Miserias de una joven en Corea
Una hermosa historia de la fea normalidad, de una discriminaci¨®n que no es violenta, de un dominio de baja intensidad pero que lastra a la mujer
En primer t¨¦rmino sorprende la sorpresa, el reguero de lectores cautivados por una historia tan corriente como la que viven, pero esa es precisamente la clave de que cientos de miles de coreanos, japoneses y otros asi¨¢ticos se hayan contagiado de un ¨¦xito que ahora llega a Espa?a. Kim Ji-young, nacida en 1982, es la novela corta de una vida corta, de una vida com¨²n, la de una chica cuyo nombre es el m¨¢s habitual en Corea del Sur y que salta de su infancia al instituto, al primer trabajo, a la maternidad y a un final impronunciable con las dificultades de cualquiera. Pero no de cualquier persona, sino de cualquier mujer. Y esa es la clave.
La narraci¨®n es tan directa y sint¨¦tica, despojada de adorno y lirismo, que pareciera que estamos charlando con una compa?era que nos cuenta los gajes de su vida a la espera de que, acto seguido, le contemos los nuestros. Pronto estaremos intercambiando miserias, ella con la pluma; nosotros, con el pensamiento: las peque?as dosis de abusos, techos, l¨ªmites e inconvenientes que tiene ser chica. Y todo parece tan brutalmente cotidiano que, si al comienzo sorprende esa sorpresa, lo que nos sorprender¨¢ luego es que no nos haya sorprendido todo esto mucho antes. Nos genera preguntas tan l¨²cidas esta novela de 2016 que clama al cielo que el MeToo a¨²n tardara en llegar un a?o m¨¢s.
La autora, Cho Nam-joo, guionista surcoreana nacida en Se¨²l en 1978, ha asegurado haber retratado una vida parecida a la suya en una escalada de dificultades muy conocida: primero, no hay entrevistas de trabajo para una graduada mientras sus compa?eros van de una a otra. Cuando consigue alg¨²n atisbo de oportunidad llegan las preguntas de g¨¦nero: qu¨¦ har¨ªas si un cliente se insin¨²a y te empieza a masajear los hombros. Una de las candidatas responde: denunciarle por acoso; otra: reflexionar por si ella le hab¨ªa dado pie; y ella: salir de la habitaci¨®n con cualquier pretexto. Y sufre porque tal vez no era la respuesta correcta, hasta que descubre que no han contratado a ninguna de las tres. Cuando finalmente logra un trabajo, llega la obligaci¨®n de aguantar cenas con clientes que le llenan la copa para arrastrarla a su cogorza. Cuando accede a tener un hijo ante la insistencia del marido y la presi¨®n familiar, es ella quien debe abandonar el trabajo. ?l promete ayudarla en todo. Ayudar. Esa palabrita.
?Verdad que nos suena la historia? El ¨¦xito de Kim Ji-young se abre paso as¨ª como una hermosa historia de la fea normalidad; de una discriminaci¨®n que no es violenta; de un dominio de baja intensidad que sin embargo lastra a la mujer frente al hombre.
El padre de Kim sol¨ªa aconsejarla: ¡°P¨®rtate bien y c¨¢sate¡±. Y se vanagloriaba de todo lo que hab¨ªa conseguido al montar su restaurante sin mencionar que era su esposa la art¨ªfice de la idea y la log¨ªstica. Mientras, el ¨²nico recurso de la madre era, si se enfadaba, mandarle a dormir al sof¨¢. Gran herramienta de lucha de g¨¦nero, efectiva en noches aisladas.
No hablaremos del final, porque es una sorpresa que bien merece la suave traves¨ªa por una vida tan corriente que, como se ha dicho, puede ser la de cualquiera.
Kim Ji-young, nacida en 1982. Cho Nam-joo. Traducci¨®n de Joo Hasun. Alfaguara, 2019. 160 p¨¢ginas. 16,90 euros.
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