Lucha Reyes, la voz y la sonrisa de la m¨²sica criolla
La cantante peruana, conocida como ¡®La Morena de Oro¡¯, populariz¨® un estilo musical que conmov¨ªa a quien la escuchaba por sus desgarradoras interpretaciones
Lucha Reyes tuvo una vida llena de dificultades y sufrimiento. De origen muy humilde, creci¨® junto a otros 15 hermanos. La muerte de su padre, cuando era ni?a, fue el primer golpe que sufri¨® en su vida, al que seguir¨ªan los malos tratos de su padrastro, un incendio en su casa y el obligado cambio de ciudad, un matrimonio tambi¨¦n doloroso y lleno de violencia y numerosos problemas de salud.
A pesar de todo, la sonrisa nunca dej¨® de acompa?ar el rostro de Lucha Reyes, a quien posiblemente otro hecho que en su momento tambi¨¦n consider¨® doloroso le ayud¨® despu¨¦s a convertirse en la persona querida y preocupada por los dem¨¢s que siempre fue: debido a la precaria situaci¨®n econ¨®mica de la familia, fue enviada al convento de Nuestra Se?ora de la Caridad del Buen Pastor, a cargo de religiosas franciscanas. All¨ª recibi¨® una educaci¨®n escolar b¨¢sica pero, sobre todo, le inculcaron valores que la acompa?aron despu¨¦s en su proximidad a los humildes y en su visi¨®n de la vida desde un punto de vista siempre humano.
Lucha Reyes tuvo una voz potente y especial, pero el descubrimiento de su talento fue casual mientras trabajaba fregando platos en un club criollo. A partir de ah¨ª triunf¨® en la radio y con canciones compuestas para ella que tocaron el coraz¨®n de los peruanos y que traspasaron fronteras. Populariz¨® la m¨²sica criolla, un estilo musical que a¨²na los ritmos afroperuanos y andinos expresando los sentimientos de la poblaci¨®n humilde, por lo que, a pesar de morir muy joven, con 37 a?os, se convirti¨® en un icono de este tipo de m¨²sica.
Lucila Justina Sarcines Reyes de Henry, que as¨ª se llamaba, naci¨® en la capital de Per¨², el 19 de julio de 1936. Su familia, muy humilde, estaba compuesta por sus padres y 15 hermanos. Cuando ten¨ªa 6 a?os falleci¨® su padre y el nuevo hombre que empez¨® a formar parte de la vida de su madre la maltrat¨® f¨ªsica y psicol¨®gicamente. Poco tiempo despu¨¦s el incendio en la casa familiar por una vela oblig¨® a la familia mudarse a otra zona de Lima conocida como la cuna de la m¨²sica criolla, lo que sin duda marc¨® el futuro de la peque?a Lucha Reyes.
Gracias a las religiosas franciscanas recibi¨® una educaci¨®n muy b¨¢sica para valerse por s¨ª misma en la vida, y a los 16 a?os contrajo matrimonio con un sargento de la Polic¨ªa Nacional de Per¨². El matrimonio, sin embargo, dur¨® muy poco por los episodios de violencia que continu¨® sufriendo, pero en ¨¦l nacieron sus dos hijos, Humberto y Alejandro. A pesar del dolor que acompa?¨® a Lucha gran parte de su vida, tuvo una segunda relaci¨®n y, con los hijos ya mayores, lleg¨® a criar a otra ni?a.
La joven Reyes trataba de mantener a su familia vendiendo peri¨®dicos, lavando ropa y trabajando muchas horas en las cocinas de diversos restaurantes, donde tambi¨¦n fregaba los platos. Cantando intentaba pasar el tiempo sin pensar en la pena que la acompa?aba, y fue as¨ª como descubrieron su talento mientras trabajaba en un club criollo.
Con apenas 20 a?os Lucha Reyes particip¨® en un programa de cantantes aficionados de la popular Radio Victoria llamado ¡®El Sentir de los Barrios¡¯ y tuvo un ¨¦xito rotundo. En ese momento parec¨ªa que su vida daba un giro y dejaba atr¨¢s las penurias y el sufrimiento para cambiarlo por el ¨¦xito y la tranquilidad econ¨®mica, pero eso a¨²n tuvo que esperar, ya que su salud empez¨® a pasarle factura: unos ex¨¢menes m¨¦dicos arrojaron que sufr¨ªa diabetes emotiva, edema y disnea, teniendo que someterse a continuas pruebas y pasando grandes temporadas hospitalizada.
