Al rescate de las pioneras olvidadas
Un proyecto audiovisual resucita 'online' a pensadoras como Hildegart Rodr¨ªguez o Carmen Laforet a trav¨¦s de las cartas donde expon¨ªan sus ideas
Se dice que a los dos a?os ya le¨ªa. Con 14, escrib¨ªa en varios peri¨®dicos y revistas. A¨²n no hab¨ªa superado la adolescencia cuando se hizo abogada: la m¨¢s joven de Espa?a, c¨®mo no. As¨ª que tambi¨¦n se puso a estudiar dos carreras m¨¢s, Filosof¨ªa y Medicina. Hildegart Rodr¨ªguez naci¨® acelerando, vivi¨® deprisa y, aun as¨ª, el tiempo apenas le bast¨®. Logr¨® publicar m¨¢s de una quincena de libros, abrazar y luego abandonar el socialismo, defender la rep¨²blica, dudar del marxismo y dar pasos hacia la anarqu¨ªa. Pero, sobre todo, abander¨® una reforma sexual que consideraba clave para modernizar Espa?a. Y todo ello, con solo 18 a?os. De ah¨ª que resulte inevitable preguntarse hasta d¨®nde la habr¨ªan llevado su inteligencia y su atrevimiento, si la arena de su reloj no hubiera terminado tan pronto. Precisamente esas dos virtudes le costaron la vida: su madre empez¨® a aborrecer el rumbo revolucionario de su hija. Desde luego, no la hab¨ªa concebido para eso. As¨ª que la noche de 9 de junio de 1933, mientras su ni?a dorm¨ªa, le dispar¨® cuatro balas.
El s¨ªmbolo, sin embargo, sobrevivi¨® a aquella atrocidad. Y con ¨¦l, las ideas que Rodr¨ªguez defend¨ªa. Ahora, hasta la imagen de la pensadora resucita, gracias al proyecto Cartasvivas, lanzado por la cineasta y profesora de la Universidad de Barcelona Paula Ortiz y la catedr¨¢tica de la Universidad de Exeter y escritora Nuria Capdevila-Arg¨¹elles. La iniciativa, disponible desde hoy online, pretende ense?ar a trav¨¦s de sus misivas la memoria y el pensamiento de mujeres claves del siglo XX espa?ol y latinoamericano, a menudo condenadas al olvido exclusivamente por su sexo.
Para ello, la actriz Sandra Escacena se ha metido en la piel de Rodr¨ªguez: en los cuatro v¨ªdeos que ofrece la web, interpreta fragmentos de las misivas que la soci¨®loga enviaba a Havelock Ellis, el padre de la sexolog¨ªa, y que encerraban su visi¨®n del mundo. De momento, Cartavivas tambi¨¦n ha recuperado a Pilar Primo de Rivera (encarnada por Consuelo Trujillo) y a Carmen Laforet (a quien interpreta Marian ?lvarez). Aunque est¨¢ previsto que el proyecto se vaya ampliando en los pr¨®ximos a?os y tambi¨¦n revivan las letras y las opiniones de Mercedes Pinto, Teresa Wilms Montt, Gloria Fuertes, Elisabeth Mulder o Pepita Pardel.
¡°Quer¨ªamos rescatar las voces enterradas de varias mujeres clave. ?D¨®nde est¨¢ su pensamiento? Muchas lo expresaron en sus textos privados, ya que en el contexto p¨²blico no se les daba la oportunidad. Y ah¨ª planteaban sus teor¨ªas pol¨ªticas, sociales o art¨ªsticas. Merec¨ªa la pena sacarlas a la luz¡±, asevera Ortiz por tel¨¦fono. La directora crey¨® que, adem¨¢s, el formato audiovisual garantizar¨ªa un impacto mayor y m¨¢s inmediato. Alumnos de las Universidades de Barcelona y Exeter tambi¨¦n han trabajado en la elaboraci¨®n de los v¨ªdeos de Cartasvivas, que cuenta con el apoyo de la Fundaci¨®n Banco Santander.
Adem¨¢s de la memoria, la iniciativa tambi¨¦n quiere homenajear a ¡°las contradicciones¡±, seg¨²n Ortiz. No por nada el punto de partida no puede ser m¨¢s variado: una joven soci¨®loga indomable que se crio en el socialismo y acab¨® mucho m¨¢s a la izquierda; la hija del dictador Primo de Rivera, y fundadora de la secci¨®n femenina de la Falange; y la autora m¨¢s joven en ganar el premio Nadal, en 1947, por la rompedora novela Nada. ¡°Fueron tres mujeres con personalidades activas, revolucionarias en lo suyo. Y muy distintas en edades e ideolog¨ªas¡±, aclara Ortiz. De Laforet la directora dice que ¡°pocas veces se puede encontrar a una escritora tan profunda y capaz de afrontar con tanta honestidad y desnudez temas como el arte, el techo de cristal, la pol¨ªtica o la maternidad¡±, desde un punto de vista femenino. Y sobre la elecci¨®n m¨¢s controvertida, Ortiz explica: ¡°Evidentemente, no compartimos las ideas de Pilar Primo de Rivera. Pero fue una pionera, una mujer de Estado, con poder, en medio de la dictadura¡±.
La directora espera que el proyecto tenga una funci¨®n pedag¨®gica, ¡°saque del silencio a muchas mujeres y genere respeto y admiraci¨®n hacia este tremendo patrimonio femenino¡±. Ortiz conf¨ªa en que, tras ver los v¨ªdeos, m¨¢s de uno se pregunte d¨®nde hab¨ªa escondido la Historia a sus protagonistas. Ahora, por lo menos, ya se quedar¨¢n en Internet. Y en la memoria de quien quiera descubrirlas.
Babelia
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