Diccionario de desvelos de Javier Mar¨ªas
El escritor repasa algunos de los conceptos sobre los que reflexiona en sus columnas, que re¨²ne en el libro ¡®Cuando la sociedad es el tirano¡¯
Dice Javier Mar¨ªas, de 67 a?os, que no sabe muy bien por qu¨¦, pero quiere seguir escribiendo. En el caso de los art¨ªculos que publica todos los domingos en El Pa¨ªs Semanal, lo tiene un poco m¨¢s claro: ¡°Supongo que es, en parte, por cierto optimismo de pensar que en algo sirven a algunas personas que lo leen, que quiz¨¢ les hace mella o les hace pensar¡±. Ahora, a punto de llegar a los 800, ha reunido algunos de los m¨¢s recientes ¡ªlos impresos entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019¡ª en un libro titulado como uno de ellos: Cuando la sociedad es el tirano (Alfaguara). Lo que sigue son las reflexiones del escritor sobre algunos conceptos escogidos por este diario de entre los que con m¨¢s frecuencia reflexiona en sus columnas.
Opini¨®n p¨²blica. ¡°Si entendemos por opini¨®n publica lo que dicen las redes, me parece un elemento preocupante. No tengo ni siquiera ordenador ni me asomo a las redes, pero da la impresi¨®n de que est¨¢ sobredimensionado. Y creo que, mientras eso no cambie un poco, lo que se llama a veces opini¨®n p¨²blica est¨¢ convirti¨¦ndose, incluso, como dice el t¨ªtulo de mi libro, en algo tir¨¢nico. Parece que hay cada vez mayor intolerancia hacia la mera disidencia, hacia las opiniones que simplemente no gustan.?Yo me he encontrado con casos un poco demasiado sorprendentes, en los cuales uno ha expresado una opini¨®n o un gusto sobre cuestiones literarias o de teatro que ha hecho montar en c¨®lera, aparentemente, a una legi¨®n de personas, que a lo mejor no son tal legi¨®n¡±.
Pensamiento ¨²nico. ¡°Parece haber una tendencia, no a un pensamiento ¨²nico, sino a varios pensamientos ¨²nicos, si vale la paradoja. Pero, de nuevo, da la impresi¨®n de que cada vez hay m¨¢s gente que no consiente que haya un pensamiento distinto. Tengo a veces la sensaci¨®n de que se est¨¢ creando o se ha creado ya una nueva religi¨®n laica, tan intolerante como pudo ser en nuestro pa¨ªs la religi¨®n cat¨®lica. Parece que hay una serie de nuevos dogmas inamovibles y que cualquier persona que los cuestione o los matice, incluso, o intente razonar sobre ellos es objeto de exclusi¨®n o, incluso, de linchamiento medi¨¢tico¡±.
Feminismo. ¡°Dicho a secas, me parece una cosa estupenda, que siempre he apoyado y siempre me ha parecido necesario favorecer. Lo que pasa es que ahora hay un feminismo llamado de cuarta ola que creo que est¨¢ exagerando todo de una manera un poco delirante, y haciendo hincapi¨¦ en cosas que me parecen muy peligrosas porque tocan, por ejemplo, la justicia. Esa idea de que hay que creer siempre a las mujeres. Se ha arg¨¹ido ¡ªsi se puede utilizar la palabra arg¨¹ir para eso¡ª que normalmente en una violaci¨®n no hay testigos, que es muy dif¨ªcil probarla. De pronto ha habido esta especie de inversi¨®n de la carga de la prueba que es justamente lo que suced¨ªa en la dictadura franquista, sobre todo en los primeros a?os. Mire usted, las mujeres mienten unas, otras no, exactamente igual que los hombres, que unos mienten y otros no. La idea de que no haga falta ni siquiera juicio es exactamente la misma idea que la del linchamiento¡±.