En 1960 recuper¨® su incipiente carrera art¨ªstica para no abandonarla ya nunca y triunf¨® en el teatro Pizarro con el vals ¡®Abandonada¡¯. Un descubridor de talentos la integr¨® en la famosa Pe?a Ferrando y empez¨® a viajar a otras ciudades realizando imitaciones de Celia Cruz, Olga Chorens, To?a la Negra y Celina Gonz¨¢lez.
Permaneci¨® en la Pe?a hasta 1970, pero ya ten¨ªa una se?a de identidad propia: multicolores pelucas que usaba y conjuntaba con distintos estilos y cortes. El ¨¦xito y la popularidad ya no se le resistieron y comenz¨® a interpretar temas y a grabar discos con un estilo tan personal como cautivador para quien la escuchaba.
Sin embargo, su salud volvi¨® a resentirse cuando ya era considerada una diva y seguida por los medios de comunicaci¨®n, y tuvo que volver a ser ingresada por hipertensi¨®n arterial e insuficiencia cardiaca, dos enfermedades m¨¢s que se le sumaron a su fr¨¢gil existencia.
A los ¨¦xitos que cosechaba en los escenarios comenzaron a sumarse los reconocimientos, ya que recibi¨® el Disco de Oro por ¡®Regresa¡¯. Tambi¨¦n tuvo en 1971 su propio programa de radio, ¡®Primicias criollas¡¯, con una caracter¨ªstica y recordada entrada en antena: ¡°?Soy Lucha Reyes se?ores, vuestra criolla servidora, con el Per¨² y con ustedes en mi cita de esta hora!¡±.
En 1972 lanz¨® al mercado su tercer disco: ¡®Siempre criolla¡¯ y viaj¨® a Estados Unidos, donde triunf¨® en el Waldorf-Astoria de Nueva York. La salud, sin embargo, volvi¨® a darle un serio aviso por su ajetreada agenda de compromisos y viajes y tuvo que ser ingresada de nuevo en un hospital porque los controles m¨¦dicos que se hac¨ªa mensualmente revelaron que, lejos de mejorar, su salud se complicaba.
A comienzos de 1973 los m¨¦dicos le prohibieron las actuaciones definitivamente, pero en ese momento le pidi¨® al compositor Polo Campos que le escribiese una canci¨®n sentida. El resultado fue el vals ¡®Espera, coraz¨®n¡¯, que ella estren¨® el 18 de enero. Este ¨²ltimo esfuerzo por cantarla merm¨® a¨²n m¨¢s su salud tambi¨¦n con problemas oculares.
En mayo, Lucha Reyes, consciente de que su final se acercaba, visit¨® al compositor Pedro Pacheco para rogarle que le compusiera un vals de despedida. Surgi¨® as¨ª ¡®Mi ¨²ltima canci¨®n¡¯, integrada en su cuarto y ¨²ltimo disco. A mediados de agosto su estado f¨ªsico empez¨® a deteriorarse de manera tan r¨¢pida que la hizo depender de una silla de ruedas.
En la ma?ana del 31 de octubre de 1973 Lucha fue invitada a una misa en la Sociedad Peruana de Actores por la conmemoraci¨®n del D¨ªa de la Canci¨®n Criolla. En el coche que la llevaba desde su casa sufri¨® un infarto que acab¨® con su vida a los 37 a?os. Los medios de comunicaci¨®n reflejaron el dolor del pueblo peruano por su fallecimiento, y tal y como fue su deseo la cantante fue maquillada y peinada con su mejor peluca y velada por miles de personas.
Su funeral fue multitudinario, con 30.000 personas que se opusieron a que su f¨¦retro fuese llevado en carroza f¨²nebre y lo hicieron las mujeres sobre sus hombros durante tres horas para recorrer algo m¨¢s de seis kil¨®metros y cantando sus ¨¦xitos.
En 1991 su vida fue llevada a la televisi¨®n en una serie titulada ¡®Regresa¡¯, y en 2010 se emiti¨® el documental ¡®Lucha Reyes: carta al cielo¡¯, que gan¨® el Festival de Cine de Lima. Su recuerdo y su legado de m¨²sica criolla siguen presentes en Sudam¨¦rica y, especialmente en Per¨², donde para las clases humildes representa su identidad cultural.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.