Un batiburrillo de tonos

La nueva pel¨ªcula del director turco italiano Ferzan Ozpetek (Hamam: el ba?o turco) se detiene en la crisis de una pareja gay que de la noche a la ma?ana se encuentra con la tarea de cuidar a los dos hijos peque?os de una ¨ªntima amiga enferma. El resultado es un cl¨¢sico enredo de padres por sorpresa que aqu¨ª se centra m¨¢s en la crisis de una pareja al borde de la separaci¨®n que en el p¨¢nico ante su nuevo esquema familiar, aunque es obvio que los ni?os provocar¨¢n algo nuevo en la pareja. Quiz¨¢ Ozpetek sabe qu¨¦ quiere contar pero el batiburrillo de tonos de su nueva pel¨ªcula solo se presta a la confusi¨®n. Un drama con alg¨²n momento tragic¨®mico y con un arranque a dos bandas que, aunque se aclara al final, resulta desconcertante. Pero lo peor es la ristra de personajes secundarios: un plantel de comedia costumbrista que resulta burdo y caricaturesco y que afecta sobre todo a los personajes del vecindario, que no se sabe muy bien qu¨¦ pintan ah¨ª, por no hablar de la esperp¨¦ntica recta final en la casa de la abuela-bruja.

Si la historia de la pareja gay en plena crisis amorosa camina por un lado que resulta interesante, en gran medida por los estupendos Stefano Accorsi y Edoardo Leo, el resto resulta mucho m¨¢s chapucero y tosco. Mientras la pareja no deja de tirarse los trastos a la cabeza, los dos hijos de su amiga enferma asisten a un espect¨¢culo de reproches del que de alguna forma se sienten ajenos. Pero la perplejidad de los ni?os y el duro drama que arrastran (se salva tambi¨¦n la madre, que interpreta Jasmine Trinca) no quedan bien reflejados y todo el enredo resulta artificioso y la pel¨ªcula solo brilla en algunos de sus instantes, pero no en su conjunto.