Anabel Alonso: ¡°Ahora hay que cog¨¦rsela con papel de fumar¡±
La actriz ha logrado un ¨¦xito sostenido, sin ruido pero tambi¨¦n sin preocupantes silencios, al menos hasta que se convirti¨® en Twitter en azote de la derecha espa?ola
Anabel Alonso acaba de arrancar el rodaje de su sexta temporada de la serie de Antena 3?Amar es para siempre. Seis a?os estuvo tambi¨¦n en otra serie, la que m¨¢s ¨¦xito le ha dado: Siete vidas. Antes, en 1993, fue chica Almod¨®var en Kika y amago de estrella en Los ladrones van a la oficina. Desde entonces, ha mezclado la comedia con la actuaci¨®n. El ¨¦xito ha sido sostenido, sin ruido pero tambi¨¦n sin preocupantes silencios. Al menos, hasta que se abri¨® su cuenta en Twitter y se convirti¨® en el azote de la derecha espa?ola. Cuando lo combativo parece haberse tomado un descanso en el cine espa?ol, Anabel Alonso (Barakaldo, 54 a?os) es una feliz anomal¨ªa.
Pregunta. ?Es complicado hacer humor? ?Hay demasiadas minas que se pueden pisar?
Respuesta. Uy, s¨ª. Ahora hay que cog¨¦rsela con papel de fumar. El humor se basa en no tener pudor y ser capaz de re¨ªrse de uno mismo, pero ahora todos pueden sentirse ofendidos con cualquier cosa. La libertad que ten¨ªamos en este aspecto en los ochenta es hoy impensable. El v¨ªdeo aquel de Javier Krahe cocinando el crucifijo hoy es impensable. Si en el franquismo hab¨ªa una censura pol¨ªtica, ahora hay una censura social, de herir sentimientos, no s¨¦ c¨®mo describirla. Si haces un chiste sobre narizotas te sale un tipo en defensa de los narizotas afe¨¢ndote el asunto¡ no s¨¦.
P. ?Cree que no hay que tener miedo a embarrarse?
R. A veces, el silencio es peor que la mentira. Hay que mojarse. Lo digo desde una edad y una posici¨®n, entre comillas, privilegiada. Especialmente en este momento hay que decir las cosas, estar en desacuerdo. Las redes sociales te permiten conversar con los pol¨ªticos. Yo lo hago. Y muchos me contestan, pero en demasiadas ocasiones con un lenguaje barriobajero. Un servidor p¨²blico no puede contestar as¨ª. Yo espero de los pol¨ªticos educaci¨®n, altura ¨¦tica y moral, pero me he quedado desagradablemente sorprendida.
P.??A qui¨¦n bloquea en su Twitter?
R. A troles e indocumentados.
P. ?A Toni Cant¨®?
R. ?Qu¨¦ va! Ni a Marcos de Quinto. Ni siquiera a Girauta. Fue ¨¦l quien me bloque¨® a m¨ª.
P. ?Pero no deber¨ªa ser el ciudadano el que bloquea al pol¨ªtico?
R. Exacto. Mira, para lo que quieren es una cuenta personal; para lo que no, pues ya no.
P. ?Cree haberse pasado alguna vez con alg¨²n tuit?
R. Sinceramente, nunca.
P. ?Ni con la broma sobre la gastroenteritis de Albert Rivera [le dijo que hab¨ªa algunas cosas "dif¨ªciles de digerir"]?
R. A m¨ª me pareci¨® una iron¨ªa. Hay cosas que se digieren mal. No brome¨¦ con nada terminal, es algo que hemos pasado todos varias veces. Aquello fue como cuando Quevedo dijo: "Voy a llamar coja a la Reina". Le contestaron que jam¨¢s lo har¨ªa. Entonces, fue y le puso enfrente un ramo de claveles y otro de rosas: "Entre el clavel y la rosa, su majestad escoja".
P. ?Esperaba usted convertirse en tuitera revelaci¨®n?
R. Estoy alucinada. De repente, me empezaron a subir los seguidores y la gente me anima por la calle a dar ca?a a los pol¨ªticos. No sab¨ªa que ten¨ªa ese don oculto.
P. En el terreno de la protesta, se siente sola en su gremio. ?Se siente usted la ¨²ltima titiritera?
R. A ver¡ ya. No s¨¦, a veces lo he pensado¡
P. ?Echa de menos la protesta en el cine espa?ol actual?
R. All¨¢ cada uno, que se comporte como pueda y como quiera. No voy a opinar sobre sus decisiones. ?Que me gustar¨ªa que hubiera m¨¢s voces discrepantes? Pues s¨ª. ?Que me molesta? Pues no, no ser¨ªa la palabra.
P. ?Le han advertido sobre los riesgos de soltar sus opiniones?
R. Algunos me dicen: "Anabel, ten cuidado". Otros: "Anabel, me gustar¨ªa darte like a todo lo que dices, pero¡". Yo qu¨¦ s¨¦. De todo. Aunque no solo desde mi gremio, tambi¨¦n desde otros. Si va a haber alguna represalia, qu¨¦ le vamos a hacer. Yo tengo la conciencia tranquila, discrepo de forma educada.
P. ?C¨®mo cambi¨® su vida desde que sali¨® del armario [confes¨® p¨²blicamente su homosexualidad hace dos a?os]?
R. Yo creo que el armario m¨¢s peligroso es el que se pone uno mismo. Adem¨¢s, lo de la condici¨®n sexual hoy es muy relativo. Ahora todo es m¨¢s fluido: ahora estoy con una mujer, ahora con un hombre¡ Yo siempre he vivido mi sexualidad con normalidad y relajadamente. Jam¨¢s me ocult¨¦ ni me invent¨¦ parejas. Tampoco hay que salir al balc¨®n y gritar. Cuando se da, se da. Pero los retrogres?intentan estigmatizar a los adolescentes y a la gente de zonas poco pobladas, donde es m¨¢s complicado vivir la homosexualidad.
P. ?Qu¨¦ es un retrogre?
R. Lo contrario de un progre.
P. Pero progre es una palabra muy vieja, ?no?
R. S¨ª, pero los retrogres la usan, est¨¢ en su ADN viejo.
P. ?Para qu¨¦ le sirvi¨® Masterchef?
R. Mira, ah¨ª de repente soy yo, enfrent¨¢ndome a situaciones nuevas. Se trata de retos y de la capacidad que tengo para salir de ellos. Me dicen que est¨¢ ¡°guionizado¡±, pero no es cierto. No te da tiempo de fingir nada. Los gritos son los gritos. Es cierto lo que dec¨ªamos Bibi [Bibiana Fern¨¢ndez] y yo durante la emisi¨®n: "He llorado m¨¢s en este programa que en el entierro de mi padre". Me gust¨® mucho. Ojal¨¢ pudiera repetir.