El oficio de escribir. ¡°Hace unas semanas se celebr¨® un congreso en la Universidad de Oxford sobre mis cosas?al que no asist¨ª porque me parec¨ªa m¨¢s elegante. Pero?me pidieron que escribiera un texto, una especie de carta a los participantes. Explicaba que una cosa es por qu¨¦ empieza uno a escribir, otra cosa es por qu¨¦ sigue escribiendo y otra por qu¨¦ sigo escribiendo ahora. A veces me lo pregunto y descubro con sorpresa y horror que, cuanto m¨¢s escribo, tengo la sensaci¨®n de que menos s¨¦ hacerlo. Y, ?por qu¨¦ lo sigo haciendo? No lo s¨¦ muy bien. Terminaba diciendo en esa especie de carta, que a veces tengo la sensaci¨®n de que me parezco cada vez m¨¢s al t¨ªtulo de un art¨ªculo muy antiguo que hice sobre un actor que era: El hombre que parec¨ªa no querer nada. Y hago hincapi¨¦ en la palabra parec¨ªa; evidentemente, algo quiero si sigo escribiendo. Pero quiero escribir, simplemente, m¨¢s, supongo, todav¨ªa quiero escribir m¨¢s. Y por esa misma raz¨®n creo que titul¨¦ ese texto: Por no bajar la persiana todav¨ªa¡±.
Donald Trump. En Trump hay un problema y es que es una figura tan de brocha gorda, tan de chafarrin¨®n, que nos impide tom¨¢rnoslo verdaderamente en serio, parece menos peligroso de lo que probablemente es. Yo creo que es muy peligroso. Pero no ocurre solamente con Trump. ?Qu¨¦ le est¨¢ pasando a la gente para que les parezca bien Salvini, Orban, Duterte en Filipinas, Bolsonaro en Brasil, etc¨¦tera? No pretendo tener raz¨®n, pero personalmente los veo muy peligrosos y muy da?inos para la democracia¡±.
La memoria de los que ya no est¨¢n. ¡°Si una persona ha sido importante en mi vida durante tiempo, durante suficientes a?os, el hecho de que no est¨¦, de que yo no lo vea m¨¢s, de saber que no le voy a volver a ver no me impide seguir contando con ¨¦l. No puedo evitarlo. Por ejemplo, han pasado casi 25 a?os, creo, de la muerte de Juan Benet, que era muy buen amigo y tambi¨¦n, se podr¨ªa decir, un maestro para m¨ª, y todav¨ªa a veces tengo el impulso, al ver un libro en un cat¨¢logo, en una librer¨ªa de viejo, de decir: ¡®Ay, esto para Juan que le va a hacer ilusi¨®n¡±.
Humor e iron¨ªa. ¡°Eso se est¨¢ acabando. La iron¨ªa se entiende cada vez menos, la gente cada vez lee m¨¢s al pie de la letra, literalmente. Lo que uno dice ir¨®nicamente lo leen tal cual. Y, en cuanto al humor, cada d¨ªa est¨¢, me temo, m¨¢s perseguido. No se puede hacer una broma sobre nada, cualquier broma es ofensiva¡±.
El siglo XXI. ¡°Lo que llevamos de siglo XXI, en conjunto, me est¨¢ resultando un poco decepcionante. En un art¨ªculo dije sin embargo que, dentro de todo, si lo comparamos con los primeros 20 a?os del siglo XX, por ejemplo, en que hubo una guerra mundial espantosa, o del XIX, con todas las guerras napole¨®nicas, pues vamos bien. Pero en otros aspectos me est¨¢ resultando un siglo tonto, muy tonto, muy tiquismiquis, demasiado delicado en cierto sentido y lleno de tontuna y antipat¨ªa, intolerancia¡±.
Optimismo. ¡°Siento que el panorama de esta especie de diccionario o l¨¦xico o lo que sea no es muy optimista. Pero en el fondo creo que soy optimista, porque si no lo fuera no me molestar¨ªa en seguir opinando, porque uno intenta, dentro de sus modestos medios ¡ªporque al fin y al cabo un art¨ªculo de prensa poco puede hacer¡ª mejorar lo que uno cree que puede ser mejorado. Si no creyera que eso fuera factible, ?para qu¨¦ me iba a molestar?¡±.
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