Jos¨¦ Sacrist¨¢n: ¡°Antes monja que dar consejos a nadie¡±
El "espa?olito medio" de los setenta reivindica su "lucidez del perdedor" y confiesa que, a punto de cumplir 82 a?os, solo le aterran los tontos
Pepe Sacrist¨¢n, ¡°el hijo de la Nati y el Venancio¡± como gusta de presentarse, llega al teatro dos horas antes de salir a escena con la tranquilidad de tener todo el papel vendido y el aplomo de 60 a?os de oficio a la chepa. Lo de la chepa es metaf¨®rico. Aparenta 15 a?os menos de los 82 que cumple en unos d¨ªas y solo se queja de un runr¨²n en la rodilla. ¡°Ma?ana voy al traumat¨®logo, a ver qu¨¦ jodienda me saca¡±, suelta, primero de los tacos con los que carga su labia de metralleta. Luego, al salir a la calle, se topa sin met¨¢foras que valgan con la vicepresidenta Carmen Calvo, que viene de liquidar sin acuerdo su reuni¨®n con Podemos. ¡°Poneos de acuerdo¡±, le dispara Sacrist¨¢n a quemarropa. ?Le har¨¢n caso?
¡°Se acab¨® el teatro¡±, rezan hoy las cr¨®nicas de la ruptura entre PSOE y Unidas Podemos. Como c¨®mico ?le ofende la met¨¢fora?
No, porque es exacta. Hace tiempo que observo un paralelismo entre la clase pol¨ªtica y mi oficio. Est¨¢ el actor, y el pol¨ªtico, que razona, escucha y argumenta, y el que quiere dar la frase, el titular, el golpe de efecto. Los tengo calados. Lo malo es que, afortunadamente, a estas alturas puedo elegir a mis compa?eros de oficio, pero los pol¨ªticos los eliges y luego te llevan al punto en el que estamos. De la derecha no hablo, pero que en la izquierda, a estas alturas, no haya posibilidad de entendimiento es un desprop¨®sito.
?Y qu¨¦ hacemos al respecto?
Yo, como el t¨ªo Tom¨¢s de mi pueblo, creo que ¡°lo primero es antes¡±. A una edad, o tienes claras tus prioridades, o eres tonto. No puedo cabrearme m¨¢s, tengo casi 82 a?os y otras cosas que hacer.
Pues dicen los cr¨ªticos que est¨¢ en su mejor momento de forma.
No les llevar¨¦ la contraria, pero en este oficio se aprende cada d¨ªa, y espero seguir aprendiendo.
Se lo rifan los directores j¨®venes. ?Les chupa la juventud o le chupan la madurez?
Todoterreno
Jos¨¦ Sacrist¨¢n (Chinch¨®n, Madrid, 81 a?os) ha hecho de todo, aunque no siempre por su orden, en el cine, la escena y la tele. Y siempre te lo crees. Ahora interpreta al trasunto de Miguel Delibes de la obra Se?ora de rojo sobre fondo gris en el teatro Bellas Artes de Madrid.
Hay reciprocidad. Lo de ser a la vejez muso es conmovedor para el cr¨ªo de Chinch¨®n que quer¨ªa ser Tyrone Power en la Espa?a de posguerra, que hab¨ªa que echarle huevos. Cambian las herramientas, pero la constante de este oficio es contar historias, la pasi¨®n, la abnegaci¨®n, el sacrificio.
?Le piden consejo al mito?
?Qu¨¦ mito? Antes monja que dar consejos a nadie. Yo soy uno de andar por casa, de mesa camilla, todo lo m¨¢s de cama turca.
?Un tipo con suerte, entonces?
Digamos que ha habido que estar disponible, dispuesto y entrenado. Espabilado, esa es la palabra. El golpe de suerte fue que, justo antes de la muerte de Franco, hay un movimiento de tierras cultural y social y aparece el prototipo de h¨¦roe del espa?olito medio, ya no el gal¨¢n cl¨¢sico ni el c¨®mico de la legua de antes, sino ese tipo ni listo ni tonto, ni alto ni bajo, ni guapo ni feo, ese que soy yo en persona, y ah¨ª estaba yo para hacerme cargo de esas nuevas historias.
El espa?olito medio ha crecido.
Es m¨¢s alto, pero en algunas cosas fundamentales no hemos crecido tanto. En la parte del pensamiento, del razonamiento, de la educaci¨®n seguimos bajitos.
?D¨®nde reside la elegancia?
La elegancia me toca los cojones. Pero no me importa tratar de parecerme a quien me gusta. Y hay formas de andar por la vida, la de Fern¨¢n G¨®mez, la de Marsillach, que me gustan. Y hay una jeta que me fascina: la de Samuel Becket. Becket ten¨ªa una cara acojonante; era un mapa esa cara.
Ahora ese mapa se borra en quir¨®fano, o se filtra en las fotos.
Una l¨¢stima. Yo no tengo m¨®vil ni pienso tenerlo. No soy idiota, no tengo nada contra Internet, es un avance, pero con esa especie de terapia del disimulo por un lado y de la urgencia e inmediatez, por otro, nos perdemos a nosotros mismos, una forma de entendernos y comunicarnos.
?Cu¨¢l es la novedad m¨¢s sensacional que ha visto en su vida?
Marilyn Monroe.
?Y la revoluci¨®n feminista?
Hace mil a?os que vengo diciendo que los hombres somos un accidente, mano de obra, proveedores. El origen de todo es femenino y quien lo niegue, peor para ¨¦l.
?C¨®mo le salpica la muerte de sus coet¨¢neos al autor de la m¨ªtica frase ¡°cada vez disparan m¨¢s cerca¡±?
Me lleva salpicando desde que enterr¨¦ a mi hermana de 46 a?os por c¨¢ncer. Mis padres no entend¨ªan que yo quisiera ser lo que quer¨ªa. Pero Venancio era el adversario y la Nati la c¨®mplice. Cuando le dimos tierra a mi madre, tuvieron que sujetarme porque quer¨ªa tirarme al hoyo con ella.
?No tiene miedo a la parca?
Menos que a la necedad, que es homicida. Me aterran los tontos, hay que tener mucho cuidado con ellos. Al hijo de puta lo ves venir, el tonto es mortal de necesidad.
Que le quiten lo bailao, ?no?
Y lo por bailar. Tengo en el ADN la lucidez del perdedor. Vamos a morir todos, adem¨¢s rodeados de hijos de puta, ladrones y necios. Entonces, sabiendo que la guerra est¨¢ perdida, salgo cada d¨ªa a librar la batalla del respeto, la dignidad y la justicia con dos cojones y toda la alegr¨ªa del mundo. Esa idea de andar por la vida no me la va a quitar nadie.
Babelia
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