El sof¨¢

Fue un s¨¢bado deportivo; en realidad, un d¨ªa en las carreras. M¨¢s de cinco horas de retransmisi¨®n en Teledeporte, desde Doha, de los Mundiales de atletismo. El sof¨¢ ya no daba m¨¢s de s¨ª. Sin embargo, las carreras exteriores eran un disparate. Y no por la capacidad de los atletas ¡ªah¨ª est¨¢n las estupendas cr¨®nicas de Carlos Arribas en este diario¡ª, sino por el hecho de celebrarse en la capital de Qatar, un Estado en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga con un clima des¨¦rtico y, eso s¨ª, con las terceras mayores reservas mundiales de gas natural, dato que explica que sea uno de los pa¨ªses con mayor renta per c¨¢pita del planeta.

Temperaturas nocturnas que superan los 30 grados y el 70% de humedad convierten las carreras en el exterior del estadio en un infierno. Kevin Mayer, el franc¨¦s plusmarquista mundial de decatl¨®n, lo ten¨ªa claro: ¡°Todos vemos que es una cat¨¢strofe, que no hay nadie en la grada. Hubo casi treinta abandonos en el marat¨®n femenino. Es triste¡±.

El dinero apabulla. 3.000 ca?ones de fr¨ªo que se encargan de refrescar la temperatura en el estadio (36 grados en el exterior, 25 dentro), microc¨¢maras en los tacos de salida, rayos l¨¢ser para las ceremonias de entrega de medallas, p¨ªldoras-term¨®metro electr¨®nicas y biodegradables que tragan los atletas del marat¨®n y la marcha para controlar los datos con unos term¨®metros colgados de sus cuellos... el lujo absoluto. Y un detalle m¨¢s: en marzo, se publicaba que el presidente del Paris Saint-Germain, el catar¨ª Nasser Al-Khela?fi, se encuentra inmerso en una investigaci¨®n judicial por corrupci¨®n y lavado de dinero en la adjudicaci¨®n a Qatar del Mundial de atletismo. Clima y dinero, o por qu¨¦ los gerifaltes internacionales del atletismo han elegido Doha.