¡°Repetir frases filos¨®ficas burdas en las redes no es hacer filosof¨ªa¡±
El argentino Dar¨ªo Sztajnszrajber, todo un fen¨®meno de la divulgaci¨®n filos¨®fica, presenta su nuevo libro en Madrid
Tras media vida dedicado a la docencia, un profesor argentino de Filosof¨ªa que gustaba de usar m¨¦todos heterodoxos para que la materia ¡°generara erotismo, deseo, ganas de engancharse¡±, recibi¨® un encargo de una de sus alumnas de posgrado. Ella trabajaba en un canal de televisi¨®n de reciente creaci¨®n y le propuso desarrollar un programa sobre filosof¨ªa (Mentira la verdad, que tiene ya 52 cap¨ªtulos). ¡°Ah¨ª fue cuando estall¨® todo¡±, cuenta Dar¨ªo Sztajnszrajber (Buenos Aires, 1968) en la Casa de Am¨¦rica, en Madrid, donde, tras quitarse la chaqueta el periodista descubre que lleva una camiseta negra bordeada con un cuello blanco, como si fuera un alzacuellos. El hombre que ha sacado la filosof¨ªa de las aulas y generado un boom filos¨®fico en Argentina habla de su libro superventas, Filosof¨ªa en once frases (Ariel), donde, de S¨®crates a Marx, propone a trav¨¦s de una trama novelesca un viaje (¡°o una deconstrucci¨®n¡±) por la historia de la filosof¨ªa.
Pregunta. Las instituciones, tanto en Espa?a como en Argentina, parecen querer enterrar la filosof¨ªa. Sin embargo ?siente que la gente tiene hambre de esa materia?
Respuesta. S¨ª. La filosof¨ªa empieza a tener mayor difusi¨®n y circulaci¨®n fuera de los formatos institucionales tradicionales, en los m¨¢rgenes. Es interesante esa vuelta.
P. Cuando habla de m¨¢rgenes entiendo que habla de redes, de Youtube, de Twitter¡ ?Pueden de verdad estos canales ser un baluarte del pensamiento emancipador? Parecen m¨¢s bien la concreci¨®n de una hegemon¨ªa.
R. Obvio, obvio, lo que a m¨ª me pasa es que yo no quiero restringir la filosof¨ªa a un ¨²nico lenguaje. Tu pregunta surge porque permanentemente me preguntan por la relaci¨®n de filosof¨ªa y redes. No es el ¨²nico lugar ni el mejor. Es parte del proceso ver de qu¨¦ modo en las redes puede generar su ocasi¨®n. Si hacer filosof¨ªa en las redes es repetir frases filos¨®ficas burdas, no es filosof¨ªa. En formatos como Twitter, poner un ensayo en dos millones de tuits no es filosof¨ªa. Hay que encontrar c¨®mo provocar desde su propio lenguaje. Hay que retomar lo originario. La filosof¨ªa no se hace preguntas para encontrar respuestas. Las hace para cuestionar las respuestas establecidas. No resuelve problemas, los crea donde se nos dice que no hace falta.
P. De las 11 de su libro, ?cu¨¢l dir¨ªa que es su frase favorita?
R. Mmmm¡. Dir¨ªa que la de San Agust¨ªn: ¡°Ama y haz lo que quieras¡±. Es como muy extra?a; si no se sabe el contexto dir¨ªamos que propone una sociedad posmonog¨¢mica (risas). Y es lo contrario, claro. Pero esa frase sacada de contexto... En realidad es un poco el juego del libro: explicamos la frase en su contexto, luego rompemos ese contexto.
"El 'todo lo s¨®lido se desvanece en el aire', de Marx, nos instala en la modernidad"
P. ?Y la que mejor define el mundo actual?
R. Las ¨²ltimas cuatro. ¡°Todo lo s¨®lido se desvanece en el aire¡±, de Marx, que nos instala en la modernidad. O sea, no hay nada d¨®nde aferrarse, es dif¨ªcil entendernos en un mundo tan fren¨¦ticamente cambiante. La de Nietzsche, claro: ¡°Dios ha muerto¡±. Que m¨¢s que a Dios apunta a un fundamento que ordene la realidad. Y si no hay fundamento tambi¨¦n estamos a la deriva. Y esa deriva puede ser emancipadora. Nos hace pelearnos contra lo que otros erigen.
P. Luego estar¨ªa la de Jacques Derrida: ¡°Nada hay fuera del texto¡±.
R. Claro, es entender que nuestra experiencia subjetiva siempre depende del lenguaje. No solo somos lo que narramos sino que somos narrados por otros. Y por ¨²ltimo la de Foucault: ¡°Donde hay poder hay resistencia¡±, que nos obligan a dise?ar resistencias que no sean funcionales al poder. Porque muchas veces es el poder el que necesita crear resistencias para poder seguir expandi¨¦ndose. Si la resistencia est¨¢ al servicio del poder, hay que repensar c¨®mo escapar a la l¨®gica del poder.
