Canciones de amor para resucitar a unas ruinas
Un recital de la soprano Raquel Andueza en el monasterio vallisoletano de la Armedilla llama a conservar un Bien de Inter¨¦s Cultural cuya historia arranca en el siglo XII
Pasear entre las ruinas de un antiguo monasterio, con sus muros devorados por los siglos, los hierbajos y el desprecio humano, invita a la melancol¨ªa. Sin embargo, si entre esas piedras se celebra un concierto como el de la soprano navarra Raquel Andueza, al aire libre, ante 500 personas y entre los restos del conjunto monacal de la Armedilla, a tres kil¨®metros de la localidad vallisoletana de Cogeces del Monte, el esp¨ªritu recobra el ¨¢nimo. En ese estado esperanzador se mueven los vecinos y for¨¢neos que forman la Asociaci¨®n de Amigos del Monasterio de la Armedilla, nacida en 2017, que lucha para llamar la atenci¨®n de los poderes p¨²blicos a fin de evitar que este patrimonio hist¨®rico, que arranca en el siglo XII, se desvanezca. Con un recital de algo m¨¢s de una hora, en el que interpret¨® canciones de amor y desamor de Barbara Strozzi, compositora veneciana del siglo XVII, Andueza quiso ¡°poner un granito de arena para que este lugar reciba m¨¢s apoyos¡±.
El origen de la Armedilla estuvo ¡°en una cueva-ermita en la que hab¨ªa una talla rom¨¢nica de una virgen con fama de milagrosa¡±, explica Consuelo Escribano, presidenta de la asociaci¨®n. Con la creciente llegada de peregrinos, se levantaron varias dependencias que los acogiesen. Un trasiego que llev¨®, a comienzos del siglo XV, al infante Fernando de Antequera, futuro rey de Arag¨®n, ¡°a invitar a unos monjes jer¨®nimos para que construyeran un monasterio¡±, a?ade Escribano. El esplendor de este lugar de paso para pastores con su ganado, de peregrinos y dinero propici¨® que en el siglo XVI se levantase a unos metros una gran iglesia, tardog¨®tica. "Tanto devoto perturbaba la vida monacal¡±.
La siguiente p¨¢gina en la historia del monasterio es la de tantos otros en Espa?a. La decadencia por el descenso de vocaciones y la puntilla con la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal, en 1836. "Ah¨ª comenz¨® una di¨¢spora de sus bienes y lo que qued¨® se convirti¨® en cantera", apunta Escribano. Hasta que, en 1920, la visita de un enviado gubernamental alert¨® del desastre. Se cerr¨® la cantera, pero no se obr¨® para detener el deterioro. El movimiento vecinal logr¨® en 2007 que fuera declarado Bien de Inter¨¦s Cultural y en 2017 naci¨® la asociaci¨®n de la Armedilla, que ha logrado que la Junta de Castilla y Le¨®n ponga dinero para distintas actuaciones. "Acabamos de entregar un plan al Gobierno regional para que en la pr¨®xima d¨¦cada se acometan tareas prioritarias¡±, agrega Escribano.
Mientras se despachan esos papeles, la asociaci¨®n intenta insuflar aire a las ruinas con visitas guiadas, teatralizaciones y actividades como la actuaci¨®n de Andueza, que estuvo acompa?ada a la tiorba por Jes¨²s Fern¨¢ndez. Este recital pertenece al ciclo Las piedras cantan, que organiza la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real del Patrimonio Hist¨®rico desde 2000 y que cuenta con la financiaci¨®n de la Fundaci¨®n Banco Sabadell. El ciclo ha ofrecido conciertos en el Hospital del Rey (Burgos), donde actuaron Susana P¨¦rez y el Cover Club; la Casa Botines, de Le¨®n, en la que son¨® la voz de Sheila Blanco, y la Armedilla, con Raquel Andueza.
Protagonismo femenino en esta edici¨®n. ¡°Las mujeres tenemos mucho que contar y en numerosas ocasiones han pasado desapercibidas en la historia¡±, se?ala Luc¨ªa Garrote, coordinadora de Las piedras cantan. El esp¨ªritu que mueve cada verano esta iniciativa en Castilla y Le¨®n es, a?ade, ¡°llevar la m¨²sica a lugares restaurados o que necesiten una actuaci¨®n y que participen j¨®venes talentos o artistas de calidad¡±.
A esta categor¨ªa pertenece Andueza, a la que le atrajo la invitaci¨®n ¡°a cantar en un enclave especial¡±, entre piedras, chopos, olmos y robles. Eligi¨® canciones de Barbara Strozzi por ser ¡°un talento poco conocido, soprano, compositora de cantatas, que tocaba el clavec¨ªn y pudo vivir de su arte en una sociedad tan masculina. Adem¨¢s, se cumplen 400 a?os de su nacimiento". Andueza, que ha actuado en grandes festivales y auditorios de todo el mundo, vivi¨® su particular amenaza de ruina hace dos a?os, cuando perdi¨® la voz tras un accidente de tr¨¢fico que le gir¨® la laringe. ¡°Cre¨ª que era el fin de mi carrera¡±. Sin embargo, encontr¨® una doctora que se la recoloc¨® ¡°y dos profesoras maravillosas en Italia" que le ense?aron a cantar de nuevo.
Ayer domingo, brotaron de esa garganta crueles se?oras, hombres desesperados, venganzas por despecho, amantes secretos¡ "m¨²sica fresca para una tarde de verano", dijo, a la que en algunos momentos se unieron gorriones y golondrinas, un concierto de sonidos conmovedores que resucitar¨ªan a una piedra.
Un legado disperso
La desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal propici¨® ¡°una di¨¢spora¡± de los bienes del monasterio de la Armedilla, dice Consuelo Escribano. ¡°Se subastaron y unos pasaron a manos de particulares y otros fueron exportados¡±. De las joyas que luci¨® este conjunto, levantado en una ladera sombr¨ªa y h¨²meda, la portada plateresca de la iglesia del XVI est¨¢ en la Casa Cervantes, en Valladolid, y el t¨ªmpano de aquella, en un museo en Arkansas; el retablo mayor fue a Riaza (Segovia); el Museo de las Artes Decorativas de Par¨ªs posee parte de la siller¨ªa y varios de los cuadros recalaron en el Museo del Prado.
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