La amistad de Bartleby y el rapero
El cantante Toteking publica ¡®B¨²nker¡¯, una autobiograf¨ªa que prologa el novelista Enrique VIla-Matas y que muestra la admiraci¨®n que se profesan ambos
¡°Me gusta luchar los libros¡±. Manuel Gonz¨¢lez, m¨¢s conocido como Toteking (Sevilla, 1978), escribe estas palabras en B¨²nker (Blackie Books), su primer libro, una autobiograf¨ªa sin pelos en la lengua apadrinada por el escritor Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), autor de Bartleby y Compa?¨ªa, titulada por el personaje de Melville y obra a la que el rapero ha dedicado una canci¨®n, Bartleby & Co. ¡°Leer como...
¡°Me gusta luchar los libros¡±. Manuel Gonz¨¢lez, m¨¢s conocido como Toteking (Sevilla, 1978), escribe estas palabras en B¨²nker (Blackie Books), su primer libro, una autobiograf¨ªa sin pelos en la lengua apadrinada por el escritor Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), autor de Bartleby y Compa?¨ªa, titulada por el personaje de Melville y obra a la que el rapero ha dedicado una canci¨®n, Bartleby & Co. ¡°Leer como un combate¡±, a?ade el novelista, que es finalista del premio Booker International con la versi¨®n en ingl¨¦s de Mac y su contratiempo. El rapero, referente del hip hop en espa?ol, en el que destaca por sus rimas inteligentes y llenas de referencias culturales, hab¨ªa declarado hace ya m¨¢s de una d¨¦cada, en canciones y entrevistas, su devoci¨®n por la obra de Vila-Matas. El v¨ªnculo directo no surgi¨® hasta 2018, cuando Toteking se atrevi¨® a enviarle un correo electr¨®nico. Desde entonces han mantenido una relaci¨®n epistolar que se materializ¨® en un texto del cantante que Vila-Matas public¨® en su web, Gansbaai hooligan, una narraci¨®n breve sobre unas vacaciones en Sud¨¢frica observando tiburones blancos.
Ambos autores se reunieron ayer por segunda vez. Fue en Barcelona, para una entrevista con EL PA?S. La primera ocasi¨®n fue en 2019, en una presentaci¨®n en Sevilla de la ¨²ltima novela de Vila-Matas, Esta bruma insensata (Seix Barral). Las medidas de prevenci¨®n contra el coronavirus cancelaron la presentaci¨®n de B¨²nker en la ciudad, y la firma de libros se realiz¨® con medidas sanitarias excepcionales ¡ªVila-Matas llevaba en el bolsillo un gel desinfectante¡ª. No pudieron darse la mano pero hablaron largo y tendido.
Pregunta. ?Qu¨¦ les une aparte de ese modo de entender la literatura como ¡°coleccionismo de citas¡±, como dice el protagonista de Esta bruma insensata?
Enrique Vila-Matas. Se ha dicho que somos un autor de culto amigo de un rapero. No somos mu?ecos de feria. Siempre me he relacionado con todo tipo de m¨²sicos, tambi¨¦n del rap. El rap no es nada misterioso, nace en Nueva York, pero tambi¨¦n lo inventa Bob Dylan en Subterranean Homesick blues. No hay nada extra?o en que nos conozcamos, no es una amistad estramb¨®tica.
Toteking. En el primer correo electr¨®nico que le mand¨¦ ya empezamos a hablar con absoluta normalidad.
E. V-M. ?l iba a poner ¡°Don Enrique¡± en la primera carta. Si lo llega a hacer, hubiera pensado: ¡°?Qui¨¦n es este?¡±. Lo que nos une es la obsesi¨®n, no las citas. Trabajamos en torno a obsesiones muy creativas.
T. Lo primero que ha destacado la gente es lo de las citas. El primero que me recomend¨® a Enrique fue mi profesor de Literatura Norteamericana, Ignacio Guijarro. Yo por entonces ya ten¨ªa dos discos publicados. Me dijo: ¡°El autor que debes leer es Vila-Matas, te va encantar¡±.
P. ?Qu¨¦ pasaje de la obra de Vila-Matas es especialmente importante para Toteking?
T. Uno que me encanta es un fragmento de Dublinesca en el que habla de los lectores caprichosos, del contrato no escrito entre autor y lector. El primer libro que le¨ª de Enrique fue Suicidios ejemplares, lo cog¨ª al azar, pero recomendado por aquel profesor. El primero ya entr¨® y vi que era lo que necesitaba.
