Y despu¨¦s del portazo de Nora, ?qu¨¦ pas¨®?

Hace 140 a?os el dramaturgo noruego Henrik Ibsen remat¨® su obra Casa de mu?ecas con uno de los finales m¨¢s contundentes de la historia del teatro: el portazo con el que la protagonista, la perfecta esposa Nora, abandona a su familia y deja atr¨¢s su postiza vida burguesa. Un instante ic¨®nico para el feminismo alrededor del cual han corrido r¨ªos de tinta y muchas especulaciones. ?Qu¨¦ hizo Nora tras su fuga? ?Qu¨¦ fue de su marido? ?Y sus hijos?

El autor estadounidense Lucas Hnath se atrevi¨® en 2017 a dar respuesta a estas preguntas en una nueva obra que da continuidad a la de Ibsen. Imagin¨® una Nora que se convierte en escritora y que vuelve a casa 15 a?os despu¨¦s para pedir los papeles del divorcio. Imagin¨® tambi¨¦n el desconcierto del marido abandonado, el rencor de una hija y los reproches de la criada que se ocup¨® de su crianza.

El desaf¨ªo era tremendo, en pleno auge del movimiento feminista en Estados Unidos, pero Hnath sali¨® m¨¢s que bien parado: Casa de mu?ecas. Segunda Parte se estren¨® enseguida en Broadway y se convirti¨® en la sensaci¨®n de la temporada. Tanto es as¨ª que no ha tardado en ser traducida en otros pa¨ªses, entre ellos Espa?a. Nada menos que dos producciones se han puesto en marcha esta temporada aqu¨ª: una en espa?ol, retitulada como La vuelta de Nora, y otra en catal¨¢n, Casa de nines, 20 anys despr¨¦s.

La vuelta de Nora se estren¨® el pasado octubre en Alicante y despu¨¦s emprendi¨® una gira por Espa?a que har¨¢ parada en el teatro Bellas Artes de Madrid durante dos meses a partir del 25 de abril. Dirigida por Andr¨¦s Lima, est¨¢ protagonizada por Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Roberto Enr¨ªquez, Mar¨ªa Isabel D¨ªaz Lago y Elena Rivera. ¡°Se trata de un material teatral brutal, de conflictos potentes y muy conectado con nuestra realidad¡±, explica S¨¢nchez-Gij¨®n, que encarna a Nora en esta versi¨®n.

Cuenta esta actriz que ha tenido que tirar mucho de imaginaci¨®n para abordar su personaje. ¡°El autor apenas da unas pinceladas de lo que ocurri¨® en esos 15 a?os. Me he tenido que imaginar lo que significa estar dos a?os en silencio, como se apunta en la obra, apartada del mundo y en absoluta soledad. Me la imagino volviendo al pueblo a espiar a sus hijos en el parque, tambi¨¦n los intentos de suicidio. Su portazo fue toda una lecci¨®n de vida para sobrevivir, pero la renuncia y el sufrimiento causado por ello es monumental. Se ha convertido en una exitosa escritora feminista, pero para eso se ha tenido que esconder tras un seud¨®nimo¡±, resume la int¨¦rprete.

La versi¨®n catalana se estrenar¨¢ en junio en el teatro Romea de Barcelona con direcci¨®n de S¨ªlvia Munt y un reparto formado por Emma Vilarasau, Ramon Madaula, Isabel Rocatti y J¨²lia Truyol. ¡°Me planteo la puesta en escena como un ring de boxeo en el que cada personaje va esgrimiendo su relato. Se despliegan as¨ª cuatro maneras muy distintas de entender la vida, la familia, la libertad, que se contraponen y ofrecen una reflexi¨®n cargada de matices sobre temas que est¨¢n todav¨ªa est¨¢n pendientes hoy. A las mujeres todav¨ªa hoy nos cuesta escucharnos a nosotras mismas, encontrar nuestra propia voz, igual que le ocurre a la protagonista de Ibsen. Y todav¨ªa, como ella, muchas tienen que pagar un precio demasiado alto por su libertad¡±, opina la directora.

La ¨¦poca de los portazos a¨²n no ha terminado. ¡°Lo ideal ser¨ªa que ya no fueran necesarios, pero creo que todav¨ªa estamos en esa fase¡±, opina Munt. ¡°Es verdad que desde que se escribi¨® Casa de mu?ecas las mujeres hemos avanzado con pasos de gigante, que vivimos un momento de conciencia y explosi¨®n magn¨ªficos, pero todav¨ªa tenemos un techo, un l¨ªmite que no acabamos de romper. La sociedad no est¨¢ preparada para evolucionar a la velocidad que nosotras necesitamos¡±, subraya S¨¢nchez-Gij¨®n, preocupada por el ascenso de la extrema derecha. "De repente se escuchan voces reaccionarias y te das cuenta de que no puedes bajar la guardia. Debemos frenar estos movimientos desde la raz¨®n y la defensa de los valores solidarios¡±.

Las Juanas m¨¢s transgresoras de la historia

ROC?O GARC?A

Lo que lanza Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n (Roma, 1968) en su tranquila casa en el centro de Madrid, alejada de ruidos y bullicios, es un grito, sereno y robusto a la vez, de su inmenso amor al teatro. ¡°El teatro es el tronco y la ra¨ªz de mi ¨¢rbol. Es lo que me ha construido como actriz y como persona. Aunque suene parad¨®jico, el escenario es el lugar donde m¨¢s en peligro y m¨¢s a salvo me encuentro. Me siento en una situaci¨®n de riesgo enorme cuando voy a salir a escena, tengo la sensaci¨®n de que eso me puede incluso destruir, pero al mismo tiempo es lo que me salva cada d¨ªa y por eso necesito volver, volver y volver. Es un reto que no tiene fin para m¨ª. El teatro es la mejor manera que he encontrado de vivir el presente, aqu¨ª y ahora¡±, dice la actriz.

Tras interpretar a Nora esta temporada, el pr¨®ximo octubre asumir¨¢ el reto de bailar por primera vez en un escenario. Lo har¨¢ junto al core¨®grafo Chevi Muraday en Juana, un espect¨¢culo que mezcla texto y danza y que se nutre de las voces de las Juanas m¨¢s transgresoras de la historia: sor Juana In¨¦s de la Cruz, Juana de Arco, Juana la Loca, la papisa Juana o la Juana bolivariana. "Todas esas Juanas que rompieron el molde y se salieron de la casilla que les hab¨ªan asignado", asegura S¨¢nchez-Gij¨®n, que interpretar¨¢ y bailar¨¢ a todas estas mujeres.

La actriz est¨¢ exultante. ¡°Quiero bailar, hazme bailar¡±, recuerda que le dijo ella a Chevi Muraday. ¡°Ten cuidado con lo que dices porque se puede hacer realidad¡±, le contest¨® el bailar¨ªn, premio Nacional de Danza 2006. ¡°Es la primera vez que bailar¨¦. No tengo formaci¨®n en danza y ya he cumplido 50 a?os. Me duele el hombro, tengo tendinitis, pero todo esto est¨¢ por encima de mi necesidad acuciante de utilizar mi cuerpo para expresarme. Hay algo de esfuerzo y disciplina, de lenguaje desconocido que me supone ese reto y ese v¨¦rtigo que busco siempre¡±, a?ade la int¨¦rprete.

Juana se estrenar¨¢ el pr¨®ximo mes de octubre en Valladolid, para despu¨¦s pisar el escenario de la sala grande del Teatro Espa?ol de Madrid y salir de gira.