Una paradoja fascinante reducida a la nada

Entre la raz¨®n y la locura lo tiene todo para ser una buena pel¨ªcula comercial pero falla en lo sustancial. La fascinante paradoja que encierran sus dos personajes principales, esos hombres que representan la doble cara de la raz¨®n y de la locura, acaba en nada. Basada en la novela El profesor y el loco, Mel Gibson compr¨® los derechos en 1998, cuando la obra del brit¨¢nico Simon Winchester fue publicada. No tuvo mal ojo el actor australiano: la historia de la relaci¨®n entre el escoc¨¦s James Murray, el lexic¨®grafo y fil¨®logo que gest¨® el diccionario de Oxford, y uno de sus m¨¢s eficaces y brillantes colaboradores, el doctor William Minor, un peligroso esquizofr¨¦nico estadounidense encarcelado por asesinar a un joven obrero en Londres, lo tiene todo para ser una pel¨ªcula ¨¦pica sobre la aventura de las palabras, el trabajo y la amistad. Por desgracia ese fant¨¢stico material acaba siendo un batiburrillo visual que no atina con lo fundamental de la historia.

Seguramente el primer error es hacer cre¨ªble al fornido Gibson como erudito e incansable rat¨®n de biblioteca, aunque ese escollo no hubiese sido tan grave con una construcci¨®n m¨¢s veros¨ªmil y humana del personaje. Que el loco Minor tenga la piel curtida y la mirada esquiva de Sean Penn parece m¨¢s veraz, pero tampoco: es cart¨®n piedra porque entendemos su locura pero no su pateada cordura. Mientras todos los secundarios (especialmente el carcelero que interpreta Eddie Marsan y la viuda que da vida Natalie Dorman) salen mejor parados, las dos columnas sobre las que se vertebra la historia no dan ni para un pobre andamio.

La pel¨ªcula la firma con seud¨®nimo Farhard Safinia, colaborador habitual de Gibson que por un desacuerdo con los due?os de la pel¨ªcula retir¨® su nombre del cartel. Es decir, todo suena a un proyecto fallido, remontado y mal cortado, y del que sus estrellas principales quieren saber m¨¢s bien poco. Una pena, porque la historia de c¨®mo un paranoico homicida es capaz de iluminar uno de los libros sagrados del idioma ingl¨¦s y de c¨®mo un cient¨ªfico del lenguaje encuentra en este hombre cautivo a su particular garganta profunda podr¨ªa haber sido una gran historia sobre un loco redimido por las palabras y un cuerdo enajenado por la raz¨®n.