Lope y la pasi¨®n intermitente
'El perro del hortelano' estrenado en Almagro por la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico destaca por la claridad de la lectura, el trabajo de conjunto y la reintroducci¨®n de pasajes musicales
Un Festival de Almagro sin complejos, centrado por fin en el Siglo de Oro espa?ol, que atesora ¡°el patrimonio teatral m¨¢s importante de la Europa de su tiempo¡±, en palabras del hispanista estadounidense George Peale. Y en esta edici¨®n, con M¨¦xico como pa¨ªs invitado de honor. Sabida es la relevancia del repertorio teatral y musical novohispano, pero lo es menos la calidad del teatro mexicano actual, de cuyos rigor e inventiva hemos visto muchos ejemplos en los ¨²ltimos a?os. En El perro del hortelano estrenado anteanoche por la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico caben destacar la claridad de la lectura, el trabajo de conjunto, la reintroducci¨®n de pasajes musicales, la confrontaci¨®n agon¨ªstica sostenida y lograda de condesa y secretario, y el vigoroso encanto, la labilidad que Astrid Romo le imprime a la pasi¨®n intermitente de su Diana cazadora.
El perro del hortelano puede alinearse junto a esas tres obras de Shakespeare que los brit¨¢nicos denominan problem plays y que nosotros podr¨ªamos denominar libremente comedias desconcertantes, a las que cabe sumar tambi¨¦n el Anfitri¨®n, de Moli¨¨re. Todas ellas hacen re¨ªr y pensar. Alegran el ¨¢nimo y lo perturban, porque ponen sobre la mesa asuntos enjundiosos. El asunto de El perro¡ es la imposibilidad de materializar el amor cuando los enamorados pertenecen a clases sociales distintas. Las tapias levantadas por las clases pudientes no se las salta un gitano, ni un payo con p¨¦rtiga. Ni en la ¨¦poca de Lope, cuyo secretario Teodoro es trasunto de s¨ª mismo (el dramaturgo fue secretario del duque de Sessa y perdi¨® a Elena Osorio ante rival de mayor alcurnia), ni en la de Marie Curie, a cuyo aristocr¨¢tico primer novio sus papis le impidieron seguir adelante con los faroles. Adem¨¢s, esta barrera alzada ante la uni¨®n conyugal funciona como met¨¢fora de otras barreras entre clases: educativas, de acceso a la informaci¨®n relevante, a los empleos y cargos mejores, etc¨¦tera.
Astrid Romo es una actriz a la altura de ese Estr¨®mboli de erupci¨®n inesperada llamado Diana. El suyo es papel catalizador. El Teodoro de Rodrigo Alonso adquiere carnalidad creciente en cada uno de los seis cara a cara (de perro) que mantiene con su gir¨®vaga se?ora. Karla Camarillo le presta a Marcela una energ¨ªa zigzagueante. Trist¨¢n, lacayo demi¨²rgico con salidas para todo, encuentra en Fernando Bueno un divertido alter ego. En su sitio, el Fabio de Jorge Le¨®n. Las tres criadas funcionan como un coro tragic¨®mico. Carlos Matus interpreta al piano varios bolerazos, un tango y una ranchera en el Belflor Astoria, palaciego caf¨¦ de Rick, que, como el vestuario de Estela Fagoaga, sit¨²a la acci¨®n en los a?os cuarenta. El elenco tiende a prosificar el verso, sin perder musicalidad, por gentileza del acento mexicano. El p¨²blico almagre?o aplaudi¨® largo y se prodig¨® en comentarios favorables.
El perro del hortelano. Texto: Lope de Vega. Direcci¨®n: Ang¨¦lica Rogel Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico Festival de Almagro, hasta el 14 de julio. Festival de Olmedo, 17 de julio. Festival de Niebla, 20 de julio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.