El ¡®Camino¡¯ de Escriv¨¢ de Balaguer hacia la obra de un jesuita del XVIII
El catedr¨¢tico de la Complutense ?ngel G¨®mez Moreno desgrana las coincidencias entre el libro del fundador del Opus Dei y ¡®El alma victoriosa de la pasi¨®n dominante¡¯
El joven Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer se form¨® como sacerdote a principios de los a?os veinte en el seminario de Zaragoza. Fue probablemente entonces, mucho antes de fundar una prelatura llamada Opus Dei ¡ªuno de los grupos m¨¢s exitosos, influyentes y tambi¨¦n controvertidos de la Iglesia cat¨®lica¡ª y todav¨ªa mucho antes de convertirse en santo ¡ªfue canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II¡ª, cuando ley¨® El alma victoriosa de la pasi¨®n dominante, un peque?o manual firmado en 1758 por el jesuita ma?o Francisco Javier Hern¨¢ndez. O tal vez lo leyera m¨¢s tarde, durante sus primeros a?os como sacerdote en varias parroquias de la provincia y en la iglesia de San Pedro Nolasco de Zaragoza, regida entonces por padres jesuitas.
Estas son las hip¨®tesis m¨¢s probables que plantea el catedr¨¢tico de Literatura de la Universidad Complutense de Madrid ?ngel G¨®mez Moreno, que no tiene sin embargo la menor duda ¡°sobre lo mucho que tienen en com¨²n¡± el texto de Hern¨¢ndez y el libro de Escriv¨¢ de Balaguer Camino, el m¨¢s importante del Opus Dei, una aut¨¦ntica gu¨ªa de vida publicada por primera vez en 1934 como Consideraciones espirituales. Entre ideas similares que giran en torno al trabajo cotidiano como camino de santidad y sintagmas repetidos en uno y otro ¡ª¡°rectitud de intenci¨®n¡±, por ejemplo¡ª, el profesor habla de ¡°coincidencias fundamentales en el objeto, en el prop¨®sito final y en el modo de conseguirlo¡±.
El especialista plasma todas sus conclusiones en un art¨ªculo publicado en el primer n¨²mero de Archiletras Cient¨ªfica, una nueva revista acad¨¦mica que ¨¦l mismo dirige y que se presenta el pr¨®ximo lunes en Madrid. En su texto, G¨®mez Moreno coloca Camino dentro de toda una tradici¨®n de obras vinculadas a la orden religiosa cat¨®lica fundada por san Ignacio de Loyola en 1534. ¡°Son varios los textos jesu¨ªticos que tienen coincidencias, pero con el que m¨¢s tiene en com¨²n es con el de Hern¨¢ndez¡±, insiste el catedr¨¢tico por tel¨¦fono, antes de empezar a se?alar ejemplos.
El primero ser¨ªa esa ¡°idea de convertir la vida toda ella en un camino de santificaci¨®n, poniendo mucho ¨¦nfasis en la santificaci¨®n del trabajo¡±. En este caso, reproduce en su art¨ªculo un pasaje del punto 26 de Camino que dice: ¡°La santidad no es cosa para privilegiados, sino que pueden ser divinos todos los caminos de la tierra, todos los estados, todas las profesiones, todas las tareas honestas¡±. Y a continuaci¨®n, otro del pr¨®logo a la obra de Hern¨¢ndez, destacando la idea de los ¡°estados¡±, el estatus social: ¡°El asunto de la obra es el m¨¢s importante y el m¨¢s pr¨¢ctico, porque en ¨¦l consiste la santificaci¨®n de toda clase de personas, pues no est¨¢ la perfecci¨®n de los cristianos en obras ruidosas, sino en el cumplimiento exacto de las obligaciones correspondientes al estado de cada uno, y en un m¨¦todo de vida ajustado a la ley divina¡±.
Otras coincidencias ser¨ªan la ¡°adoraci¨®n matutina¡± que propone Hern¨¢ndez y la necesidad de levantarse temprano para ello ¡ª¡°ambos est¨¢n de acuerdo en que las mejores oraciones son las que se hacen al comenzar el nuevo d¨ªa¡±¡ª, ayudados por un ¡°¨¢ngel custodio¡± que en el caso de Escriv¨¢ recibir¨¢ el nombre de Relojerico; la necesidad de anteponer siempre ¡°las cotidianas obligaciones¡± y la idea del descanso ¡ª¡°no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo¡±, escribe el santo¡ª que el jesuita ma?o llama eutropelia, esto es, ¡°honesto entretenimiento¡±. Incluso, las tablas que sirven para reflejar los progresos diarios de la virtud, tan familiares para los miembros del Opus Dei, aparecen en la mayor¨ªa de las ediciones de El alma victoriosa de la pasi¨®n dominante.
