El equilibrio entre la vanguardia y el sentimiento
El disco 'Wish You Were Here' alcanz¨® el n¨²mero uno en Estados Unidos y Reino Unido
David Gilmour toca un riff que ha compuesto hace alg¨²n tiempo, entre concierto y concierto. Roger Waters le dice algo as¨ª como: ¡°Vuelve a tocarlo, pero m¨¢s lento¡±. Los dos miembros de Pink Floyd saben que tienen algo bueno. Era 1974 y fue el inicio de Wish you were here. El ¨¢lbum es la tercera entrega de la colecci¨®n Pink Floyd, que llega ma?ana a los quioscos con EL PA?S. Tambi¨¦n est¨¢ disponible en la p¨¢gina de Colecciones.?
La banda ven¨ªa de publicar The Dark Side of the Moon en 1973 y experimentar la explosi¨®n de su popularidad. Durante el proceso de creaci¨®n y presentaci¨®n de este trabajo hab¨ªan descartado algunas piezas y compuesto algunas l¨ªneas mel¨®dicas que acabaron volcadas en Wish you were here, donde volvieron a apostar por un ¨¢lbum conceptual. El 6 de enero de 1975 entraron en los estudios Abbey Road para comenzar una grabaci¨®n intermitente.
Los problemas mentales y la falta de conexi¨®n con el mundo real y con las personas queridas son una constante en el disco. Hacen referencia tanto a Syd Barrett, primer cantante del grupo aquejado de esquizofrenia, como a la situaci¨®n del grupo, imbuido en la espiral de la fama mundial. Curiosamente, Barrett apareci¨® en una de las sesiones de grabaci¨®n tras a?os alejado de los miembros de la banda.
El tiempo que no estaban grabando, giraban por Norteam¨¦rica con algunos espect¨¢culos ¨¦picos, como el que ofrecieron el 7 de junio en Hamilton, Ontario, donde detonaron tal carga de pirotecnia que estall¨® el marcador del estadio. En estos conciertos incluyeron algunas canciones del disco en marcha, como Shine On You Crazy Diamond, pero no fue hasta septiembre cuando editaron el ¨¢lbum, que lleg¨® a n¨²mero uno en Estados Unidos y Reino Unido.
La portada
Pink Floyd es conocido por sus portadas espectaculares. No descuidaba ni la est¨¦tica ni el significado de las mismas. Wish you were here se present¨® dentro de un envoltorio negro que ahondaba en la idea de la inexistencia, la falta de comunicaci¨®n. Una pegatina de dos manos rob¨®ticas que se dan la mano anticipan los cuatro elementos que en los que indagan las im¨¢genes interiores.
En la portada un hombre trajeado arde en llamas mientras estrecha la mano de otro. Para esta imagen vistieron a un especialista con ropa ign¨ªfuga bajo el traje y la peluca. Llegaron a prenderle fuego hasta 15 veces. A los lados de los protagonistas, fuera del encuadre, se apostaba el personal con los extintores. El hombre en llamas es un vendedor de discos que, seg¨²n relat¨® el estudio encargado, Hipgnosis, ¡°est¨¢ moralmente ausente y carece de integridad¡±, s¨ªmbolo de la voracidad de la industria.
El resto de im¨¢genes pasan por el agua, la tierra y el aire con hombres sin rostro inspirados en la obra del artista surrealista Ren¨¦ Magritte.
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