Tres d¨¦cadas de arte en los m¨¢rgenes del mercado

Hace 30 a?os, cuando Mercedes Muros y Miguel Romero estaban preparando un local en la calle Mariano de Cavia, en pleno centro de Sevilla, para abrir su galer¨ªa m¨¢s de uno les dio un consejo: ¡°En sitio tan bueno como el que ten¨¦is lo que deb¨¦is hacer es montar un bar¡±. Claro que ellos hicieron caso omiso y hoy, unas 250 exposiciones despu¨¦s, aseguran que ¡°a pesar de haber pasado a?os muy duros¡± nunca han pensado en tirar la toalla.

Y lo han querido celebrar recordando a los 15 artistas ya fallecidos, con los que en estas tres d¨¦cadas han realizado exposiciones individuales. ...

Hace 30 a?os, cuando Mercedes Muros y Miguel Romero estaban preparando un local en la calle Mariano de Cavia, en pleno centro de Sevilla, para abrir su galer¨ªa m¨¢s de uno les dio un consejo: ¡°En sitio tan bueno como el que ten¨¦is lo que deb¨¦is hacer es montar un bar¡±. Claro que ellos hicieron caso omiso y hoy, unas 250 exposiciones despu¨¦s, aseguran que ¡°a pesar de haber pasado a?os muy duros¡± nunca han pensado en tirar la toalla.

Los galeristas Mercedes Muro y Miguel Romero abrieron Ventana Abierta en 1990, donde estuvieron hasta 2000

Y lo han querido celebrar recordando a los 15 artistas ya fallecidos, con los que en estas tres d¨¦cadas han realizado exposiciones individuales. Ausencias, que podr¨¢ verse hasta el 4 de abril, re¨²ne obras de creadores conocidos internacionalmente como Manuel ?ngeles Ortiz, Antoni T¨¤pies, Jos¨¦ Guerrero, Momp¨® o Lucio Mu?oz, junto a otros como Miguel P¨¦rez Aguilera, Rolando Campos, Paco Cuadrado o Santiago del Campo. Solo hay una mujer, Cloweiller, fallecida el pasado diciembre. Adem¨¢s, pueden verse obras de Paco Molina, Lolo Pav¨®n, Diego Ruiz Cort¨¦s y Juan Casado.

Los galeristas abrieron Ventana Abierta en 1990, donde estuvieron hasta 2000. ¡°?ramos j¨®venes y empezamos muy fuerte, aunque fue un a?o muy malo porque acababa de estallar la Guerra del Golfo. Los comienzos fueron duros, pero hicimos algunas individuales de artistas importantes como Lucio Mu?oz, Guerrero, T¨¤pies o Momp¨® que confiaron en nosotros a pesar de ser nuevos en el sector¡±, ha explicado Miguel Romero (Sevilla, 69a?os), que fascinado por la pintura desde peque?o convenci¨® a su esposa Mercedes Muros (Alcal¨¢ la Real, Ja¨¦n, 64 a?os) y ambos abandonaron su trabajo en una empresa de telecomunicaciones para montar la galer¨ªa.

¡°Siempre hab¨ªa participado del arte como espectador, adem¨¢s de ir a todas las exposiciones que pod¨ªa acud¨ªa a las reuniones abiertas al p¨²blico que se celebraban en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Sevilla [abierto en 1970 en la iglesia de San Hermenegildo, despu¨¦s se traslad¨® a la cilla de Santo Tom¨¢s donde estuvo hasta 1997]. Quer¨ªa dedicarme a algo relacionado con el arte y una galer¨ªa te permite estar cerca de los artistas y promocionarlos¡±, ha afirmado Romero.

En 2000 se mudaron a la calle Alc¨¢zares y cambiaron el nombre a Birimbao. All¨ª superaron una crisis m¨¢s dura que la de los comienzos, la de 2008. ¡°En Sevilla el mercado del arte es muy d¨¦bil. Aqu¨ª no hay grandes coleccionistas, que normalmente compran en las ferias de arte, as¨ª que nos hemos dirigido siempre a los peque?os. Ellos han confiado en nosotros desde el principio y est¨¢n contentos con las adquisiciones que han ido haciendo¡±, ha comentado Muros.

Los galeristas recuerdan algunas de las exposiciones individuales en las que vendieron todas las obras como las de Francisco Peinado, Juan F. Lacomba, Juan Romero, Paco Cuadrado o Julio Juste; los dos ¨²ltimos est¨¢n incluidos en Ausencias. ¡°Tenemos clientes que nos pagan una cantidad mensual desde hace 30 a?os y cuando algo les gusta se lo llevan, independientemente de si tienen suficiente para pagarlo en ese momento o no. La verdad es que siempre hemos funcionado as¨ª, confiando en la gente y en todo este tiempo los impagos los podemos contar con los dedos de la mano¡±, ha a?adido Romero, convencido de que el arte contempor¨¢neo no es una inversi¨®n econ¨®mica, salvo para las grandes fortunas, sino una inversi¨®n para el disfrute.