Diamantes, un polvo blanco, un coche quemado y una jugosa recompensa
La polic¨ªa alemana analiza m¨¢s de 500 pistas recibidas tras el robo de las joyas del palacio real de Dresde hace una semana, mientras, en Berl¨ªn, unos ladrones asaltan el museo de la Stasi
El robo de las joyas de Dresde y, una semana m¨¢s tarde, el asalto al museo de la Stasi en Berl¨ªn bien podr¨ªa ser el gui¨®n de una pel¨ªcula, que al menos de momento no tiene un final feliz. En Dresde, van emergiendo algunas pistas tras el espectacular robo del tesoro de la B¨®veda Verde, pero no hay a¨²n ni rastro de uno de los conjuntos de joyas antiguas m¨¢s valiosos de Europa. Un coche quemado y un polvo blanco rociado son la raqu¨ªtica huella raqu¨ªtico que dejaron a su paso unos ladrones capaces de hacer un trabajo muy profesional.
Quien aporte alguna pista del singular desfalco, podr¨¢ acceder a una recompensa de medio mill¨®n de euros ofrecida por la polic¨ªa. Ya han recibido 516, seg¨²n inform¨® el martes la polic¨ªa del Estado de Sajonia, pero reconocen que de momento no tienen ning¨²n sospechoso a la vista.
En Berl¨ªn, otro museo fue asaltado este fin de semana, esta vez el de la Stasi. Como en Dresde, los ladrones rompieron tres vitrinas y se llevaron joyas y condecoraciones de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica alemana, entre ellas la orden de Karl-Marx. Los objetos robados son menos valiosos que los sustra¨ªdos en el palacio real, pero la coincidencia en el tiempo plantea nuevas dudas sobre la seguridad en los museos.
El pasado lunes, en torno a las cinco de la ma?ana, al menos dos hombres entraron en la llamada b¨®veda Verde de Dresde, donde se exhib¨ªa una valiosa colecci¨®n real de joyas del siglo XVII. Para entrar, hicieron ocho cortes limpios en los barrotes de una reja del siglo XIX. La alarma son¨® solo cuando el enrejado ya estaba desmontado y cuando los ladrones partieron el cristal y se colaron en el edificio. A las 4.56 de la ma?ana, los guardas del museo se dieron cuenta de que alguien hab¨ªa entrado a robar. Tres minutos m¨¢s tarde, activaron la alarma conectada con la polic¨ªa, que llegaba a las 5.04 de la ma?ana al museo. Demasiado tarde.
Las c¨¢maras de seguridad del museo grabaron c¨®mo los ladrones destrozaban con hachas las vitrinas y se llevaban el bot¨ªn. Lo hicieron en plena oscuridad, como se puede apreciar en el v¨ªdeo difundido por la polic¨ªa. Al parecer, los vigilantes decidieron no encender las luces para dificultar el trabajo a los ladrones.
Poco antes se hab¨ªa desatado un fuego a 240 metros de la ventana del museo por la que entraron y la corriente el¨¦ctrica en la zona se hab¨ªa visto afectada. Las calles quedaron a oscuras, pero el museo no, porque cuenta con su propio generador de emergencia. Quince minutos despu¨¦s, la polic¨ªa fue alertada de un incendio en un garaje subterr¨¢neo en la calle K?tzschenbrodaer, camino de la autopista. All¨ª aparece un Audi A6 calcinado y oliendo a gasolina, con el que se supone que los cacos se dieron a la fuga.
El mi¨¦rcoles, finalizada la inspecci¨®n en el lugar de los hechos, el museo dio cuenta de las p¨¦rdidas en la c¨¢mara del tesoro de Augusto II El fuerte, pr¨ªncipe de Sajonia y rey de Polonia (1670-1733). En las fotograf¨ªas se pueden ver juegos de botones, broches, horquillas, hebillas, adornos para sombreros y una daga, todo ello tapizado en diamantes, zafiros, rub¨ªes y esmeraldas. Se llevaron tambi¨¦n condecoraciones militares cuajadas de piedras preciosas, as¨ª como partes de collares y pendientes de la reina Amalia Augusta de Baviera. Quedaba confirmado que uno de los mayores tesoros barrocos de Europa se hab¨ªa evaporado.
El director del museo, Dirk Syndram, explic¨® el martes que las joyas hab¨ªan sido rociadas con un polvo blanco, probablemente procedente de un extintor de incendios, utilizado para cubrir los rastros. El rociado podr¨ªa haber da?ado las joyas que no lograron llevarse.
Pistas hay pocas, pero las preguntas sin embargo se acumulan. ?C¨®mo es posible que los ladrones rompieran la ventana de acceso con semejante facilidad? ?son¨® la alarma a tiempo? ?es normal que los vigilantes se quedaran paralizados y se limitaran a llamar a la polic¨ªa mientras las c¨¢maras graban el robo?, y ?por qu¨¦ las piezas no estaban aseguradas?
Operaci¨®n Epaulette
De momento, seg¨²n la polic¨ªa, lo que se sabe es que hay cuatro personas implicadas en el robo, seg¨²n se desprende del an¨¢lisis del material gr¨¢fico. Asumen adem¨¢s que se trat¨® de un robo muy bien preparado. Ahora conf¨ªan en recibir alg¨²n soplo, en respuesta al ofrecimiento de la recompensa. ¡°Las autoridades est¨¢n dando con la recompensa un paso importante para recuperar las piezas robadas¡±, dijeron el comisario Horst Kretzschmar y el fiscal general Klaus R?vekamp. ¡°No dejaremos ni una piedra en su sitio en nuestro esfuerzo por resolver este caso¡±, dijo la fiscal¨ªa.
Para ello, han creado la comisi¨®n de investigaci¨®n Epaulette, en la que participar¨¢n 40 personas. El departamento de crimen organizado de la fiscal¨ªa de Dresde se ha hecho con el caso. A mediados de a?o, de forma premonitoria, el museo hab¨ªa creado un grupo de trabajo sobre la seguridad en el museo, que sin embargo no hab¨ªa empezado a trabajar, seg¨²n publica Der Spiegel. En total, el museo de la bella ciudad alemana de Dresde gasta al a?o ocho millones de euros en seguridad.
Esta semana, diferentes expertos han explicado a la prensa alemana que es hasta cierto punto normal que las piezas no estuviesen aseguradas. En parte, porque como asegur¨® la ma?ana siguiente del robo la direcci¨®n del museo, las joyas de la corona de Dresde tienen ¡°un valor inestimable¡±. En las piezas hay diamantes, zafiros y oro, pero m¨¢s all¨¢ del valor material de las piedras, lo que hace tan especial este tesoro es que se trata de conjuntos ¨²nicos, cuyo valor supera con creces el de la suma de sus elementos. El gran temor ahora es que las joyas acaben troceadas y fundidas para poder venderse por partes.
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