¡°?25 a?os! ?Con lo ef¨ªmeras que suelen ser las aventuras televisivas!¡±
¡®Bricoman¨ªa¡¯ celebra un cuarto de siglo en antena: ha cambiado tres veces de cadena y ninguna de presentadores
Kristian Pielhoff (San Sebasti¨¢n, 58 a?os) cumple 25 a?os al frente de Bricoman¨ªa por pura cabezoner¨ªa vasca. El programa dedicado al bricolaje y la jardiner¨ªa celebra el domingo (Nova, 11.30) sus bodas de plata con la emisi¨®n n¨²mero 1.000, un hito que en 1994 a su presentador le parec¨ªa inimaginable. Sobre todo por la inexistente experiencia que ten¨ªa entonces al frente de una c¨¢mara y por el mal ambiente que hab¨ªa entre bastidores. ¡°Era muy duro, para hacer 15 o 20 minutos de programa, necesit¨¢bamos ocho, diez, 12 horas [ahora los graba en menos de cuatro]. Ten¨ªa mucha presi¨®n, me daban mucha ca?a, incluso hab¨ªa momentos de maltrato. Pensaba que ten¨ªa que seguir y avanzar entre todos, por esta cosa que tengo entre vasco y alem¨¢n, como cabez¨®n y cuadrado que soy¡±, explica Pielhoff en conversaci¨®n telef¨®nica.
Bricoman¨ªa comenz¨® su andadura en La 2 de Televisi¨®n Espa?ola en 1994, donde se convirti¨® en un cl¨¢sico en menos de una d¨¦cada. ¡°Llegamos a dar casi dos millones de espectadores, cuando hab¨ªa pocos canales, no estaba todo tan diversificado¡±, apunta el presentador. Siguiendo los pasos de Karlos Argui?ano (cuya productora, Bainet, es la creadora del formato), en 2005 pas¨® a Telecinco y en 2010 a Antena 3. Atresmedia decidi¨® en 2011 emitirlo en su canal Nova. Y ahora trata de adaptarse a los nuevos tiempos en lugares como Instagram, Facebook o YouTube, donde hay decenas de canales con tutoriales de bricolaje. ¡°Es un mundo en el que hay que entrar, no lo podemos evitar. Cuando ves que hay movimientos alrededor tuyo, te tienes que adaptar¡±, admite el presentador.
Pocos programas en Espa?a han cumplido los 25. Bricoman¨ªa se suma as¨ª a espacios como Informe semanal, Madrid Directo o En portada, y Pielhoff a?ade su nombre a la lista de comunicadores que llevan m¨¢s de un cuarto de siglo presente en la pantalla, como Argui?ano. ¡°Debe de haber algo aqu¨ª en el pueblo que hace que los presentadores vivamos mucho tiempo en la tele, ser¨¢ la salinidad del mar¡±, bromea.
En la segunda temporada, el paisajista I?igo Segurola (San Sebast¨ªan, 52 a?os) comenz¨® con una secci¨®n fija de jardiner¨ªa. Hoy sigue ah¨ª. ¡°?Ay, mi madre, hace 25 a?os que esto iba a ocurrir, con lo ef¨ªmeras que suelen ser todas las aventuras televisivas!¡±, comenta entre carcajadas en otra conversaci¨®n por tel¨¦fono.
Segurola, que no tard¨® en convertirse tambi¨¦n en icono del programa, tuvo muchas dudas de aceptar: ¡°No quer¨ªa convertirme en el jardinero de la tele, como el padre Mundina¡±, explica. ¡°Al final, es lo mejor que pude hacer, porque me permite difundir el paisajismo. En este pa¨ªs a los paisajistas no se nos valora, no se tiene en cuenta las capacidades que tenemos de plantear urbanizaciones y elementos de otra forma¡±, se lamenta.
¡°Estamos grabando en el jard¨ªn que hemos ido creando durante estos ¨²ltimos seis a?os. Estamos dando casi un nivel como el de BBC en cuanto a contenidos de jardiner¨ªa, y eso que los ingleses son top top top en este mundo¡±, explica Segurola. El jard¨ªn ¡ª18.000 metros cuadrados y 16 ¨¢reas tem¨¢ticas¡ª le ha dado una tranquilidad que no ten¨ªa al principio. ¡°El primer programa fue una grabaci¨®n tortuosa y pensaba: ¡®Menos mal que no he firmado nada, no por mi, si no por el ambiente que estaba viendo, hubo mal rollo y tensiones¡±, cuenta. ¡°Ahora con el jardin es todo mucho m¨¢s f¨¢cil. Lo dif¨ªcil era hacer un programa de jardiner¨ªa sin tener un jard¨ªn establecido, que entonces recurres ala maceta y no es lo mismo, y la evoluci¨®n de la planta no la puedes ense?ar¡±, finaliza.
Pielhof cuenta que la habilidad con el bricolaje le viene casi de familia. ¡°Ya desde la ikastola yo era de los que en matem¨¢ticas, cero, pero en manualidades siempre me sal¨ªan cositas muy arregladas. Mi madre, que viene de Alemania y ah¨ª ya estaban superavanzados con el tema del brico, es la que hac¨ªa las cosas en casa. Me gustaba desmontar cosas, quitar, montar, meterme en electricidad, pintar, empapelar. Fue muy prematuro el tema¡±, explica. A Segurola la pasi¨®n por la naturaleza tambi¨¦n le viene desde peque?o. ¡°Eso que nos hacen en el colegio de peque?itos de poner una alubia encima de algod¨®n y ver como salen las hojas y la raiz... A m¨ª ya eso me enganch¨®. Mi madre dice que de ni?o siempre volv¨ªa a casa con ramas, hojas o flores. Lo llevaba ya descaradamente en el ADN¡±, cuenta.
?Les siguen reconociendo y pidiendo consejos de bricolaje? ¡°S¨ª, lo que pasa es que en Euskadi los tengo domesticados a todos. Como somos timiditos y muy respetuosos con la gente, no es ese ataque. Quitando si vas una noche de fiesta. Entonces s¨ª te preguntan, te hacen fotos y piden aut¨®grafos. Ahora, cuando salgo de aqu¨ª de fronteras, el tema se calienta bastante m¨¢s. Todav¨ªa tengo mucha audiencia en la calle¡±, responde Pielhoff. Segurola parece llevarlo un poco peor: ¡°Sol¨ªa ser bastante horroroso en los Sanfermines, que la gente est¨¢ m¨¢s contentita. Ahora la gente quiere la foto y ya est¨¢. Lo del aut¨®grafo me parec¨ªa una cosa muy rancia y muy rara¡±.
La conversaci¨®n finaliza con un deseo para soplar las velas del aniversario. "Que podamos seguir comunicando, que la gente nos siga queriendo y que nosotros podamos dar respuesta y estar a la altura de las circunstancias, sin endiosarnos, desde una posici¨®n llana y totalmente humana", pide Pielhoff.
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