Esperando a Scorsese
Una multitud de cin¨¦filos ansiamos el pr¨®ximo estreno de 'El irland¨¦s': la imaginas como una despedida
La obra de Martin Scorsese, ese se?or peque?ito que habla mucho, con conocimiento y a toda velocidad de infinidad de temas, pero fundamentalmente de cine y de m¨²sica, los alimentos que han nutrido su alma durante toda su vida, ya est¨¢ m¨¢s all¨¢ del bien y del mal, forma parte de los recuerdos m¨¢s imborrables de los espectadores m¨¢s diversos. Y sabiendo que a sus 77 a?os no le queda demasiado tiempo, por la energ¨ªa f¨ªsica y mental que precisa el oficio o el arte de hacer pel¨ªculas, una multitud de cin¨¦filos esperamos con justificada ansia el pr¨®ximo estreno de El irland¨¦s. La imaginas como una despedida. Y movi¨¦ndose en el cine de g¨¢nsteres, en un territorio, una trama, un ambiente, una atmosfera, una violencia, una narrativa que domina magistralmente. Y si alguien lo duda, que se asome por primera vez, o revise sin prisas y sin pausas, pel¨ªculas inmarchitables como Uno de los nuestros, Casino, Gangs of New York e Infiltrados.
Y est¨¢ claro que la c¨¢mara es el instrumento expresivo m¨¢s poderoso que posee este hombre para crear un universo fascinante, para hablar de las personas y las cosas, pero tambi¨¦n se explica mod¨¦licamente escribiendo. Es formidable, oportuno, arriesgado y clarificador un art¨ªculo que acaba de publicar. Se titula: Por qu¨¦ las pel¨ªculas de Marvel no son cine. Y aclara con tanta lucidez como precisi¨®n esta audaz certidumbre: ¡°Para m¨ª, los amigos que empezaron a rodar pel¨ªculas al mismo tiempo que yo y mis cineastas adorados, el cine consist¨ªa en una revelaci¨®n est¨¦tica, emocional y espiritual. Consist¨ªa en unos personajes, la complejidad de las personas, contradictorias y a veces parad¨®jicas, su capacidad de hacerse da?o, y amarse, y de pronto enfrentarse a s¨ª mismas. Consist¨ªa en afrontar lo inesperado, en la pantalla y en la vida que dramatizaba e interpretaba, en ampliar la idea de lo que permit¨ªa esa forma art¨ªstica. Porque la clave estaba ah¨ª: era una forma art¨ªstica". Y remata: "Lo que no hay en las pel¨ªculas de Marvel es revelaci¨®n, misterio ni aut¨¦ntico peligro emocional. Est¨¢n hechas para satisfacer unas demandas concretas y son variaciones sobre unos temas determinados. Se llaman secuelas pero en realidad son todas la misma pel¨ªcula y todo en ellas se ajusta a un modelo oficial. Las franquicias cinematogr¨¢ficas modernas nacen de estudios de mercado, est¨¢n probadas con grupos de espectadores, investigadas, modificadas, vueltas a investigar y vueltas a modificar hasta dejarlas listas para el consumo¡±.
Esa amarga reflexi¨®n sobre el estado actual del cine la hace el inventor de varias obras maestras. Lo son para mi gusto sus incursiones en las mafias de cualquier ¨¦poca. Pero nadie ha hablado con tanta potencia como ¨¦l en Taxi driver de la soledad urbana, o de la soledad a secas, y los monstruos destructivos que puede engendrar. De la volc¨¢nica capacidad para perder todo lo que amas mediante la paranoia, los celos, la autodestrucci¨®n, el calvario en busca de redenci¨®n, como en la turbadora Toro salvaje. El amor imposible debido a los hip¨®critas codigos de una sociedad tan puritana como clasista en la hermosa, sutil, rom¨¢ntica y muy triste La edad de la inocencia, el concierto m¨¢s legendario filmado con alma y sentimiento de despedida en El ¨²ltimo vals, una comedia tan inquietante como Jo, qu¨¦ noche y otra tan amarga como El rey de la comedia, el enamorado tributo al nacimiento del cine y a George Melies en La invenci¨®n de Hugo. Y por supuesto, tambi¨¦n hay pel¨ªculas fallidas en su deslumbrante filmograf¨ªa. Pero exist¨ªa ambici¨®n en todas ellas. Scorsese nunca actu¨® como un mercenario. Su personalidad siempre es reconocible. Es uno de los grandes. Y quedan muy pocos.
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