a un conjunto donde brillantez (la emanaci¨®n cat¨®dica de un refugiado), crueldad (la familia que aligera personal) e incluso una rara poes¨ªa (los pies de los ahorcados) se dan un (helado) apret¨®n de manos.