Muere Jos¨¦ Barrios a los 45 a?os, elegancia en el baile y en la vida
La Sociedad General de Autores y Editores comunica el fallecimiento del artista cordob¨¦s de una trayectoria profesional de casi dos d¨¦cadas
Solo quienes conozcan, formen parte o hayan tenido alguna relaci¨®n con el mundo de la danza y el baile flamenco sabr¨¢n de su cualidad de gran familia, de ensamblada red en la que casi todo el personal se conoce, sabe de las carreras de los dem¨¢s y, de forma mayoritaria, se respeta: es muy habitual haber coincidido ¡ªy compartido fatigas¡ª en compa?¨ªas con otros compa?eros y compa?eras. El lugar que ocupa un artista dentro de ese peque?o universo se mide muy bien por ese mencionado respeto, que recibe de su entorno y que abarca tanto lo personal como lo art¨ªstico. Siguiendo esa suerte de term¨®met...
Solo quienes conozcan, formen parte o hayan tenido alguna relaci¨®n con el mundo de la danza y el baile flamenco sabr¨¢n de su cualidad de gran familia, de ensamblada red en la que casi todo el personal se conoce, sabe de las carreras de los dem¨¢s y, de forma mayoritaria, se respeta: es muy habitual haber coincidido ¡ªy compartido fatigas¡ª en compa?¨ªas con otros compa?eros y compa?eras. El lugar que ocupa un artista dentro de ese peque?o universo se mide muy bien por ese mencionado respeto, que recibe de su entorno y que abarca tanto lo personal como lo art¨ªstico. Siguiendo esa suerte de term¨®metro, el espacio que ocupaba el bailaor y core¨®grafo Jos¨¦ Barrios (C¨®rdoba, 1975), fallecido el pasado martes en Madrid, era especial y muy grande. Sin ser haber llegado a alcanzar la popularidad de otros; un h¨¦roe, en gran parte an¨®nimo, que gozaba del cari?o personal y el aprecio profesional de todo el gremio, el mismo que ha ido manifest¨¢ndose en las redes sociales de forma consternada seg¨²n ha ido corriendo la noticia de su repentino adi¨®s, causado por un infarto agudo de miocardio.
Un h¨¦roe, en gran parte an¨®nimo, que gozaba del cari?o personal y el aprecio profesional de todo el gremio
¡°La Danza flamenca ha perdido uno de sus mejores bailaores. Jos¨¦ Barrios nos dej¨® a los 45 a?os. Un hombre ¨ªntegro, bueno, sensible, alegre, emp¨¢tico y gran profesional y compa?ero. Amigo insustituible. Los Dioses de la Humanidad lo tengan eternamente en su mejor savia¡±. Solo de esa forma lo podr¨ªa despedir El Arbi El Harti, el poeta y productor que comparti¨® no pocas experiencias con ¨¦l dentro de la Compa?¨ªa de Mar¨ªa Pag¨¦s. La titular del grupo ha subrayado ¡°su gran talento¡± y su camarader¨ªa, sustentada en las vivencias y los espect¨¢culos compartidos: el ¨²ltimo, estrenado en Madrid en este mismo mes, Siete golpes y un camino. Por detr¨¢s, m¨¢s de veinte a?os como coordinador de ensayos de la compa?¨ªa y asistente de coreograf¨ªa en montajes que se encuentran entre los principales de la bailaora sevillana: Autorretrato, Utop¨ªa, Dunas, Yo, Carmen y Una Oda al tiempo. ¡°Un colaborador ¨²nico¡±, subraya la Premio Nacional de Danza 2002 y Medalla al M¨¦rito en las Bellas Artes en 2015.
Adem¨¢s de su condici¨®n de gran bailaor, Pag¨¦s destacaba el patrimonio ¨²nico que Barrios nos ha legado: ¡°Su amor incondicional a la gente, a toda la gente. M¨¢s all¨¢ de ser un gran bailaor y un excelente core¨®grafo, que hubiera podido hacer todo lo que hubiera querido, talento ten¨ªa a borbotones, Jos¨¦ Barrios era un hombre bueno. Y eso, en nuestro mundo, no tiene precio. Discreto y generoso por convicci¨®n casi religiosa, daba sin pedir nada en contrapartida, lo que m¨¢s lo caracterizaba: su alegr¨ªa y su energ¨ªa buena. Lo daba todo¡±.
Si se mira a la carrera de Jos¨¦ Barrios podr¨ªamos decir que nos hallamos ante la de un corredor de fondo, de alguna forma solitario frente a sus retos, desde los mismos inicios en su C¨®rdoba natal. All¨ª comienza una trayectoria que cumplimenta todas las etapas formativas y profesionales por las que un artista de sus caracter¨ªsticas debe pasar: la escuela y el magisterio recibido de los maestros (Manolo Mar¨ªn, Domingo Ortega, La China¡), la pertenencia a compa?¨ªas de baile (Blanca del Rey, entre otras), los viajes y giras, Estados Unidos, ya en una etapa cercana a su madurez y con encargos de importancia, como la coreograf¨ªa del Boston Flamenco Ballet y el inevitable Jap¨®n.
Si se mira a la carrera de Jos¨¦ Barrios podr¨ªamos decir que nos hallamos ante la de un corredor de fondo, de alguna forma solitario frente a sus retos
La ¨²ltima etapa profesional de Barrios anunciaba el despegue en solitario que, por su trayectoria, merec¨ªa. En cualquier obra, su participaci¨®n era destacada, pero ¨¦l nunca cej¨® en su prop¨®sito de encontrar un sitio propio. El Festival de Jerez, convertido desde hace casi veinticinco a?os en el escaparate en la que todos los artistas del baile aspiran a mostrar sus creaciones ¡ªsu directora, Isamai Benavente, confesaba sentirse desolada ante la noticia de la muerte del bailar¨ªn¡ªle ofreci¨® su sitio en la edici¨®n de 2018, donde, tras tantas actuaciones con la compa?¨ªa de Pag¨¦s, pudo exponer los fundamentos de su amplio repertorio bailaor ¡ªuso de bata de cola incluida¡ª con la obra Reditum, bailando flamenco, en la que se hizo acompa?ar de un elenco cantaor e instrumental con el que parec¨ªa encontrarse y que repetir¨ªa posteriormente.
De aquel estreno, el periodista y cr¨ªtico Juan Garrido escribi¨® que Barrios se encontraba entre los artistas ¡°que prefieren mirar atr¨¢s, al pasado y al origen con el fin de dar sentido al presente y avanzar desde la tradici¨®n. Bailar, sin m¨¢s cuentos¡±. Una de las definiciones que podr¨ªa explicar el rumbo que su baile personal proyectaba y que, desgraciadamente, nos vamos a perder.