Balada de juventud
La nueva novela de Ray Loriga es una historia triste y desesperanzada sin m¨¢s dramatismo que el esencial
Iba leyendo la nueva novela de Ray Loriga, S¨¢bado, domingo, y a la vez me acordaba de unas palabras de la escritora mexicana Elena Poniatowska a prop¨®sito de Rendici¨®n, la novela con la que el escritor madrile?o se alz¨® con el Premio Alfaguara de 2017. Dec¨ªa as¨ª: ¡°A veces pienso que Ray Loriga no quiere provocar nada en el lector de tan comprensible y directa su escritura¡±. Me parece que ah¨ª hay un elemento crucial en la narrativa del autor de H¨¦roes, esa aparente indiferencia hacia el lector, ese narrar como si lo hiciera desde la perspectiva de una novela escrita por Albert Camus, una cierta distancia de los materiales humanos que va incorporando en su relato, pero que al final va calando muy hondo en quien va leyendo. Para entender cabalmente esto que digo, hay que leer o releer Lo peor de todo (1992). Ah¨ª ya est¨¢ configurada toda la po¨¦tica de Ray Loriga. Elena Poniatowska hablaba tambi¨¦n de ¡°sencillez cristalina¡±. Con esta sencillez, nuestro autor acomete S¨¢bado, domingo. Y lo hace ahora muy lejos de la amarga y apocal¨ªptica mirada de Rendici¨®n.
La novela se divide en dos secciones, o mejor dicho en dos d¨ªas, un s¨¢bado de 1988 y un domingo de 2013. En el primero, quien nos relata esta historia es un adolescente que no sabe dar un paso sin su amigo Chino, un tipo muy seguro de s¨ª mismo y demoledoramente exitoso con las chicas. Ambos viven en urbanizaciones de clase media y alta. Chino, que me record¨® bastante a algunos personajes de la ¨²ltima novela de Esther Garc¨ªa Llovet, S¨¢nchez, garbea por las calles con car¨ªsimos coches y bebe como un cosaco. Junto a ellos encontramos a Gini, prima del narrador. Una noche los amigos se van de copas a un bar y conocen a Fernanda, una chica guapa y r¨¢pidamente seducida por el Chino. Luego los tres se van a casa del Chino y ah¨ª pasa algo extra?o que nuestro narrador no desvelar¨¢ hasta bastantes a?os m¨¢s tarde, cuando ya es un adulto y tiene una hija adolescente.
Ponga atenci¨®n el lector en Gini, una chica muy preparada y dispuesta a irse a Par¨ªs a estudiar. Un d¨ªa conoce a un extranjero y se casa. Se divorcia varias veces, mientras se convierte en una novelista de ¨¦xito. Ponga atenci¨®n tambi¨¦n el lector a la relaci¨®n del narrador con Gini. Un verdadero ejercicio de sensualidad desatada. Mientras, el recuerdo de aquel s¨¢bado en el narrador sigue martillando sus remordimientos por unos sucesos que hasta el final no se conocer¨¢n con precisi¨®n.
Sin m¨¢s dramatismo que el esencial, sin m¨¢s escritura que la necesaria para contarnos una historia que se acerca bastante a una bella balada. Triste y desesperanzada. Y ello lo logra Ray Loriga con la fuerza de su instinto narrativo, el mismo que lo alienta desde sus primeras novelas. Les aseguro a los lectores de esta conmovedora novela (a pesar de los esfuerzos que hace su autor de que no lo sea) que desear¨¢n haber tenido una prima como Gini. Terriblemente l¨²cida, incluso cuando se equivoca. Se merec¨ªa que Ray Loriga hubiera titulado su novela con su nombre.
S¨¢bado, domingo. Ray Loriga. Alfaguara, 2019 200 p¨¢ginas. 18,90 euros.
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