M¨²sica para comunicarse con lo extraterrestre

Si un ser c¨®smico descendiese hoy hasta la Tierra y el ser humano tuviese que comunicarse con ¨¦l, la primera y mejor opci¨®n ser¨ªa ponerle alg¨²n tema de Pink Floyd. Lo primero, porque est¨¢ claro que su m¨²sica est¨¢ compuesta para relacionarse con lo extraterrestre y, lo segundo, porque siendo uno de los grupos m¨¢s importantes del rock es adecuado que los visitantes intergal¨¢cticos vayan conociendo la cultura del planeta.

Pink Floyd naci¨® en los a?os 60, en el verano del amor, pero su sonido parec¨ªa una regresi¨®n del futuro. Curtidos en el movimiento underground londinense, grabaron un primer disco, The Piper at the Gates of Dawn (1967), que parec¨ªa estar llamado al fracaso por su vanguardismo; supuso, en cambio, el primer ¨¦xito de la banda, que desde entonces no hizo m¨¢s que ascender hacia el universo que buscaba con sus canciones.

EL PA?S ha reunido toda la discograf¨ªa del grupo en una colecci¨®n que remasteriza el sonido y lo presenta en formato digipack. La primera entrega llega a los quioscos el pr¨®ximo domingo, por 9,95 euros. Tambi¨¦n se puede conseguir en la p¨¢gina web de Colecciones del diario.

Los temas de Pink Floyd desaf¨ªan los tiempos imperantes en la m¨²sica, con canciones de longitudes imposibles. Sus creaciones parten de la experimentaci¨®n durante horas y horas en el estudio, del regocijo de la composici¨®n. Eso les ha permitido ofrecer discos de un alto nivel de complejidad que no han respondido a la petici¨®n de la industria, sino a sus propias exigencias. Nick Mason ha explicado en varias ocasiones que negociaron con la discogr¨¢fica para tener el estudio disponible durante m¨¢s tiempo a cambio de menos royalties, para trabajar los sonidos y no limitarse a obtener la mejor toma.

En ese terreno se han valido de la tecnolog¨ªa. Sintetizadores y otros aparatos electr¨®nicos formaron parte de sus instrumentos habituales, aunque, como se puede ver en el documental Live at Pompeii, algunos efectos se consiguen de una manera m¨¢s rudimentaria de lo que pueda parecer.

Pink Floyd ha vendido m¨¢s de 200 millones de discos. The Dark Side of the Moon, Wish you Were Here, Animals, Pulse y The Division Bell son algunos de los m¨¢s populares, todos marcados por ese af¨¢n de reinventar la rueda. Sus temas, sus portadas y hasta sus conciertos son famosos por el nivel de espectacularidad que lograron. El universo sensorial que construyeron queda recogido en la colecci¨®n Pink Floyd. Las 16 entregas re¨²nen todos sus discos de estudio, pero adem¨¢s la n¨²mero dos, The Wall, y la seis, Ummagumma, contienen un segundo disco con el directo. La ¨²ltima entrega, Pulse, es DVD.

Son muchos los azares que ha vivido el grupo, incluyendo la muerte de Syd Barrett, el cantante original, y la de Richard Wright, el teclista; en cambio, su m¨²sica sigue siendo un referente para los creadores actuales y sus miembros contin¨²an atrayendo a miles de personas a sus conciertos individuales y apariciones p¨²blicas. En 2005, cuando se les vio tocar en el concierto Live 8 de Londres, recordaron por qu¨¦ todav¨ªa hoy los ecos de Pink Floyd todav¨ªa retumban tan fuerte.

Las entregas tienen un precio de 9,95 euros, excepto las dos dobles, que cuestan 12,95 euros y la ¨²ltima entrega, un doble DVD, 14,95.?