A mi hijo le han hecho un ¡®salman-rushdie¡¯ en la Feria del Libro
Autores que firman y venden como quien despacha el pan y ni?os que se ponen malos, en una visita expr¨¦s al Retiro
Agua en la mochila, la promesa de un helado y columpios, el coche en un parking cercano al Retiro para no empezar cansados, una hora, las siete de la tarde de un domingo, en la que ya no hay demasiada gente ni hace demasiado calor. Todo parece perfecto para darse una vuelta por la Feria del Libro con los tres ni?os. Ese paseo con el que esperamos que nuestros reto?os absorban el ambiente festivo-cultural y "cojan el h¨¢bito de la lectura" -uno de los objetivos m¨¢s preciados de la paternidad actual, junto con que coman verdura-, atra¨ªdos por los libros que se exponen a cientos. Siempre y cuando no sean los del youtuber de moda, claro.
Entramos a la altura de la caseta 45, y, qu¨¦ bien, enseguida encontramos una librer¨ªa infantil. Mi estrategia este a?o raya el libertinaje. Les he dejado gestionar su propio presupuesto de la hucha, para que aprendan el coste de esos libros que les llegan normalmente de forma indolora v¨ªa Amazon; y traigo la intenci¨®n de no intervenir en sus decisiones (aunque me reservo mentalmente el derecho a vetar al youtuber). Los tres est¨¢n empantallados, s¨ª, pero tambi¨¦n leen mucho -para los envidiosos, los m¨ªos son de los que no comen verdura-, as¨ª que voy a fiarme de su criterio.
El mayor, de 11, se ha enganchado a la superventas de fantas¨ªa juvenil Laura Gallego de tal forma que se ha devorado 12 libros suyos desde noviembre. Va buscando el sexto de Memorias de Idh¨²n para completar la saga, y tambi¨¦n -esto s¨ª es influencia de YouTube y los v¨ªdeos tipo ¡°los 10 marsupiales / peces de r¨ªo / toboganes acu¨¢ticos m¨¢s mortales del mundo¡±-, el Libro Guinness de los R¨¦cords 2019. Con lo que no contaba era con encontrarse firmando, en la primera caseta en la que nos paramos, con la autora del ¨²ltimo libro que le toc¨® leer en el trueque del colegio. Tras explicarle el argumento de varios de los ejemplares ah¨ª expuestos, termin¨® con una frase demoledora: ¡°Y te los puedes llevar dedicados¡±.
Aunque algo m¨¢s trabajado, mi hijo ha sido v¨ªctima de lo que llamo un salman-rushdie, que es lo que me pas¨® cuando hace a?os me acerqu¨¦ al escritor indio-brit¨¢nico a expresarle t¨ªmidamente mi admiraci¨®n y, sin mediar palabra, gesto o sonrisa, me firm¨® un ejemplar de su ¨²ltimo libro y lo pas¨® por caja para que me lo cobraran, como quien despacha el pan. Mi hijo se acab¨® llevando, no muy convencido, su libro dedicado, que creo que igual le hubiera dado que se lo firmara el librero.
Espero que no se lleve mi miedo, desde entonces, a saludar a mis autores favoritos, por no descubrir que en realidad no van a la feria a vivir una experiencia de comuni¨®n con los lectores, sino a vender. Claro que yo tampoco voy a la feria a comprar, salvo los libros infantiles. Contradicciones de una lectora totalmente vendida a las comodidades del Kindle. En un tris estuve de decirle algo a V¨ªctor del ?rbol, que firmaba al lado, pero no hubiera soportado otra decepci¨®n tipo Rushdie, y ¨¦l no s¨¦ si hubiera entendido que me gust¨® y me destroz¨® tanto el ¨²nico libro suyo que he le¨ªdo que no me atrevo a empezar otro.
En la siguiente parada, la mediana, de 10, ficha Los cuentos de Beedle el Bardo, un libro de J. K. Rowling de la ¨®rbita de Harry Potter. Se est¨¢ leyendo por segunda vez toda la colecci¨®n, as¨ª que parece una elecci¨®n perfecta, pero su car¨¢cter prudente hace que prefiera seguir mirando antes de comprar. La peque?a, a punto de cumplir 8, se lanza a por el Libro Guinness, en un cl¨¢sico culo veo culo quiero, que le ahorra m¨¢s de 20 euros al mayor. Tambi¨¦n, a por el segundo de Cuentos de buenas noches para ni?as rebeldes, un recomendable ejercicio para visibilizar figuras femeninas destacadas, aunque a veces peque de simplista y blanqueante.
Tercera caseta infantil. Todo fluye. Nadie ha pedido ir al ba?o a¨²n. Observo divertida c¨®mo una madre intenta convencer a su hija, de unos 13 a?os, para que compre una novela en ingl¨¦s sobre un ni?o con una discapacidad. Pero la mediana me interrumpe: ¡°Mam¨¢, me duele mucho la garganta. Vamos a comprar mi libro y a casa¡±, insiste. El ¡°tengo fr¨ªo¡± a m¨¢s de 30 grados me convence. El paseo distra¨ªdo se ha quedado en media hora, 20 casetas, 80 euros, cinco libros. Todo un r¨¦cord guinness.
Babelia
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