Leonor Watling: ¡°Soy experta en crisis vitales¡±
La actriz y cantante encarna a una abogada sin escr¨²pulos en la serie ¡¯Nasdrovia¡¯ y cierra su gira de verano con su grupo, Marlango
Llegamos a la vez, embozadas y gafadas ambas hasta las cejas, y nos reconocemos por descarte y porque tampoco hay mucho trasiego en la otrora atestada terraza del m¨ªtico Caf¨¦ Gij¨®n a media tarde. Madrid est¨¢ extra?amente triste y silenciosa este primer d¨ªa de este rar¨ªsimo septiembre. Ni su anillo ni su pendiente de calaveras ¡ª¡°es m¨¢s por aquello de recordar que soy mortal, que por rockera¡±, explica¡ª merman dulzura a sus ojos bajo el flequillo de ni?a grande. Tienen el aire de su estado de WhatsApp: ¡°l¨ªquido¡±. Pero una sospecha que tambi¨¦n pueden ser de acero viejo.
Con mascarilla y gafas puede una mirar sin ser mirada. ?Le gusta?
Es divertido, pero no es nuevo. Tengo un superpoder: me parezco mucho a m¨ª misma. La gente me dice que le recuerdo a alguien. Yo sonr¨ªo. Solo si insisten digo qui¨¦n soy.
Otros actores llevar¨ªan mal ese desconocimiento del p¨²blico. ?No sufre su ego?
Qu¨¦ va. Yo estoy mucho m¨¢s en paz conmigo misma desde que asumo y acepto que no puedo gustarle a todo el mundo. Que incluso hay gente que me aborrece y gente a la que aborrezco, y no pasa nada. No poder gustar a todo el mundo, qu¨¦ tranquilidad.
?Cu¨¢ndo dej¨® de intentarlo?
Tiene que ver con la edad y con haber sentido que le gustabas a gente por la raz¨®n equivocada, o con sentirte esclava de la imagen que t¨² misma quer¨ªas que tuvieran de ti. Logras que la tengan, pero ese list¨®n es imposible. Tuve unos a?os muy infelices porque quer¨ªa ser la t¨ªa de las fotos. Cuando haces reportajes de moda, dices: ¡°Quiero ser esa¡±. Pero no: eres esa con dos horas de producci¨®n y retoques. Si te quedas atrapada en querer ser esa, es terror¨ªfico. Y yo pas¨¦ ese no poder estar a la altura de lo que cre¨ªa tener que ser. Se me pas¨® poco a poco y con la edad, con la maternidad, con el escenario.
CARNE VIVA
Leonor Watling (Madrid, 45 a?os) a¨²n no ha encontrado el sitio en la vida que buscaba Raquel, el personaje que la lanz¨® a la fama hace 20 a?os en la serie de Televisi¨®n Espa?ola. "No s¨¦ si quiero encontrarlo", dice, "es m¨¢s interesante seguir busc¨¢ndolo". De momento, ha pasado el verano cantando al aire libre frente a peque?os auditorios con mascarilla con su grupo, Marlango, en una de las giras "m¨¢s emocionantes" de su vida. En oto?o estrena 'Nasdrovia' (Movistar), una comedia donde interpreta a una abogada de corruptos en plena crisis de los 40. Juega con ventaja. Ella ya la ha pasado.
?Saldremos mejores de esta pandemia?
Es que, pobrecitos, somos muy influenciables y muy d¨¦biles, me refiero como especie. Los primeros d¨ªas que sal¨ªamos a aplaudir a las ocho todos est¨¢bamos muy emocionados, pero a ning¨²n sanitario le han subido el sueldo ni han reforzado atenci¨®n primaria, en ning¨²n sitio. En el fondo estamos pues eso, como t¨² y yo ahora mismo: tomando una coca-cola.
?A la vez cabreados, muertos de miedo y haciendo que no pasa nada?
Claro: a ratos me tomo la coca-cola tan feliz y a ratos pienso en cu¨¢nto mejor nos ir¨ªa si acept¨¢ramos que vamos a morir, si dej¨¢ramos de tener este talento para olvidar. Y para echarle la culpa al otro. Porque en el fondo es eso: ¡°Los otros lo hacen peor y yo estoy bien¡±. Estamos en un momento muy infantil. Los pol¨ªticos, en un duelo como de bar, diciendo: ¡°venga, hazlo t¨², a ver c¨®mo te sale¡±, en vez de sentarse de una puta vez a hablar. Y, adem¨¢s de la de los Gobiernos est¨¢ la responsabilidad individual. No hace falta que haya una autoridad para todo: para ponerte la mascarilla, para no aparcar el puto patinete delante del portal y que se mate la gente. Todo esto me tiene m¨¢s enfadada y triste que otra cosa.
Estamos en septiembre. ?El teatro es su asignatura pendiente?
La verdad es que s¨ª, nunca he hecho, y ahora me da un poco de miedo.
?Por el no valgo t¨ªpico de las mujeres?
Creo que es m¨¢s por mi momento vital. Hay algo que ni los entrevistados ni los medios estamos comunicando bien: la realidad de la vida diaria. Una no es actriz y ya, una tiene una vida. Tengo hijos y quiero estar con ellos. Cuando sean m¨¢s mayores y est¨¦ sola en casa a las ocho de la tarde, dir¨¦ ¡°ahora podr¨ªa estar haciendo algo estupendo como una obra de teatro¡±. Pero ahora no quiero.
