Un nuevo diccionario ha nacido
Un aut¨¦ntico registro de bajas pasiones, debilidades y zozobras desnudan el alma humana en los dibujos de Goya, pero tambi¨¦n en las palabras que los acompa?an en el Museo del Prado
Hay un hombre que custodia un tesoro como un viejo guerrero fiel, en las condiciones de seguridad, temperatura y humedad apropiadas para defenderlo del deterioro al que d¨¦cadas de abandono, mercadeo y exhibici¨®n lo expusieron. Es Jos¨¦ Manuel Matilla, que acostumbra a ponerse guantes especiales para abrir y extraer ceremoniosamente de las c¨¢maras donde se guardan bajo siete llaves los dibujos de Goya, acaso su obra m¨¢s ¨ªntima. Hay que verle: Ilusionado, apasionado, entregado. Junto a Manuela Mena ha preparado una exposici¨®n que puede verse estos d¨ªas en el Prado y que no solo pone a nuestra disposici¨®n una buena parte de esas l¨¢minas amasadas tras m¨¢s de un siglo de compras y recuperaci¨®n de un tesoro desperdigado por los herederos del pintor, sino algo que merece la pena contemplar con tanto detalle como las obras en s¨ª: las palabras.
Han escrito Matilla y Mena unos textos tan ricos, meticulosos e inspiradores junto a cada dibujo que entre todos conforman un nuevo diccionario de las bajas pasiones, de las zozobras, miedos, inquietudes, locuras o ilusiones que el aragon¨¦s vio en sus contempor¨¢neos, que es como decir en nosotros. Cada expresi¨®n est¨¢ registrada, cada sentimiento ha sido recogido, cada ambici¨®n oculta, detectada.
Veamos una muestra, pensemos en estas palabras e imaginemos por un momento que nos atrevemos a abarcarlas, con el pensamiento, el recuerdo o la creaci¨®n: Abatimiento, abuso, aflicci¨®n, agresividad, amor, ardor, arrobamiento, avaricia, avidez. Belleza, brutalidad. Calma, caridad, codicia, conmiseraci¨®n, corrupci¨®n, crueldad. Decisi¨®n, desasosiego, depravaci¨®n, desd¨¦n, desenfreno, deseo, desprecio, desvar¨ªo, devoci¨®n, dignidad, diversi¨®n, dominaci¨®n. Esfuerzo, estupidez. Falsedad, fealdad, fragilidad, frivolidad, furia. Gula. Hipocres¨ªa, humildad. Incertidumbre, incredulidad, indignidad, ingenuidad, inmoralidad, inter¨¦s, ignorancia, inquietud. Lascivia, lujuria. Malicia, marginalidad, mendacidad, mezquindad, miedo, mofa. Necedad. Pavor, perversidad, pesimismo, piedad, poder, preocupaci¨®n. Regocijo, resignaci¨®n, rigor. Satisfacci¨®n, seguridad, sinraz¨®n, sorpresa, sue?o, sumisi¨®n, superficialidad. Terror, tranquilidad. Valent¨ªa, valor, vanidad, venganza, vejez, violencia.
Vayan a la exposici¨®n, busquen esos dibujos y busquen esas palabras, porque ah¨ª encontrar¨¢n, no una lista de virtudes y defectos que pudi¨¦ramos pillar en Internet, sino una verdadera construcci¨®n del alma humana desnuda, tal y como la contempl¨® Goya sin encargos, sin pedidos, sin remuneraci¨®n. Y tal y como han sabido leerla sus custodios en el Prado. Los dibujos de Goya que pueden verse ah¨ª no son solo estampas vitales, pruebas, esbozos, borradores, acopios privados del artista en sus cuadernos. Componen tambi¨¦n este aut¨¦ntico diccionario de los abusos de poder, de los divertimentos injustos, de la hipocres¨ªa y la ingenuidad que en algunas ocasiones logra abrirse paso como una belleza extra?a entre la maldad. Monjes, curas, hombres crueles o lascivos, locos, celestinas, prostitutas, v¨ªctimas de la Inquisici¨®n o de la guerra ¨Cgente com¨²n, en suma- fueron la diana de estos dibujos normalmente guarecidos en el gabinete custodiado por Matilla y que, de forma ¨²nica, hist¨®rica y enorme, tenemos al alcance con m¨¢s valor que cualquier tesoro material. La exposici¨®n conmueve y emociona por su intensidad. Disfrut¨¦mosla.
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