Los sordos no quieren libros rotos
Dos responsables de la Confederaci¨®n Estatal de personas sordas piden "acceder en la lengua de signos a todo lo que es preciso conocer sin que nadie suprima ning¨²n cap¨ªtulo¡±
¡°Imagina¡±, dice Carolina Galiana, sorda, 32 a?os, ¡°que te dan un libro roto, en el que no est¨¢ toda la historia. Pues no lo querr¨ªas. A los sordos nos pasa eso, no queremos los libros rotos, queremos la historia completa, la informaci¨®n completa, entenderla y poder comunicarnos al completo. Queremos toda la luz¡±.
Ella preside la delegaci¨®n valenciana de la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas. Hablamos el D¨ªa del Libro. Lo que lanza a trav¨¦s del tel¨¦fono va al centro de sus preocupaciones como persona sorda. ¡°Me gustar¨ªa que la socieda...
¡°Imagina¡±, dice Carolina Galiana, sorda, 32 a?os, ¡°que te dan un libro roto, en el que no est¨¢ toda la historia. Pues no lo querr¨ªas. A los sordos nos pasa eso, no queremos los libros rotos, queremos la historia completa, la informaci¨®n completa, entenderla y poder comunicarnos al completo. Queremos toda la luz¡±.
Ella preside la delegaci¨®n valenciana de la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas. Hablamos el D¨ªa del Libro. Lo que lanza a trav¨¦s del tel¨¦fono va al centro de sus preocupaciones como persona sorda. ¡°Me gustar¨ªa que la sociedad empatizase. Igual que lees un libro con varios cap¨ªtulos y cada cap¨ªtulo tiene una historia, si rompi¨¦semos el libro igual no lo entender¨ªas, no podr¨ªas seguir la historia hasta el final¡±.
No es una apelaci¨®n al entendimiento, sino al derecho de saber el contenido total de la conversaci¨®n que se produce. Le gustar¨ªa, por tanto, que las personas como ella ¡°sintieran que escuchan toda la historia, toda la informaci¨®n, sin sesgar ning¨²n cap¨ªtulo. Que pudi¨¦ramos acceder en nuestra lengua de signos a todo lo que es preciso conocer sin que nadie nos suprima ning¨²n cap¨ªtulo¡±.
Y eso habr¨ªa de ocurrir, sigue Carolina, ¡°sin pasar desapercibidos y sin ser siempre los ¨²ltimos¡±. En esta crisis de salud, int¨¦rpretes de la lengua de signos acompa?an lo que dicen pol¨ªticos y periodistas en las numerosas ruedas de prensa. Es una luz, pero no es toda la luz. Como otros que sufrieron en los patios del colegio marginaci¨®n o angustia, sordos como Carolina han visto el cambio educativo que ha ido integrando a los chicos en las clases, en los recreos y en la calle, pero a ella le extra?a que una lengua con la que se pondr¨ªa comunicar el mill¨®n de los que sufren su carencia no se ense?e como una asignatura m¨¢s del curr¨ªculum.
Para leer, por ejemplo, toda la historia¡ En esta de la covid-19 se ha puesto de manifiesto la falla que sufren los sordos. ?C¨®mo comunicar un accidente si las v¨ªctimas son sordas? En Valencia y en Extremadura, por ejemplo, se han apurado para que la comunicaci¨®n de una emergencia padecida por personas en estas circunstancias pueda ser inmediatamente trasladada. Pero en el ¨¢mbito educativo y en el de las emergencias, esos libros que ella quiere completos siguen estando rotos¡
Jos¨¦ Manuel Cercas preside en Extremadura la red de la Confederaci¨®n Estatal de Sordos, tiene 42 a?os. Como su colega y como el mill¨®n de sordos que hay en Espa?a, ha padecido ¡°siempre las mismas barreras¡±, pero en este tiempo de pandemia se han tenido que mover para que las administraciones vayan m¨¢s all¨¢ de ese detalle vistoso, el de las personas que interpretan para ellos lo que se dice en las ruedas de prensa. ¡°El impacto de la televisi¨®n es importante, porque la gente ve que estamos, pero hay mucho que hacer en cuanto al pleno acceso a la comunicaci¨®n¡±. Para ¨¦l, algo tan simple como comunicarse con el 112 de las emergencias era como subir una monta?a. Y han vencido esa batalla.
Tuvo que ocurrir un drama. ¡°Dos personas sordas, cerca de Plasencia, haciendo turismo. Ten¨ªan imposible comunicarse. Esto abri¨® el curso de una reivindicaci¨®n hist¨®rica de nuestra federaci¨®n¡±. Ahora las redes alivian la antigua carencia, pero la informaci¨®n de empleo o sanitaria sigue estando fuera del libro al que alud¨ªa Carolina. Y eso produce, dice Cercas, el desasosiego de la desinformaci¨®n. Como si estuviera a medias o apagada la luz de saber.