Laboratorio de ideas
El artista Armando Andrade Tudela despliega en el CA2M un sofisticado trabajo visual con m¨²ltiples referencias a la historia, la pol¨ªtica y la cultura popular
Rastros y reflejos. Con estas palabras clave y unos cubrezapatos desechables podemos adentrarnos en las plataformas creadas para sostener la familia de obras dispuestas por Armando Andrade Tudela (Lima, 1975) de la mano del comisario, y tambi¨¦n artista, Daniel Steegmann. Las gu¨ªas conceptuales y los protectores del calzado comparten labor: adherir en una superficie resbalosa. Autoeclipse es un enga?o dentro de otro. Un metamuseo que dialoga con experiencias de Diego Bianchi (aunque sin ser tan juguet¨®n ni sucio) o de Iosu Aramburu (con mayor y m¨¢s variado discurso). En el interior del CA2M, Andrade construye dos espacios reflectantes en cuyo fulgor titilan renglones de luces. El suelo y las paredes adquieren un aspecto l¨ªquido, que sintoniza con la confusi¨®n del estado temporal sobre un fondo negro. El espectador puede acercarse, rodear o escuchar cada una de las obras dispuestas de forma aparentemente arbitraria en las plataformas, y despu¨¦s consultar unos archivadores sobre unas mesas, o viceversa.
El resultado var¨ªa. En el caso primero, la variedad de los materiales utilizados/reutilizados para componer esculturas inacabadas o mal acabadas, junto con las telas en desorden y los archivos de audio da?ados, le convertir¨¢ en visitante de un laboratorio de arte experimental fracasado, en un taller de proyectos imposibles e inacabados. Si opta por lo segundo, el visionado de fotograf¨ªas manipuladas o manchadas por accidentes acontecidos en el taller del artista le trasladar¨¢ a una dimensi¨®n abstracta que se liga a lo personal. En las instant¨¢neas aparecen estudiantes de arte de origen latinoamericano posando frente a sus esculturas, de raigambre europea o estadounidense.
Todas las pistas nos llevan al frustrado sue?o de la modernidad peruana, cuya utop¨ªa qued¨® eclipsada por acci¨®n de los astros: los poderes empresariales y las ambiciones pol¨ªticas. Anteriores trabajos de Andrade, como UNSCH/Pikimachay (2012), fortalecen esta interpretaci¨®n. La actual muestra congrega algunos de los m¨¢s recientes hallazgos del artista, siempre interesado, tanto en el continente como en el contenido, en la dicotom¨ªa pulcritud-torpeza. Las dos peque?as salas que ocupan una de las plantas del centro de arte funcionan como escape rooms en los que los jugadores, sin l¨ªmite de tiempo, persiguen los reflejos de las personas y los objetos art¨ªsticos incluidos en los documentos de los archivadores, identificando similitudes en las absurdas instalaciones compuestas por telas, alfombras, desperdicios industriales, maquetas de arquitecto o fetiches de posible finalidad ritual. Hay tambi¨¦n rastros de otras aventuras del artista, incluso de una primera fase de Autoeclipse en el CRAC de Alsace, con otra compa?¨ªa curatorial, Elfi Turpin, y definitivamente, una frecuencia diferente. En aquella ocasi¨®n, titulada On Working and Then Not Working, aun mostrando las mismas obras, la ausencia de galer¨ªas amplias y aut¨®nomas y de una escenograf¨ªa grupal disminu¨ªa las opciones interpretativas. En M¨®stoles, si bien es cierto que el aspecto performativo se limita a visitas coreografiadas puntuales, la narrativa eclosiona y se atomiza, permitiendo un recorrido mental y f¨ªsico, ca¨®tico y especulativo.
Armando Andrade Tudela. Autoeclipse. CA2M. M¨®stoles (Madrid). Hasta el 15 de septiembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.