?Ese dilema solo nos lo planteamos nosotras?
No, pero mayoritariamente nos lo planteamos las mujeres, sobre todo por un sentimiento de culpa y no por decisi¨®n, o una sensaci¨®n de no puedo. Yo soy una privilegiada por poder decir no quiero, pero creo que la mujer toma decisiones mucho m¨¢s desde el deber que desde el deseo o lo que se permite hacer. Y no solo tiene que ver con los hijos, sino con querer tener una vida.
?Y usted la tiene? Una vida, digo.
S¨ª. S¨ª porque necesito mucha soledad. Cuando tienes este tipo de personalidad, al final, aunque tengas trabajos y familia, necesitas estar sola. Sin nadie.
Drexler-Watling: sus hijos tienen un trabalenguas en el DNI.
Pobres. Es peor: Drexler-Ceballos- Prada-Watling. Un cuarto alem¨¢n, uno ingl¨¦s, uno uruguayo y uno espa?ol. Tienen muy claro que nadie es de ninguna parte, eso les viene en los genes. Yo viv¨ª esa mezcla como una suerte y espero que ellos tambi¨¦n lo vivan as¨ª.
?C¨®mo es vivir con un se?or tan intenso como Jorge Drexler?
Bueno, llevamos 15 a?os juntos.
Igual el m¨¢s intenso no es ¨¦l.
Eso te iba a decir: a folcl¨®rica, a ver qui¨¦n gana. A ver, los dos somos intensos. Positivo y negativo: nos neutralizamos. Claramente funcionamos juntos. Es mucho m¨¢s normal y f¨¢cil. Casi me gusta m¨¢s c¨®mo te lo est¨¢s imaginando t¨², por la cara que est¨¢s poniendo.
Le¨ª que iba al psiquiatra como quien va a afinarse la cabeza. ?Qu¨¦ se la desafina?
La vida cotidiana. Cuando entras en rutina, te olvidas de ti y aceptas cosas que no te gustan. Yo necesito parar y preguntarme por qu¨¦ llevo haciendo esto un a?o, si lo odio. Hay gente que lo hace y¨¦ndose a caminar. Yo necesito sentarme y, co?o, decir que estoy inc¨®moda. Tambi¨¦n me desafinan los rodajes. Te metes en un engranaje muy grande, muy complicado, de mucha responsabilidad y, cuando terminas, te das cuenta de que no era nada importante. Todas esas relaciones laborales y personales acaban de repente y te descolocan.
En Nasdrovia, su personaje est¨¢ en la crisis de los 40. A sus 45, ?ha superado el trance?
S¨ª, y no tiene que ver con los 40, sino con el momento en el que eres el mayor de los que est¨¢n sentados a una mesa. Soy experta en crisis vitales: se ve que tengo facilidad para cuestionarme todo. He tenido la de los 30, la de los 40, todas. Es cansado, pero es as¨ª. Creo que hay un momento en el que esa carrerilla, el trote con el que empezaste de joven, te agobia y te planteas si te gusta, si tiene sentido. Otra cosa es que la crisis sirva para algo, m¨¢s all¨¢ de cortarte el pelo o comprarte una moto.
?Le fastidia verse una arruga nueva en el espejo?
No tengo muchos espejos, no me gustan. Me duele, es muy duro cuando lo ves en la pantalla, porque yo me he visto muy peque?a en la pantalla y de repente soy una se?ora con una cierta edad. Como no me siento as¨ª, es duro.
?Tiene alguna estrategia al respecto?
Pues doy bandazos: desde pedir que me pongan vitaminas, al esto es as¨ª y es maravilloso. Depende del d¨ªa, pero no es f¨¢cil para nadie, tampoco para ellos. S¨¦ c¨®mo es llegar a los 40. El reto ahora es pasar ese tramo dif¨ªcil hasta ser una se?ora mayor con una cara arrugada maravillosa.
Se le aguan los ojos todo el rato. ?Siempre est¨¢ tan a flor de piel?
Siempre. Hay algo del ser humano, de nosotros, que me da tanta alegr¨ªa y tanta ternura y tanta rabia. Incluso lo que te dec¨ªa de los pol¨ªticos. Me pongo en modo cabreo profund¨ªsimo, pero si paro un segundo, no s¨¦ por qu¨¦, supongo que por mi educaci¨®n porque mi madre es as¨ª, doy un paso atr¨¢s y pienso ¡°qu¨¦ ternura, qu¨¦ desastre, qu¨¦ innecesario todo¡±.
?Cu¨¢nto le pesa tanta empat¨ªa?
Ser tan emp¨¢tica es una putada. Con la edad he conseguido contenerme un poco, porque tengo empat¨ªa con las piedras y eso me agota. Por eso intento estar mucho sola: hay un momento en que necesito descansar.
?De usted o de los dem¨¢s?
De lo que me pasa a m¨ª con lo que me llega de los dem¨¢s.
?Qu¨¦ lugar ocupa usted misma entre sus prioridades?
Te has acabado el refresco. ?Quieres un caf¨¦? Mientras, lo pienso.
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