Lectura para privilegiados
La sordidez, la vulgaridad, las falsas apariencias; ese es el territorio privilegiado de caza en que se desenvuelve la depredadora Elizabeth Taylor

A pesar de tener varias novelas editadas en Espa?a, Elizabeth Taylor no ha acabado de encontrar en nuestro pa¨ªs el reconocimiento que se debe una escritora de su val¨ªa. Como sus relatos poseen una calidad unitaria, me detendr¨¦ en tres como modelos. El primero es Un viejo ¨¢gil. Un hombre mayor que se ha quedado solo y ciego es internado en un hogar para invidentes en medio del campo, que para ¨¦l es ¡°la ausencia de ciudad¡±. Lo acepta mal (¡°yo no soy as¨ª¡±), pero acaba por resignarse. Su humillaci¨®n y su resistencia a integrarse le impiden encontrar verdaderos contactos. Al fin se atreve a salir del hogar, siente el v¨¦rtigo de la p¨¦rdida de referencia espacial, acaba desorientado en la parada de un autob¨²s cuya conductora le recoge y acaba haciendo amistad con el clan de los conductores, ante los que despliega dos artes de seducci¨®n: una actitud de superioridad (¡°yo soy ciego¡±) y un protagonismo que esconde su temor (exhibe sus recuerdos). Busca atenci¨®n y favor, se halla indefenso y necesitado de hacer algo, pero su ¨¢mbito es s¨®lo el mundo de cabezas huecas y vulgaridad del que nunca saldr¨¢. Su soledad se muestra por el doble juego de un mon¨®logo: el suyo con los otros (exterior) y lo que al mismo tiempo piensa (interior), un contraste ingenioso. Est¨¢ tan bien contado que la continuidad queda en manos del lector.
El segundo relato, Here Park, parte de una situaci¨®n excelente: una familia (la clase, la tradici¨®n) se ve obligada a dejar que su mansi¨®n sea visitada por zafios turistas. Lo interesante aqu¨ª es el punto de vista: el hijo de la familia, un chico que se une al tour porque encuentra en ¨¦l a un antiguo compa?ero del colegio de clase inferior. Las sensaciones y reacciones del hijo, punteadas por comentarios de la madre (escandalizada y humillada) y del padre (encantado de sacar un dinero a su decadencia), y los vulgares comentarios de las visitas y su compa?ero de estudios dan lugar a un afilado an¨¢lisis de sentimientos y actitudes sociales de una finura y sugerencia admirables. Este relato, como el anterior, es de final inconcluso, pero es un relato de situaci¨®n m¨¢s arriesgado y complejo.
Un hombre entregado representar¨ªa, entonces, el tipo de relato de extrema intensidad en la sencillez, cuyo final encierra tambi¨¦n y deliberadamente, una conclusi¨®n que no queda a expensas del lector como los anteriores, extremadamente sugeridos, sino que concluye con precisa intenci¨®n. Es la soberbia historia de un camarero y una camarera que trabajan en un local vulgar de clientes ordinarios; hartos, consiguen empleo en un peque?o y sofisticado hotel haci¨¦ndose pasar por matrimonio. El hombre, previsor y meticuloso, se ocupa de que la situaci¨®n parezca correcta en todo momento (han de alojarse en una sola habitaci¨®n y fingir lo que no son, y no se permiten ninguna emoci¨®n afectiva o amorosa), pero un d¨ªa el hombre coloca en la habitaci¨®n el retrato de un joven al que hace pasar por hijo para redondear la falacia y justamente por ah¨ª surgir¨¢ el soberbio planteamiento que culmina el relato.
La sordidez, la vulgaridad, las falsas apariencias, el turbio mundo de la clase media brit¨¢nica posimperial (hoy enfangada en su decadencia, su nostalgia y su Brexit) reducida a la mediocridad con toda la frustraci¨®n y maldad que conlleva ese modo de vida, es el territorio privilegiado de caza en que se desenvuelve esta escritora l¨²cida y depredadora. La resignaci¨®n es el l¨ªmite donde se detienen los sentimientos de sus personajes y esa frontera es la l¨ªnea de fuerza de su admirable escritura. Una lectura para privilegiados.
El orden equivocado y otros cuentos. Elizabeth Taylor. Traducci¨®n de Socorro Gim¨¦nez Cubillos. Editorial Elba, 2019. 368 p¨¢ginas. 23 euros.
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