E. V-M. Aquel t¨ªtulo estaba pensado por si hab¨ªa gente como Felipe Gonz¨¢lez, que le¨ªa, entraba en una librer¨ªa y preguntaba: ¡°?Tienen ustedes suicidios ejemplares?¡±. Era un t¨ªtulo para que no todo el mundo se atreviera a pedirlo; era otra ¨¦poca. Bartleby y Compa?¨ªa se inicia con la an¨¦cdota de Juan Rulfo, y es precisamente con Rulfo y Pedro P¨¢ramo que el padre de Tote le inicia en la literatura.
T. De peque?o ya notaba que me aburr¨ªa. Antes de que mi padre me recomendara a Valle-Incl¨¢n o a Rulfo, yo le¨ªa libros para ni?os, como La historia interminable o Momo, de Michael Ende, o a Tolkien. Pero todo estaba al servicio de la historia, la trama era lineal. Vinculado con lo de la conciencia de otra persona que comenta Enrique, yo conect¨¦ muy r¨¢pido con su humor. Cuando lo le¨ªa al principio, lo que me hacia gracia es que en algunos libros parec¨ªa que empezaba una trama y luego la boicoteaba.
E. V-M. Lo hice en El mal de Montano. Despu¨¦s de treinta o cuarenta p¨¢ginas le digo al lector que todo lo que he contado es mentira, y que ahora empieza la verdad. Es algo muy juvenil, muy provocador por mi parte. Ahora no s¨¦ si lo har¨ªa.
P. En B¨²nker se destaca la afinidad de ambos por los hermanos Coen. ?En qu¨¦ aspecto de sus pel¨ªculas se ven reflejados?
E. V-M. En el humor, lo grotesco, lo surrealista y exagerado. Aire de Dylan es una novela pensada para que la adapten los Coen al cine, aunque no la conozcan. Hay una escena de John Ford, que cito en Mac y su contratiempo, de la pel¨ªcula Pasi¨®n de los fuertes; uno de los protagonistas pregunta a un camarero: ¡°Mac, ?t¨² has estado tambi¨¦n enamorado?¡±. Y Mac: ¡°No, yo he sido siempre camarero¡±. Este es el humor de los Coen, que rompe los esquemas.
P. Toteking escribe en B¨²nker: ¡°Estamos viviendo el peor periodo hist¨®rico de este apestoso planeta¡±.
T. Ah¨ª yo estaba enfadado por casos concretos que no comprendo, como cuando un jugador de f¨²tbol negro salta al campo y la grada hace el mono. Es un poco exagerado decir que estamos en el peor periodo hist¨®rico, y me ha hecho darle vueltas a ello el libro que leo ahora, el ensayo de Alessandro Baricco The Game, sobre la revoluci¨®n digital y sobre los nuevos tiempos. Te da que pensar si realmente estamos tan mal, o si hemos evolucionado much¨ªsimo en otras cosas.
E. V-M. En nuestro pa¨ªs se trata sobre todo de un problema de educaci¨®n, muy superior a cuando yo ten¨ªa veinte a?os, en la d¨¦cada de los sesenta. No voy a mitificar aquello, pero la gente que hablaba de esta forma, era mirada por algunos como algo primitivo. Estamos en esta regresi¨®n, sin duda. Hay que defender las cosas m¨¢s obvias.
P. ?La crisis sanitaria a ra¨ªz del coronavirus puede ser una inspiraci¨®n para su trabajo?
T. No me dice nada, no me impulsa para nada. No creo que vaya a sacar una rima de esto.
E. V-M. No me gusta nada la actualidad. Hay que escribir fuera de ella. La actualidad pasa y esta esperemos que pase pronto.
T. Me pasa mucho en el rap cuando escribo una letra vinculada a la actualidad, luego caduca y te sientes mal.
E. V-M. Incluso cuando nombras a un personaje famos¨ªsimo por entonces, y luego la gente no sabe qui¨¦n es, queda como un pegote raro.
P. Toteking explica que para los conciertos se viste de una manera u otra porque ¡°hay ciertos modelos y colores que pegan con determinadas ciudades¡±. ?Qu¨¦ colores le pegan a Sevilla y a Barcelona?
T. Es una obsesi¨®n, no podr¨ªa explicarte por qu¨¦. Madrid siempre me sugiere vestirme de rojo en los conciertos. En Barcelona me gusta el rojo y tambi¨¦n el azul. Para Sevilla me gustan los modelos de pantalones cortos, camisetas de tirantes, porque la vinculo a m¨¢s calor.
