Desnudo

Una prueba m¨¢s de que el talento puede suplir, o cuando menos mitigar, la falta de medios es David y Olivia. Desnudo en Escocia. Una producci¨®n neozelandesa rodada en Escocia con poco presupuesto consigue entretener en sus seis cap¨ªtulos (dos temporadas) de menos de 30 minutos cada uno de ellos.

La historia es sencilla: un joven emprendedor que pretende reconciliarse con su novia le lleva su pasaporte para que pueda viajar con su jefe. Conduce un todo terreno por carreteras secundarias escocesas y frena en seco al comprobar que en el asiento trasero hay una dama completamente desnuda y con un gran sobre de papel al que se aferra con fuerza. Son David (Sean Lerwill) y Olivia (Kate Braithwaite). Comienza un largo di¨¢logo que se complementa con las intervenciones de la enfadada novia a trav¨¦s del manos libres del todoterreno. Un complicado m¨¦nage ¨¤ trois tecnol¨®gico.

Subidas y bajadas en la conversaci¨®n, mentiras y mentiras en las explicaciones de la dama a prop¨®sito de su desnudez y de la importante suma de dinero que lleva en el sobre, llamadas de la despechada novia que cada vez entiende menos de lo que le pasa a su pareja, ya que la desnuda dama no puede ni quiere evitar malmeter baza, peque?as broncas entre los protagonistas pese a la cada vez m¨¢s evidente atracci¨®n mutua y algunos paisajes escoceses que no buscan la recreaci¨®n de las tarjetas postales.

Una pareja de actores, un jeep y unos prados y colinas bastan para entretener al personal. Y talento, claro. Nada que ver con las interminables conversaciones y declaraciones de nuestros entra?ables l¨ªderes pol¨ªticos, perfectos ejemplos de las escaleras de Maurits Cornelis Escher.