Bert¨ªn Osborne: ¡°Antes compraba voluntades¡±
El cantante, que empez¨® trabajando como ejecutivo de exportaci¨®n en Rumasa, triunfa en televisi¨®n despu¨¦s de reinventarse
Un mediod¨ªa nublado en su Hacienda San Jos¨¦, de Sevilla. Extra?a que Bert¨ªn Osborne?(64 a?os) no nos haya invitado a comer. Busc¨¢bamos que trasladara su formato televisivo a la humilde prensa escrita. Pero nada m¨¢s sentarse, ya avisa: ¡°Unos primos m¨ªos van a traer algo de carne buena, ?os apetece?¡±.
Pregunta. Ya nos ha reventado la primera pregunta. Le iba a comentar que por qu¨¦ no nos invitaba a comer.
Respuesta. ?Pues mira!
P. ?Por qu¨¦ no le gustan las entrevistas desde que usted mismo las hace?
R. A m¨ª, me divierten. Pero ahora me llaman siete veces por semana y para no quedar mal, prefiero no hacerlas, por sistema.
P. ?No ser¨¢ que en este desmadre de las redes se asusta de s¨ª mismo?
R. A m¨ª, eso, me la sopla. Creo que yo tengo y me lo llevan en la oficina. Pero para hacerlo, me tienen que obligar.
P. ?A qu¨¦ le fastidia que le obliguen?
R. Despu¨¦s de 37 a?os de profesi¨®n como cantante no te planteas si te apetecen cosas o no. M¨¢s bien si te convienen.
P. ?El ni?o Bert¨ªn era como el hombre de ahora?
R. Un cachondo. Hasta los 14 a?os lo hac¨ªa todo muy bien. Pero descubr¨ª la vida. Siempre he sido ordenado. El deporte me ha salvado. Mi padre me obligaba a jugar al tenis, pero a m¨ª me gustaba el f¨²tbol. Ahora juego al p¨¢del. Es lo que me queda.
P. No nos quiera convencer ahora de que esa fama de gran vividor no existe.
R. Lo he sido durante bastantes a?os, pero dentro de un orden.
P. ?Gran vividor dentro de un orden? Expl¨ªquenos el concepto.
R. No me ver¨¢s en una discoteca a las tres de la ma?ana. Bueno, menos en Miami, en los noventa. Ah¨ª estaba desbocao. Dentro de un orden¡
P. Y dale¡
R. Yo soy diurno. Hay horas para todo. Soy disfrut¨®n m¨¢s que vividor. Como mi padre.
P. Ha salido ya su padre en la conversaci¨®n dos veces. ?C¨®mo era?
R. Una persona muy estricta. Me dio muy buena educaci¨®n y poco dinero, que es lo que tienen que hacer los padres. Una vez me hicieron un test y di coeficiente alto. As¨ª que dijo: con arreglo a esto, te voy a exigir. Si sacaba menos de un siete, castigo. Sal¨ªa s¨®lo a entrenar. Cuando me liber¨¦ de aquello, me convert¨ª en una especie de salvaje. Encima, boxeaba.
P. Todo un atleta.
R. Y eso que me ves con camisa. Si me la quito, te asustas.
P. Antes de la m¨²sica, ?en qu¨¦ trabaj¨®?
R. Empec¨¦ con 19 a?os en Rumasa. Cuatro a?os con Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos como ejecutivo de exportaci¨®n. Vend¨ªa vino en Europa. Lo disfrut¨¦ much¨ªsimo y acab¨¦ dominando tres idiomas.
P. ?Qu¨¦ aprendi¨®?
R. A vender cosas. Ahora vendo discos; antes, mucho vino. Montaba tinglados muy divertidos.
P. ?C¨®mo qu¨¦?
R. Antes, compraba voluntades.
P. Esos delitos ya han prescrito, ?no?
R. S¨ª, s¨ª. Montabas circos y no me arrepiento para nada. Me hice un nombre y todo. Te lo juro. Me llamaban Osborne black bull (toro Osborne). Ruiz Mateos me puso de ejemplo muchas veces. Me mandaba v¨ªrgenes y estampitas. ¡°?Aprended del ni?o!¡±, dec¨ªa.
P. Cu¨¢ndo lanzaron su carrera como cantante despu¨¦s, ?lo pretend¨ªan explotar algo as¨ª como a un Julio Iglesias maromo?
R. Vale, s¨ª. Eso no fue cosa m¨ªa, la compa?¨ªa de discos se empe?¨®. Ten¨ªa que salir con traje y corbata cuando no me las hab¨ªa puesto en la puta vida. Y muy repeinao. Hac¨ªa country y rock con mis amigos. Hasta que me puse a cantar Amor mediterr¨¢neo y Buenas noches, se?ora.
P. ?No se sent¨ªa c¨®modo?
R. No¡ Y me sigo sin sentir c¨®modo. Es un sambenito.
P. Pero ahora, con su programa pelotazo en Telecinco, ?es m¨¢s Bert¨ªn que nunca?
R. En cuanto he podido hacer lo que me da la gana, s¨ª. La gente conmigo se equivoca poco. Soy lo que ves, caiga quien caiga.
P. ?Qui¨¦n es?
R. Pues mira, un t¨ªo muy de campo. La ant¨ªtesis del artista o del tipo que vive en clave de artista. S¨®lo me siento as¨ª encima del escenario, ni siquiera en televisi¨®n.
P. ?Y el padre Bert¨ªn?
R. La primera camada me cogi¨® muy jovencito. Fue muy dif¨ªcil llevarlo. No los vi crecer a los tres primeros que tuve con Sandra Figueroa. Ten¨ªa 21 a?os cuando naci¨® mi primer hijo, que muri¨®, con un mes.
P. Eso debe quedar dentro.
R. Se me fue en brazos. Ten¨ªa una malformaci¨®n en el h¨ªgado. Eran las tres de la ma?ana. Cuando me dijeron que no sal¨ªa lo cog¨ª y se muri¨®. Tragedias personales, hemos vivido muchas en mi casa. Mi madre y mi primera esposa tambi¨¦n murieron muy j¨®venes.
P. Ahora es usted abuelo y tiene adem¨¢s hijos menores.
R. Tengo nietos mayores que mis hijos de mi segundo matrimonio con Fabiola. Me divierto con ello: les intento inculcar la mentalidad de deportista, nada de tabletas o como se llame eso: un bal¨®n o una raqueta.
P. Y en esta reinvenci¨®n televisiva va usted a la esencia. Simplemente, hablar con alguien.
R. Recuperar lo que se hac¨ªa antes. Sin mirar el reloj. Yo era un loco de La clave, el programa de Balb¨ªn. O de Jos¨¦ Mar¨ªa ??igo.
P. ?A qui¨¦n no invitar¨ªa a su programa?
R. Me llegaron a proponer entrevistar a Maduro. Es al ¨²nico que no he querido. Mi manera de hacer el programa es amable. Y eso iba a ser muy duro para ambos. M¨¢s que no invitar, tengo la espinita clavada de quienes todav¨ªa no han venido. Felipe Gonz¨¢lez, por ejemplo. Si se presentara, lo votar¨ªa. O Arturo P¨¦rez Reverte: me parece un crack. Lo vamos a traer.