P. ?Pero se le ocurre alguna resistencia que en este mundo no sea ¨²til al sistema?
R. Hoy la filosof¨ªa de g¨¦nero es un puntal. Marca una vanguardia. Creo que es como una s¨ªntesis de estas ¨²ltimas cuatro frases. Tiene mucho de Derrida, de Foucault, de Marx y de Nietzsche.
P. Pero en el sentido de que todo poder crece, se expande, contra una resistencia, ?no cree que la ideolog¨ªa de g¨¦nero pueda servir al poder?
R. Creo que es la que m¨¢s logra desmarcarse. Y hay una intenci¨®n de pensarse en su lugar en la obra de Judith Butler o Paul B. Preciado. Me parece que hay una invocaci¨®n a salir. Pero el tema es c¨®mo defines poder. Foucault habla del poder que est¨¢ en todos lados, presente en las situaciones m¨¢s micro, m¨¢s inmediatas. Pelear contra el poder es pelear contra uno mismo y contra esta necesidad de estar abierto a la reinvenci¨®n permanente de lo que uno cree que es. En ese sentido la filosof¨ªa de g¨¦nero propone una deconstrucci¨®n tan radical que nos arroja a una incertidumbre muy grande. Y ah¨ª puede escaparle al poder.
P. Parece inevitable pensar que hoy es m¨¢s complicado que nunca escapar del sistema, de lo impuesto, de lo hegem¨®nico. No solo en cuestiones de control social, sino en los propios h¨¢bitos de pensar.
R. Son clave. Los formatos. En filosof¨ªa est¨¢ de moda la palabra dispositivo. En el sentido de disponer, ordenar. Esos dispositivos son previos. Foucault se pelea contra la idea del poder como represi¨®n, y propone la idea de poder como normalizaci¨®n. ?Es eso! Ven¨ªamos pensando que uno sabe lo que quiere y el poder te deja o no realizarlo. ?No, en ese ¡°yo s¨¦ lo que quiero¡± el poder ya actu¨®! Por eso, Foucault, cuando desnaturaliza el deseo sexual, pone el dedo en la llaga. Es en ese lugar donde uno no creer¨ªa jam¨¢s que se le impone un dispositivo de construcci¨®n. Creo que esos formatos est¨¢n muy instalados. El impulso de los medios de comunicaci¨®n en eso es muy fuerte. Ellos instalan formatos y son bienvenidos porque de alg¨²n modo ordenan y tranquilizan. Siempre es m¨¢s tranquila una vida donde uno sabe qu¨¦ est¨¢ bien y qu¨¦ est¨¢ mal. Cuando uno entiende que adem¨¢s de bueno es malo, que adem¨¢s de amigo es enemigo, pues se problematiza.
"Foucault, con su 'Donde hay poder hay resistencia', nos obliga a dise?ar resistencias que no sean funcionales al poder."
P. Volviendo a la ideolog¨ªa de g¨¦nero, ?c¨®mo cree que est¨¢ el movimiento en Argentina, donde las mujeres luchan por poder abortar?
R. Est¨¢ muy pregnante, est¨¢ generando una diseminaci¨®n no solo en lo macro sino en lo micro, que me parece lo m¨¢s importante, y a la vez, excede la proclama espec¨ªfica por la pelea por la mujer, y casi se ha vuelto una representaci¨®n de una nueva forma de hacer pol¨ªtica: excede lo tradicional y sin embargo tiene una representatividad in¨¦dita. Propone un modo m¨¢s despersonalizado, un desidolatramiento. El feminismo marca un quiebre. Busca la horizontalidad. En Argentina decimos que la mujer es ciudadana de segunda porque no puede decidir sobre su propio cuerpo. Esto genera una reacci¨®n en el conservadurismo, que teme al feminismo no por su propuesta sobre la mujer, sino porque desbarajusta la identidad toda. Y es que cuando inicias una deconstrucci¨®n de la identidad sexual terminas deconstruyendo la identidad ¨¦tnica, la nacional¡ ?la idea de naci¨®n tradicional hoy resiste menos que la de identidad de g¨¦nero! El movimiento de g¨¦nero es esperanzador para los que creemos que hoy la apertura es el ¨²nico camino a una pol¨ªtica de la imaginaci¨®n.
P. Sin embargo no hay ninguna mujer entre los autores de las 11 frases de su libro.
R. Bueno, est¨¢n pensadas m¨¢s como frases que desde los autores. Tambi¨¦n es un muestrario de lo que es la historia de la filosof¨ªa como una historia de sujeci¨®n o imposici¨®n. S¨ª se trabajan autoras como Simone Veil, o Hannah Arendt. Ella ten¨ªa una frase magn¨ªfica sobre el Holocausto, pero decid¨ª no meterme en ese tema tan amplio...
P. As¨ª que no meti¨® ninguna mujer.
R. Bueno, est¨¢ Dios (r¨ªe), que no sabemos de qu¨¦ g¨¦nero es.
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