Dualidad

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Maternidad grotesca

En el incierto panorama audiovisual, la dicotom¨ªa entre series y cine est¨¢ ofreciendo extra?os fen¨®menos. Bombshell (El esc¨¢ndalo), uno de los estrenos en sala de la pr¨®xima temporada, tendr¨¢ como a diana a Roger Ailes, el siniestro ultraderechista fundador de Fox News y blanco tambi¨¦n de la reciente miniserie La voz m¨¢s alta. En el anuncio se puede ver a tres estrellas, Nicole Kidman, Charlize Theron y Margot Robbie, en un ascensor con un aire que se debate entre la amenaza y el p¨¢nico (con actrices de ese nivel ambas emociones pueden jugar parejas). El tr¨¢iler pone as¨ª el acento en las mujeres que lideraron la ca¨ªda de un hombre que aprovech¨® su poder para acosarlas y humillarlas. As¨ª se desmarca de la miniserie, que pese a contar con int¨¦rpretes tan conocidas como Naomi Watts, f¨ªa su mejor baza a su estrella masculina, Russell Crowe. En la pel¨ªcula ser¨¢ un actor de car¨¢cter John Lithgow, quien de vida al monstruo.

No es el ¨²nico ejemplo en el que la dualidad serie-cine plantea interrogantes. Silvio (y los otros), de Paolo Sorrentino, se estren¨® como una pel¨ªcula en dos partes para luego ofrecerse en las pantallas caseras con la etiqueta de miniserie, formato que instaur¨® en 2010 la emblem¨¢tica Carlos de Oliver Assayas. Este oto?o, adem¨¢s, se estrenar¨¢ la versi¨®n cinematogr¨¢fica de una de las series m¨¢s populares de los ¨²ltimos a?os, Downton Abbey. Pero, ?hasta qu¨¦ punto determina el ¨¦xito de una serie el de la pel¨ªcula? Si nacen en paralelo, ?es mejor lanzar primero la pel¨ªcula y luego la serie, o al rev¨¦s? ?Se puede amortizar una pel¨ªcula troce¨¢ndola como si fuera una miniserie? A¨²n no hay respuestas concluyentes sobre si estamos ante estrategias razonables o simples palos de ciego.