Una trilog¨ªa cl¨ªnica
La escritora chilena Lina Meruane relata la historia de una familia utilizando la enfermedad como hilo conductor
El fil¨®sofo franc¨¦s Cl¨¦ment Rosset defend¨ªa la necesidad de una filosof¨ªa tr¨¢gica que reconociera la ¡°l¨®gica de lo peor¡±. Es decir, llevando la contraria a los sistemas filos¨®ficos unitarios, uno deb¨ªa acompasar su pensamiento a la disgregaci¨®n del universo, su tendencia a lo m¨²ltiple, el caos. Esta definici¨®n se ajusta bien al prop¨®sito de Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970): la trama de Sistema nervioso ¡°est¨¢ llena de agujeros¡±, cada part¨ªcula del fr¨¢gil equilibrio llamado familia, persona o cosmos pide emanciparse y traicionar un pacto.
Resumamos esta trama: la protagonista debe interrumpir su tesis sobre astronom¨ªa cuando una enfermedad duerme su brazo derecho. Tampoco su relaci¨®n de pareja con un antrop¨®logo forense (que descifra fosas de migrantes asesinados) es un equilibrio prometedor. Y su familia comienza a padecer un acelerado desgaste f¨ªsico.
La primera audacia de Sistema nervioso, donde los personajes son simplemente Ella, el Padre, el Primog¨¦nito; y los lugares, el Pa¨ªs del presente y el Pa¨ªs de origen, es precisamente una prosa tan atomizada como el discurso que sostiene. Meruane incide en la frase breve, elocuente y adelgaza el estilo a la vez que lo vuelve expansivo y el¨¢stico, con calambrazos donde se cuela la contingencia: es decir, listas de tres palabras afines en cursiva que sorprenden la narraci¨®n como un exceso de tejido en el cuerpo del texto. Pero a la vez que disgrega el estilo, Meruane concentra la trama en varios hilos que, sin salirse de los padecimientos cl¨ªnicos, narran la historia de una familia en varios tiempos y con la experiencia pol¨ªtica de dos pa¨ªses, Chile y Estados Unidos, como un fondo en sordina. Por ello, a pesar de su aparente levedad, Sistema nervioso es su novela de estructura m¨¢s compleja.
El problema surge cuando estas tramas se la juegan principalmente a la lectura de unos s¨ªntomas y el desvelamiento de la enfermedad. Meruane ya hab¨ªa exprimido esta f¨®rmula en sus dos maravillosas novelas anteriores, Fruta podrida (2007) y Sangre en el ojo (2012), por la que obtuvo el Premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz. Y Sistema nervioso prosigue en esa l¨ªnea: una literatura que coloca a la biograf¨ªa cl¨ªnica como met¨¢fora suprema, la enfermedad como idioma del cuerpo, el dolor como ¡°conciencia de estar vivo¡± y el sistema sanitario como quintaesencia de la normatividad. Una literatura m¨¦dica, pero tambi¨¦n biopol¨ªtica. Y aunque Sistema nervioso ampl¨ªa el campo de acci¨®n (m¨¢s personajes donde antes hab¨ªa un solo paciente, por ejemplo) es evidente que, al repetirse, Meruane ha aceptado neutralizar la sorpresa de su escritura.
No obstante, una vez sorteado el parecido con sus anteriores novelas, que quiz¨¢ conformen una trilog¨ªa con ¨¦sta, hay sobradas virtudes y singularidades en Sistema nervioso. Por ejemplo en la disecci¨®n de la estructura familiar, las sutiles tramas de celos, suplantaciones y resentimientos que mantienen unida una familia. En cierto sentido, el da?o es una clave de permanencia del v¨ªnculo, una retorcida forma de amor. Aqu¨ª la escritura de Meruane alcanza su m¨¢s hermosa fatalidad, su juego de met¨¢foras se extrema y un ¨¢tomo es una galaxia, un hospital un estado, un ¨®rgano da?ado un pa¨ªs, un adjetivo un c¨¢ncer, una familia un cosmos y la entrop¨ªa del cosmos una cuesti¨®n personal. Y ya no podemos hablar de met¨¢fora, sino de tragedia: la afortunada encarnaci¨®n de un movimiento de miedo, despedida y vulnerabilidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.