Que le den alas
Josep Pons, director de la Orquesta Ciudad de Granada de 1994 a 2004, lamenta la deficiente financiaci¨®n que padece la formaci¨®n desde su creaci¨®n
La Orquesta Ciudad de Granada (OCG) vuelve a ser objeto de problemas econ¨®micos. Su continuidad est¨¢ en entredicho como consecuencia de una financiaci¨®n insuficiente. Las instituciones que conforman el consejo rector de la OCG ya se hab¨ªan puesto de acuerdo en c¨®mo resolver el problema y ha sido la Junta de Andaluc¨ªa quien ha decidido salirse del guion, desatendiendo lo alcanzado. De hecho, no se trata de nada nuevo en la dram¨¢tica historia de la formaci¨®n.
Lo parad¨®jico es que los problemas en la orquesta granadina, a diferencia de otras muchas, nunca han sido del orden art¨ªstico, sino que siempre han aparecido fruto de un mal dise?o de financiaci¨®n, nunca resuelto. Probablemente sea un pecado original que se arrastra desde su propia g¨¦nesis. Ya en la ¨¦poca en que yo estuve al frente de la instituci¨®n hubo una crisis por la supervivencia que gener¨® una gran movilizaci¨®n popular. Aquella vez el causante del desprop¨®sito fue el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el entonces alcalde Gabriel D¨ªaz Berbel.
Esta es una situaci¨®n que lleva repiti¨¦ndose demasiadas veces en el tiempo, a la que si le busco un nombre, no se me ocurre otro que verg¨¹enza. La produce el hecho de que una instituci¨®n como la OCG, con tantas posibilidades, con una disposici¨®n y un potencial art¨ªsticos tan raros de encontrar, se haya visto frenada, cercenada, mutilada, en definitiva, frustrada una d¨¦cada tras otra.
Y esa misma verg¨¹enza deber¨ªan sentir tambi¨¦n los pol¨ªticos que a lo largo de casi tres d¨¦cadas no han sido capaces de poner fin a una situaci¨®n bien f¨¢cil y simple de resolver. Tan solo se requiere voluntad pol¨ªtica. Parece ser que, adem¨¢s, para superar la crisis actual estamos hablando de realmente muy poco para situarnos en modo sostenible. Pero no nos enga?emos, si de verdad existe voluntad pol¨ªtica para encontrar una soluci¨®n definitiva esta no se encuentra en el modo sostenible. Todos sabemos que la OCG nunca ha estado financiada adecuadamente. La comprobaci¨®n es muy f¨¢cil, tanto como una comparativa con los presupuestos del resto de orquestas espa?olas para poder ver d¨®nde se sit¨²a.
Si a eso le a?adimos la rareza de su calidad art¨ªstica, una orquesta que, no olvidemos, fue calificada por la prensa espa?ola en una votaci¨®n de los cr¨ªticos m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs como una de las mejores de Espa?a, deber¨ªa tener una temporada tambi¨¦n adecuada a su potencial. Con batutas y solistas a la altura. Merecer¨ªa el mimo y el trato adecuados por parte de las instituciones, el mismo que reciben las orquestas de su talla, y no ese menosprecio y desd¨¦n que tantas veces hemos podido observar.
Desde aqu¨ª quiero concienciar a la Junta de Andaluc¨ªa para que reconsidere su posici¨®n y vuelva a lo acordado. Pero tambi¨¦n quiero llamar la atenci¨®n al resto de las instituciones del consejo rector para que de una vez por todas se valore a la OCG como lo que es: uno de los mayores valores art¨ªsticos de Andaluc¨ªa y decidan darle alas para llegar hasta donde puede ser capaz, para mayor gloria de la cultura de nuestro pa¨ªs, revisando sensata y definitivamente las condiciones necesarias para su buena andadura.
Josep Pons es director honor¨ªfico de la Orquesta Ciudad de Granada
Babelia
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