Caetano Veloso: ¡°Me he hecho m¨¢s de izquierdas con la edad¡±
El m¨²sico brasile?o presenta un documental donde cuenta la ¨¦poca en la que pis¨® la c¨¢rcel acusado de ¡°terrorista cultural¡¯
Caetano Veloso (Santo Amaro da Purifica??o, Brasil, 78 a?os) aport¨® ayer una dosis de m¨²sica y otra de pol¨ªtica a la Mostra de Venecia, donde el cantante present¨® el documental Narciso de vacaciones, proyectado fuera de competici¨®n. La pel¨ªcula, que regresa a los d¨ªas de su detenci¨®n por ¡°terrorismo cultural¡± en el Brasil de la dictadura militar, puede desconcertar por su extrema sencillez: se trata, simplemente, de una larga y pausada conversaci¨®n con el cantante, que puede saber a poco en los primeros minutos.
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Caetano Veloso (Santo Amaro da Purifica??o, Brasil, 78 a?os) aport¨® ayer una dosis de m¨²sica y otra de pol¨ªtica a la Mostra de Venecia, donde el cantante present¨® el documental Narciso de vacaciones, proyectado fuera de competici¨®n. La pel¨ªcula, que regresa a los d¨ªas de su detenci¨®n por ¡°terrorismo cultural¡± en el Brasil de la dictadura militar, puede desconcertar por su extrema sencillez: se trata, simplemente, de una larga y pausada conversaci¨®n con el cantante, que puede saber a poco en los primeros minutos.
En realidad, su mon¨®logo es un relato poderoso y cautivador que da cuenta de los peores tiempos de la historia reciente de su pa¨ªs, a trav¨¦s del relato que hace Veloso de los 54 d¨ªas que pas¨® encarcelado a finales de 1968 e inicios de 1969. ¡°Al principio ¨ªbamos a rodar un documental convencional, con otros participantes, pero al terminar mi entrevista los directores decidieron que esa iba a ser toda la pel¨ªcula¡±, recuerda Veloso al tel¨¦fono desde su casa en R¨ªo de Janeiro, donde lleva seis meses confinado y ha escrito un pu?ado de temas nuevos.
En la dictadura no me volv¨ª m¨¢s c¨ªnico, pero s¨ª entr¨¦ en depresi¨®n
¡°Para ser preciso, dos canciones y media¡±, sonr¨ªe el cantante. ¡°La primera es una canci¨®n de amor. La segunda, una oda al nombre que m¨¢s se puso en Brasil el a?o pasado: Enzo Gabriel. Y la media no se la digo, porque una canci¨®n no tiene tema hasta que la termino¡±. Caetano Veloso quiso ponerse delante de la c¨¢mara porque le daba miedo el olvido. Se trataba de recordar un pasado que ahora algunos aspiran a reescribir y de advertir que el totalitarismo podr¨ªa volver en cualquier momento.
¡°Me parece pertinente recordar aquella ¨¦poca, ahora que el presidente brasile?o asegura que fue un periodo glorioso y maravilloso en nuestra historia¡±, confirma Veloso, sin pronunciar el nombre de Jair Bolsonaro. El poder militar de la ¨¦poca le acusaba de parodiar el himno nacional en un concierto en un club privado de R¨ªo, donde habr¨ªa adaptado esas estrofas patri¨®ticas a la melod¨ªa de su canci¨®n Tropicalia.
Todo era mentira, pero as¨ª lo hab¨ªa denunciado ante las autoridades un l¨®brego personaje, el periodista Randal Juliano, en uno de esos gestos de mezquindad que suelen aflorar en las dictaduras. ¡°Hoy veo a mucha gente que act¨²a como ese hombre. Por ejemplo, en las redes sociales, donde muchos tratan de alcanzar el ¨¦xito a trav¨¦s de palabras escandalosas e incitaciones al linchamiento¡±, denuncia el cantante.
La izquierda no nos apoyaba porque ve¨ªa el rock como imperialista
En su viaje de vuelta a ese episodio traum¨¢tico en su vida hay momentos para el dolor y la emoci¨®n, pero tambi¨¦n para una risa algo parad¨®jica. Cuando Veloso decide leer ante la c¨¢mara las actas de su interrogatorio, descubre que las fuerzas del orden tambi¨¦n le acusaban de componer m¨²sica ¡°desvirilizante¡±, un concepto que le apasionaba. Pocas l¨ªneas despu¨¦s, sus interrogadores concluyen que era imposible adaptar el himno brasile?o al ritmo de la canci¨®n de Veloso, ya que ¡°la primera tiene versos endecas¨ªlabos y la segunda, octos¨ªlabos¡±. ¡°Es cierto que exist¨ªa una comicidad angustiante en la situaci¨®n. Era casi como una obra de Ionesco¡±, bromea Veloso.
Detenci¨®n y exilio
La detenci¨®n cambiar¨ªa para siempre a ese chico ingenuo de 26 a?os. En las fotos de la ¨¦poca, se detecta en su rostro una sonrisa ligeramente m¨¢s triste. ¡°No me volvi¨® m¨¢s duro ni m¨¢s c¨ªnico, pero s¨ª me hizo entrar en una depresi¨®n, aunque nunca me la diagnosticaran. Si sumamos la detenci¨®n y mi exilio de dos a?os en Londres, viv¨ª tres a?os en un estado de opresi¨®n total. Al salir no ten¨ªa est¨ªmulos para afrontar ning¨²n cambio en mi vida¡±.
Veloso pas¨® meses ¡°sin llorar ni eyacular¡±, reacciones f¨ªsicas que reflejaban, seg¨²n cree, su aridez interior. ¡°Estaba seco espiritualmente¡±, sentencia ahora. Su amigo Gilberto Gil, que fue detenido el mismo d¨ªa que ¨¦l, lo vivi¨® un poco mejor: ¡°?l era m¨¢s adulto. Yo era todav¨ªa un adolescente, en apariencia y sentimiento¡±.
En la pel¨ªcula, Veloso desmiente haber formado parte de grupos marxistas o contestatarios. ¡°En realidad, una parte de la izquierda se opon¨ªa a lo que hac¨ªamos, porque nuestro acercamiento al rock era percibido como imperialista¡±, recuerda. ¡°Si le soy sincero, yo siempre me sent¨ª muy pr¨®ximo a los principios liberales. Los derechos individuales y otras cosas que no eran respetadas por los reg¨ªmenes comunistas eran sagrados para m¨ª. Me he vuelto m¨¢s de izquierdas con la edad, y no solo por vivir bajo un Gobierno autoritario. Desde hace alg¨²n tiempo, me he vuelto m¨¢s cr¨ªtico con el liberalismo, menos optimista sobre lo que nos traer¨¢. A los 78 a?os, me siento a la izquierda de m¨ª mismo¡±, asegura Veloso a modo de conclusi¨®n