Del ¡°manualito¡± al ideal
Pero entre todas las coincidencias el profesor G¨®mez Moreno apunta tambi¨¦n las evidentes diferencias entre el peque?o libro de Hern¨¢ndez ¡ªmuy breve, un op¨²sculo al que el propio autor se refiere como ¡°manualito¡±¡ª y las 999 consideraciones, divididas en 46 cap¨ªtulos, de Camino. Entre la humildad del primero y la aspiraci¨®n, ¡°el vuelo¡± del segundo. ¡°Lo que son ideas en Hern¨¢ndez son ideales en Escriv¨¢ de Balaguer [Barbastro, Huesca, 1902-Roma, 1975]; ¨¦l es un hombre de acci¨®n. Con independencia de las simpat¨ªas o antipat¨ªas que su figura despierte (de hecho, raro es que deje indiferente), es alguien que con 35 a?os mont¨® todo. Una obra de tal magnitud [con decenas de miles de seguidores en todo el mundo] es fruto de un jovencito¡±, asegura G¨®mez Moreno. El profesor espera ahora las reacciones a su trabajo de los grandes especialistas en la obra del fundador del Opus Dei, ¡°los colegas de la Universidad de Navarra¡±.
Uno de ellos, Constantino Anchel, historiador en el Instituto Hist¨®rico Josemar¨ªa Escriv¨¢, espera pruebas m¨¢s contundentes. ¡°Ser¨ªa una buena noticia que se confirmara que san Josemar¨ªa tuvo conocimiento de la obra de Francisco Javier Hern¨¢ndez. Pero, por ahora, aparte de confirmar paralelismos en algunas de sus expresiones e ideas, nos movemos en el campo de la hip¨®tesis¡±, asegura por correo electr¨®nico sobre el trabajo del catedr¨¢tico de la Complutense.
Anchel admite que ¡°hay otra literatura jesu¨ªtica que s¨ª ley¨® san Josemar¨ªa; aparte de los ejercicios de san Ignacio, era muy popular el libro de Alonso Rodr¨ªguez Ejercicio de perfecci¨®n y virtudes cristianas, donde pueden estar algunas de las ideas de Hern¨¢ndez¡±. Y recalca que, si bien buena parte de Camino procede de su propia experiencia, Escriv¨¢ era ¡°hijo de la Iglesia y de su tiempo, y l¨®gicamente toda la tradici¨®n cultural y religiosa, al menos la que estaba en la Espa?a de entonces, formaba parte de su bagaje intelectual y se refleja en sus escritos¡±.
Los protestantes, el amor al trabajo y un autor olvidado
Uno de los principales objetivos del catedr¨¢tico de Literatura ?ngel G¨®mez Moreno con su trabajo sobre El alma victoriosa de la pasi¨®n dominante, es reivindicar en general el siglo XVIII ¡ª"no es el siglo inexistente", como dec¨ªa Ortega y Gasset¡ª y, en particular, la figura de Francisco Javier Hern¨¢ndez. Un escritor cuya obra goz¨® de cierto ¨¦xito en ese momento ¡ª"como lo prueban las siete ediciones de las que tenemos noticia en poco m¨¢s de 40 a?os"¡ª, pero que despu¨¦s cay¨® en el olvido m¨¢s absoluto.
Dentro de su obra ¡ªtoda ella muy breve¡ª, El alma victoriosa... est¨¢ concebida como gu¨ªa espiritual. "El inter¨¦s del 'manualito' de Hern¨¢ndez es indiscutible no solo por lo que dice sino por el modo en que lo expresa. En mi opini¨®n, mide muy bien las distancias entre un retoricismo excesivo y un laconismo poco recomendable para abordar asuntos especulativos", se?ala G¨®mez Moreno en su trabajo, recogido como anexo al n¨²mero 1 de la revista Archiletras Cient¨ªfica.
En el mismo, tambi¨¦n se destaca el hecho de que Hern¨¢ndez ¡°trasciende lo espiritual y se adentra en un ¨¢mbito en que confluyen lo social, lo pol¨ªtico y lo econ¨®mico¡±, al recomendar que se anteponga el trabajo a la devoci¨®n y, de ese modo, que el sentimiento religioso sirva como est¨ªmulo para la prosperidad de los hogares cristianos, en un contexto en el que la Reforma protestante lleva dos siglos en marcha. ¡°Ahora, por fin, los cat¨®licos pod¨ªan medirse sin complejos con los protestantes, que los consideraban poco amigos del trabajo y, por el contrario, proclives al ocio y la diversi¨®n¡±, a?ade el trabajo del profesor.
Babelia
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