Ed Sheeran, el ¨ªdolo anticarism¨¢tico

Alg¨²n d¨ªa, un t¨¦cnico de sonido de Reino Unido les contar¨¢ a sus nietos aquella vez que el m¨²sico m¨¢s exitoso del mundo toc¨® solo para ¨¦l. Dir¨¢ que miles de fans de Ed Sheeran llenaron Wembley, el Madison Square Garden o, como hoy viernes, el Estadio Ol¨ªmpico Llu¨ªs Companys de Barcelona, pero ¨¦l asisti¨® a su actuaci¨®n m¨¢s ¨ªntima. Aunque el artista la recuerda, m¨¢s bien, como la peor. Hace a?os, una sala de Exeter le ofreci¨® 56 euros, un escenario y un posible empujoncito a una carrera entonces an¨®nima. El chico no estaba para muchos noes. Ni siquiera cuando repar¨® en un c¨¢lculo elemental: el tren de ida y vuelta desde Londres le sal¨ªa m¨¢s caro. Pens¨® que tal vez vender¨ªa alg¨²n disco despu¨¦s del concierto y acept¨®. Sin embargo, cuando apareci¨®, la sala estaba vac¨ªa. Esper¨® una hora, pero la ¨²nica compa?¨ªa segu¨ªa siendo la del t¨¦cnico de sonido. Sheeran decidi¨® actuar igualmente; un tiempo suficiente para que el ¨²ltimo tren a Londres se marchara. Cuesta creer que, durante esa noche que pas¨® sentado esperando en el and¨¦n de la estaci¨®n, no se planteara abandonar la m¨²sica.

Desde luego, habr¨ªa sido un error. Porque la an¨¦cdota que Sheeran comparti¨® con Entertainment Weekly queda a a?os luz de su realidad: en 2018, fue el m¨²sico que m¨¢s recaud¨® en todo el planeta, con 94 conciertos y 380 millones de euros. Su Shape of You super¨® a Despacito como la canci¨®n m¨¢s escuchada de la historia de Spotify, suma m¨¢s de 3.000 millones de visualizaciones en YouTube y las entradas para sus actuaciones se volatilizan. Para su segundo concierto en Espa?a, el 11 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid, el cartel de aforo completo se colg¨® en cuesti¨®n de horas.

Con sus camisas de cuadros y su matrimonio con Cherry Seaborn, amiga de toda la vida, Sheeran sigue luchando por parecer normal, aunque hace tiempo que en su vida casi nada lo es. El joven acosado en el colegio por su pelo rojo y sus gafas colosales hoy en d¨ªa le disputa el trono de la m¨²sica a Adele, manda un email a Bruce Springsteen para invitarle a su concierto o cena con Russell Crowe. Aprender a rapear tan r¨¢pido como Eminem le ayud¨® a dejar atr¨¢s su tartamudez infantil; por lo dem¨¢s, Sheeran construy¨® a base de convicci¨®n, persistencia y talento el camino hasta el triunfo: se mud¨® a Londres a los 16 a?os, recorri¨® cientos de bares con su guitarra, lo volvi¨® a intentar en Los ?ngeles e sac¨® discos autoproducidos. Al fin, en 2011, Warner edit¨® su debut, +, y le lanz¨® a la fama. Se dice que entre sus padrinos estuvieron el actor Jamie Foxx y el mism¨ªsimo Elton John, de los primeros en intuir que aquel chico podr¨ªa convertirse en ¨ªdolo de masas.

Tal vez aburrido o anticarism¨¢tico, como sostienen algunos medios especializados. El m¨¢s escogido para sonar en funerales o para dormirse, como sugieren dos estudios publicados recientemente. Pero, tambi¨¦n, un muchacho de 28 a?os (Halifax, 1991) capaz de generar entusiasmo en todos los rincones del mundo con The A Team, Thinking Out Loud, Perfect o I See Fire, de colaborar con Taylor Swift, Beyonc¨¦ o Justin Bieber, vender toneladas de discos e incluso lograr un cameo ¡ªcanci¨®n incluida¡ª en Juego de Tronos. Hasta le han dedicado un documental, Songwriter, en la Berlinale y busca director para hacer una pel¨ªcula.

Su creatividad es tan desbordante que Shape of You se compuso en apenas una hora y media, con la colaboraci¨®n de Johnny McDaid y Steve Mac. Al fin y al cabo, el m¨²sico suele idear temas de forma colectiva, como en una cooperativa, y siempre subraya la importancia de quienes le ayudan a forjar sus obras. Con ellos, Sheeran produce de forma abrumadora: para la selecci¨®n final de cada uno de sus tres ¨¢lbumes (los otros dos, x y ¡Â, son de 2014 y 2017) lleg¨® a componer cientos de canciones. Escribe m¨²sica cada d¨ªa, tanto que a menudo sus obras acaban cantadas por otros artistas.

Pese a todo, Sheeran defiende que la fama no le importa. Con la misma franqueza, habla de la competici¨®n por ser el cantante m¨¢s cotizado del mundo, de los ataques de p¨¢nico que a veces sufre o de su pasi¨®n por la m¨²sica en s¨ª, al margen del dinero. Dice que tantos millones le hicieron perder alg¨²n amigo, aunque tambi¨¦n le permitieron comprarse varias propiedades, incluido un castillo. Hace unos meses, Sheeran hasta ha construido un pub en el jard¨ªn de su casa. Ahora que llena estadios, no quiere olvidar cuando tocaba para cuatro gatos. O un t¨¦cnico de sonido.