¡°El cosmos es una noticia falsa¡±
El actor Rafael ?lvarez, 'El Brujo', viaja por Espa?a con la obra de teatro 'Dos tablas y una pasi¨®n'
Rafael ?lvarez, El Brujo (Lucena, C¨®rdoba, 68 a?os), lleva el Siglo de Oro dentro. Disuelta en la sangre a Santa Teresa, tatuado en la piel a Quevedo, a Lope de Vega y Calder¨®n en el ombligo y a Shakespeare o Cervantes en la frente. Los cl¨¢sicos le salen de la boca y del resto del cuerpo de manera org¨¢nica. Sabiamente, los trae a la bandeja de la vida como si anduvieran vivos y atentos a cada desm¨¢n, con una precisa ducha de palabras para entender los desprop¨®sitos del presente. Viaja ahora por Espa?a con su espect¨¢culo Dos tablas y una pasi¨®n. La charla se desarrolla en Santander tras haberse metido en el bolsillo en dos funciones a 1.000 personas.
Pregunta. Acabamos de escucharle comparar a Don Juan Tenorio con Darth Vader. ?Tan mal lo ve?
Respuesta. S¨ª. Y si viviera hoy, participar¨ªa en Supervivientes, por fr¨ªvolo. Es un s¨ªmbolo del egocentrismo. De quien est¨¢ enamorado es de s¨ª mismo, el fanfarr¨®n. Si la fuerza es el amor, el Tenorio es el lado oscuro. Mientras que el Caballero de Olmedo es un jedi. Lo curioso es que las dos mujeres se llamen In¨¦s. Y que sean perlas.
P. ?Por qu¨¦ coinciden las met¨¢foras?
R. Existe una corriente subterr¨¢nea de met¨¢foras en toda la historia.
P. ?Y c¨®mo escapan del lugar com¨²n?
R. A m¨ª el lugar com¨²n me parece interesante. Vengo del teatro popular. El pueblo es sabio en la ignorancia. Pero ?en qu¨¦ ignorancia? De cosas que son un barniz. La sabidur¨ªa es otro asunto. Ah¨ª es donde conectan los buenos poetas. Dec¨ªa Valle-Incl¨¢n, con quien ando ahora, que el verbo de los poetas no se descifra por gram¨¢tica, sino por el milagro musical del sonido. Es el duende del flamenco. No tiene nada que ver con la cultura. Es algo m¨¢s misterioso, nada aprendido.
P. De ah¨ª que la poes¨ªa deba ser dicha, m¨¢s que le¨ªda. ?En usted eso ya es org¨¢nico?
R. Es org¨¢nico porque va en funci¨®n de la necesidad. De la b¨²squeda de la pureza y no del exhibicionismo. Hay escritores brillant¨ªsimos que no iluminan.
P. ?Por el artificio?
R. S¨ª, por manierismo. La clave para recitar en pueblos perdidos, como un c¨®mico de la legua, no es lucirte; es ser consciente de que lo haces para sobrevivir. Ah¨ª conectas. Cuando lo interpretas para que ellos lo entiendan, no para deslumbrarlos. Cuando escuchas: ¡°?Que vuelva otra vez!¡± En eso te van las habichuelas.
P. Para entender el Barroco, ?qu¨¦ viaje debe uno emprender?
R. Adentrarte ah¨ª es buscar el contraste entre la belleza y la muerte. Despertar de la conciencia hacia el misterio.
P. Eso, a efectos metaf¨ªsicos, pero a efectos pr¨¢cticos, ?qu¨¦ nos ense?a el Barroco? ?Existe un retorcimiento que lo emparenta con la posmodernidad?
R. Para m¨ª no es retorcido. G¨®ngora, Fray Luis, Quevedo, Santa Teresa, Lope¡ todos andan en lo mismo: contarnos que lo que vemos no es la realidad. Que todo es una gran noticia falsa. El cosmos es una noticia falsa. Al final, por m¨¢s vueltas que demos, todos llegamos a la misma conclusi¨®n: me voy a morir. Mejor que lo hagamos cuando nos hayamos comido el mundo y no cuando el mundo nos haya comido.
P. ?Y usted ha llegado antes o despu¨¦s? ?Qu¨¦ revelaci¨®n le falta por descubrir?
R. ?Hombre! Muchas. Cuando experimentas la ausencia de dolor despu¨¦s del dolor encuentras cantidad de cosas. Y te muestras agradecido a la existencia.
P. ?Cumpli¨® sus sue?os?
R. Yo, de peque?o, quer¨ªa ser marinero. Pero viv¨ªa en tierra de secano y mi mar era un mar de olivos. A los 28 a?os, me fui hasta R¨®terdam para embarcar en la marina mercante, pero no lo logr¨¦.
P. ?Cu¨¢l fue su para¨ªso inici¨¢tico?
R. El cine de verano y las siestas en el parque, antes de jugar con las chicas al pa?uelito.
P. ?Y c¨®mo le sedujeron el teatro y la poes¨ªa?
R. Con Garc¨ªa Lorca. A los 15 o los 16 a?os. El Romancero gitano, por la manera extra?a de decir cosas. El no entender entendiendo: ¡°Sangre resbalada gime / muda canci¨®n de serpiente¡±. Me lo aprend¨ª de memoria. Era la hostia.
P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® quedarse solo en los escenarios?
R. En Roma, cuando vi a Dar¨ªo Fo y le ped¨ª los derechos para hacer San Francisco, juglar de Dios. Fue una revelaci¨®n. Supe que aquello lo pod¨ªa hacer yo, con tiempo. Quise intentar eso mismo con el teatro espa?ol. Mi propio gazpacho, ?sabes? Y de ah¨ª sali¨® El Lazarillo. Hasta hoy.
P. Usted, que tanto brillo le saca a la Espa?a negra, ?qu¨¦ le dice a quienes no entienden que somos mestizos desde Atapuerca?
R. El problema de la ignorancia es no reconocerla. La arrogancia que acarrea esa ignorancia. Tenemos mucho tarugo en los despachos. Mucha insatisfacci¨®n que se quiere compensar con grandeza. Por eso hay que aprender del Barroco: ese todo es nada. La cultura no es saber para distinguirse de los dem¨¢s, sino conciencia de que todos somos los dem¨¢s.
P. ?Compasi¨®n y complicidad?
R. Exacto. Nadie es m¨¢s que nadie.
P. ?Con qu¨¦ verso arreglar¨ªamos este no querer ponerse de acuerdo para gobernar?
R. Machado: ¡°Se hace camino al andar¡±. En la pol¨ªtica existe ese prejuicio de querer acomodar al resto a lo tuyo. La ideolog¨ªa no resulta cient¨ªfica. Es un prejuicio. Coquetea con la religi¨®n sin plantearse las grandes preguntas a las que llevan estas.?