Ideas locas para salvar los libros

En Polla (Salerno, Italia), el librero Michele Gentile (Ex Libris) tuvo la idea de ofrecer un libro por cada objeto reciclable que le fueran entregado por ni?os o adultos. La idea ha dado de s¨ª la venta de ¡°quintales¡± de ejemplares, como resume Nuccio Ordine, el autor de La utilidad de lo in¨²til, un cl¨¢sico a favor de la lectura.

En un pa¨ªs (como Espa?a) de miserables estad¨ªsticas, Gentile trata de ¡°favorecer y estimular las conciencias en defensa del medio ambiente y de la lectura... La fuerza de la voluntad y las ideas valientes o locas¡± pueden hacer que ¡°el libro se ponga¡±, como escribi¨® el mexicano Gabriel Zaid, ¡°en la conversaci¨®n de la gente¡±. Ordine sit¨²a a Gentile entre los locos por la lectura que hay en su pa¨ªs. Est¨¢ Antonio La Cava, maestro jubilado de Basilicata, en La Puglia, que en ¡°su bibliomotocarro¡± transporta libros para habitantes de pueblecitos donde no hay ni librer¨ªas ni bibliotecas. El entusiasmo impulsa su ins¨®lita locomotora.

Ap¨®stol laico de los beneficios de la lectura, Ordine tiene su propia ¡°idea loca¡±: convertir las escuelas en ¡°cuarteles del libro¡± a favor de la idea de que los libros ¡°son hu¨¦spedes¡±. Mar¨ªa Jes¨²s Espinosa de los Monteros (desde Podium Podcast, la SER, alienta la lectura) aporta experiencias: ¡°Camel Library, una biblioteca que viaja a lomos de un camello por las zonas ¨¢ridas de Kenia. Y Marc Roger, que recorre el mundo en burro con poemas y novelas que lee en voz alta en rincones adonde no llega la letra impresa¡±.

Estos locos libreros andan tambi¨¦n por aqu¨ª. Mikel Iglesias (Letras a la Taza, Tudela). Su librer¨ªa ofrece recitales a los que se entra con un bote de cacao o un brik de leche, para los bancos de alimentos. Para hacer lo que propone Zaid, ¡°hace falta que a la gente se le ilumine la bombilla¡±. Javier Soler (Entre Libros, Linares) lleva ¡°pu?ados de libros¡± a los institutos, concentra payasos, cuentacuentos, ¡°que les digan a los chicos cosas que les pasan a ellos¡±, convierte la librer¨ªa en pubs para conciertos.

Cristina Sanmamed (Puerta de Tanhausser, Plasencia) organiza ¡°catas de libros a ciegas, la vuelta al mundo (de los libros) en ochenta birras¡±, propone descubrir libros como un juego ordenado por la imaginaci¨®n. Ah¨ª est¨¢n representadas ?1279! editoriales. De tanta idea tiene la culpa, tambi¨¦n, su compa?ero ?lvaro Mu?oz. A Lola Larumbe (Alberti, Madrid: organiza coloquios, cuentacuentos, talleres) se le ocurre que ¡°el metro o los autobuses se abran gratis o a mitad de precio a los que acrediten ser lectores, que los telediarios abran o cierren incitando a la lectura, que las se?ales de tr¨¢fico lleven tambi¨¦n a las librer¨ªas¡­¡±. A Roc¨ªo Valverde (Jarcha, Vic¨¢lvaro) le parece que ser¨ªa bueno combinar libros con la afici¨®n al f¨²tbol que se practica cerca de su librer¨ªa¡­

Gentile enciende su bombilla: ¡°Imag¨ªnese que dos millones de chicos de todo el mundo reciclan y se llevan un libro. Ser¨ªa una f¨¢bula jam¨¢s escrita antes¡±. Dice Juan Jos¨¦ Mill¨¢s: ¡°Cuando te tomas un antibi¨®tico, curas tu faringitis, no la del mundo. Cuando lees un buen libro, adem¨¢s de mejorar tu salud, le quitas, por ¨®smosis, el dolor de cabeza a la realidad¡±.

El libro es salud. La feria dispone de esos remedios. Son f¨¢bulas.