E. V-M. Siempre he tenido tendencia a vestirme m¨¢s libremente fuera de mi ciudad. Creo que viene de mi infancia, porque me hac¨ªan vestir de una manera. Hoy iba a salir con una gorra irlandesa que me encanta, pero no me la he puesto porque no es una gorra que lleve por esta ciudad, la llevo por Par¨ªs, por Dubl¨ªn. He pensado que ser¨ªa antinatural, tendr¨ªa la sensaci¨®n de no ser yo. Con veinte a?os volv¨ªa de Ibiza pr¨¢cticamente descalzo, y al volver a la ciudad me pon¨ªa zapatos, porque pensaba que era la ciudad de mis padres.
P. En B¨²nker, se puede leer: ¡°Odio cualquier bandera colgando de un balc¨®n como si fuera un hule mugriento de una mesa camilla, aunque bien visto desde otro ¨¢ngulo resulta ¨²til porque marca el lugar en el que vive un gilipollas¡±. ?Comparten animadversi¨®n por el nacionalismo?
T. Es un tema complicado. A m¨ª nunca me han gustado las exhibiciones tan bestias de ning¨²n tipo porque siempre he intuido que ah¨ª hay algo como ¡°mira lo m¨ªo c¨®mo mola porque lo tuyo es peor¡±.
E. V-M. A m¨ª en literatura lo que me molesta son las literaturas nacionales. Porque la literatura es una sola, universal. Con esto queda dicho todo.
¡°Te insultan porque eres famoso, te odian sin tratarte¡±
Pregunta. En B¨²nker se reconoce una relaci¨®n de amor y odio de Toteking con la gente y calles en las que se form¨® y vive. ?Le sucede lo mismo a Vila-Matas con el Eixample barcelon¨¦s?
Enrique Vila-Matas: El barrio de mi infancia es el paseo de San Juan. Me fui a vivir al parque G¨¹ell para no tener que encontrarme con la gente que conoc¨ªa, y luego pas¨¦ a lo contrario. Hace diez a?os empec¨¦ a sentir la necesidad de volver a tener barrio.
Toteking: A m¨ª me han aliviado las giras, conocer mundo. A m¨ª y a los que empezamos en el rap en Sevilla no nos trataban muy bien, por las pintas. Ahora me gusta tener una rutina marcada. Si tengo pensado ir al gimnasio o hacer una compra y despu¨¦s tengo que volver a casa para escribir, en cuanto alguien se me cruza por la calle, me cambia el ritmo, y adem¨¢s si la conversaci¨®n es lenta, luego no entreno bien, no cocino bien, no escribo bien.
E. V.-M. En ese paseo del libro escribes bien cuando andas por la calle, pero resulta que casi no puedes avanzar porque dejas a un pesado para encontrarte a otro. Tambi¨¦n me ha gustado cuando hablas de los que te cruzas por la calle y sabes que hablan mal de ti. Lo que en el libro aparece como ¡°la defensa argentina¡±. Te insultan porque eres famoso, te odian sin haberte tratado.
T. Witold Gombrowicz lo explica en uno de sus libros: el tipo se top¨® en la recepci¨®n de un hotel con una mujer que le llam¨® imb¨¦cil. Pens¨® que lo dec¨ªa porque no le gustaba lo que escrib¨ªa, pero se lo dijo por si acaso, para que no tuviera humos.
E. V.-M. En la ¨¦poca juvenil, para saber si ser¨ªa amigo o no de la persona que acababa de conocer, le insultaba. Si no le molestaba, ve¨ªa que iba a ser amigo. Era una prueba algo salvaje, me cre¨® enemistades pero tambi¨¦n grandes amigos.
P. Hay un personaje en B¨²nker que no se acerca a saludarle porque le debe dinero. ?Son situaciones que pod¨ªan incomodarle siendo joven y ahora las lleva mejor?
T. Siempre lo he llevado con naturalidad. Hay algo igual en Una historia del Bronx [de Robert de Niro]. Sonny, el g¨¢ngster, coge al chico que va a pegar a uno que pasa por la acera de enfrente y que le debe dinero. Sonny le dice: ¡°Ven para ac¨¢, ?por qu¨¦ vas a pegarle? ?Cu¨¢nto te debe? Te ha salido barato librarte de ¨¦l¡±.