Una maravillosa mentira

El t¨¦rmino corte es el gran protagonista de una de las pel¨ªculas m¨¢s estimulantes del cine reciente: en el sentido de acci¨®n y efecto del verbo cortar; en el del filo con el que se taja algo, por ejemplo, una cabeza desmembrada de su cuello; y tambi¨¦n en el m¨¢s puro sentido cinematogr¨¢fico, con la t¨¦cnica de edici¨®n para cambiar de plano, y con el de la habitual voz del director para culminar una toma cualquiera en un rodaje. One Cut Of The Dead, tercer largometraje del japon¨¦s Sinichiro Ueda, es, como tambi¨¦n se ha dicho insistentemente de ?rase una vez en Hollywood, una carta de amor al cine. A su fase de realizaci¨®n y al acto de filmar y, como consecuencia, a la celebraci¨®n delante de una pantalla por parte del p¨²blico. A sus risas y a su asombro. Ueda ha compuesto una deslumbrante comedia de terror.

Que el cine es una gran y maravillosa mentira ya lo sab¨ªamos. Pero hasta ahora no nos lo hab¨ªan puesto delante de los ojos con esa gracia. Ueda divide en dos partes su pel¨ªcula, extra?a e inclasificable a pesar de haber sido definida con reiteraci¨®n como ¡°el Zombies party japon¨¦s¡±. En la primera, sin corte alguno y en un plano secuencia imborrable para la memoria, se narra el relato del rodaje de una pel¨ªcula de bajo presupuesto de muertos vivientes que se vuelve contra s¨ª misma cuando los reanimados reales parecen empezar a asaltar a los de ficci¨®n en su d¨ªa de trabajo f¨ªlmico.

En la segunda, tras 35 minutos de espectacular continuidad sin cortes, se entra en el terreno de una especie de As¨ª se hizo¡­, que trasciende la propia explicaci¨®n del oficio del cine y de la construcci¨®n narrativa para aterrizar en un terreno mucho m¨¢s sugestivo: el del alborozo, la sorpresa y la gloriosa desmitificaci¨®n.

El conjunto se convierte as¨ª en una descacharrante comedia metaling¨¹¨ªstica, de una enorme complejidad siendo particularmente sencilla, donde lo en apariencia rid¨ªculo adquiere la condici¨®n de sublime, como una versi¨®n cafre del elevado cinema v¨¦rite. Una filigrana narrativa con la que el espectador, entre carcajadas, puede hacer el ejercicio mental de sumar la c¨¢mara que realmente filma a las diversas c¨¢maras de ficci¨®n que se alinean a lo largo del encuadre, englobando as¨ª un espectacular fuera de campo en su mirada interior. One Cut Of The Dead, con su originalidad, emana amor al oficio del cine, y con su modestia, hace honor al lema de su director en la ficci¨®n representada: ¡°R¨¢pido y barato, pero presentable¡±.