La historia del guion de ¡®La ni?a de tus ojos¡¯
Fernando Trueba recuerda la gestaci¨®n del filme protagonizado por Pen¨¦lope Cruz, cuya secuela, ¡®La reina de Espa?a¡¯, origin¨® una demanda en los tribunales. Este martes el juez dio la raz¨®n al cineasta
En marzo de 1991, el productor Eduardo Campoy (Cartel) me envi¨® un tratamiento de 38 p¨¢ginas titulado La ni?a de ¡®sus¡¯ ojos para ver si me interesaba dirigirlo.
Por entonces yo estaba escribiendo Two Much con mi hermano David, por lo que les dije a los productores que habl¨¢semos cuando tuviesen un guion acabado.
Pas¨¦ un tiempo en Los ?ngeles intentando encontrar financiaci¨®n y actores para Two Much sin ¨¦xito. Por lo que decid¨ª poner en marcha Belle ?poque, que hab¨ªa escrito con Rafael Azcona y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez el a?o anterior.
El guion d...
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En marzo de 1991, el productor Eduardo Campoy (Cartel) me envi¨® un tratamiento de 38 p¨¢ginas titulado La ni?a de ¡®sus¡¯ ojos para ver si me interesaba dirigirlo.
Por entonces yo estaba escribiendo Two Much con mi hermano David, por lo que les dije a los productores que habl¨¢semos cuando tuviesen un guion acabado.
Pas¨¦ un tiempo en Los ?ngeles intentando encontrar financiaci¨®n y actores para Two Much sin ¨¦xito. Por lo que decid¨ª poner en marcha Belle ?poque, que hab¨ªa escrito con Rafael Azcona y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez el a?o anterior.
El guion de La ni?a de sus ojos debi¨® de llegarme en enero de 1992. Lo le¨ª. No me interes¨®. Me parec¨ªa una pena, pues la peripecia real de los espa?oles que rodaron en la Alemania nazi durante la Guerra Civil era un marco interesante para una comedia. As¨ª se lo dije a los productores (Campoy y Pedro P¨¦rez, de Cartel, y V¨ªctor Manuel, de Ion). Me dijeron que hiciese yo mi propio guion. Les dije que quer¨ªa escribirlo con Rafael Azcona. La idea les entusiasm¨® y me propusieron que la coprodujera con ellos a tres partes iguales. Les dije que estaba en preproducci¨®n de Belle ?poque y que, en cualquier caso, el proyecto tendr¨ªa que esperar. No les import¨®, pues lo que quer¨ªan era hacer la pel¨ªcula conmigo.
Le di el guion de La ni?a de sus ojos a Rafael Azcona y tampoco le gust¨®. Decidimos empezar de cero. Rafael visitaba la hemeroteca y en febrero y marzo de 1992 me pasaba extractos de peri¨®dicos o revistas de la ¨¦poca, como Primer plano, y de Los jud¨ªos en Espa?a, de M¨¦cboulan, sobre los sefard¨ªes de Bulgaria y Alemania. Le¨ªmos libros sobre la UFA [estudio cinematogr¨¢fico alem¨¢n del periodo de entreguerras], sobre Goebbels, sobre Flori¨¢n Rey y Benito Perojo, sobre la vida en el Berl¨ªn de Hitler, sobre Leni Riefenstahl y Albert Speer, libros de historia y de historia del cine. Esa fase siempre la disfrut¨¢bamos mucho.
Visitamos a Imperio Argentina en Benalm¨¢dena para que nos contara detalles de su estancia en Berl¨ªn, pero no nos aport¨® datos nuevos. Nos cont¨® que entonces acababa de ser madre y que viv¨ªa con su beb¨¦ y ¡°el servicio¡± en un chalet lejos de la ciudad, sin enterarse de lo que suced¨ªa alrededor.
En abril ya ten¨ªamos un primer argumento de 19 p¨¢ginas y seguimos trabajando hasta que me fui a Portugal, a rodar Belle ?poque.
Al terminar el rodaje, mientras trabajaba en el montaje por las ma?anas, me reun¨ªa con Rafael cada tarde, y en agosto ten¨ªamos un preguion de 92 p¨¢ginas.
El estreno y promoci¨®n de Belle ?poque interrumpieron de nuevo la escritura, aunque aprovechamos el festival de Berl¨ªn, en febrero de 1993, para visitar los Estudios de Babelsberg, que hab¨ªan sido destruidos en la guerra y reconstruidos. Ahora eran de la televisi¨®n alemana y, en cualquier caso, no nos serv¨ªan. All¨ª alguien nos habl¨® de los Estudios Barrandov, en Praga, donde seis a?os m¨¢s tarde acabar¨ªamos filmando la pel¨ªcula.
De mayo es una copia del preguion enriquecida con notas de nuestro com¨²n amigo Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez, y contranotas de Rafael, adem¨¢s de notas m¨ªas a mano, pero la segunda mitad de 1993 la dediqu¨¦ a preparar otro viejo proyecto, El peor programa de la semana, con mi hermano David y El Gran Wyoming.
A principios de 1994 viaj¨¦ a Estados Unidos para promocionar Belle ?poque. Estando all¨ª la pel¨ªcula fue nominada al Oscar, que luego ganar¨ªa. De pronto el premio y el ¨¦xito comercial de la pel¨ªcula en Estados Unidos hacen que las dificultades para hacer Two Much desaparezcan. Mientras avanzamos en el reparto y la financiaci¨®n, vuelvo a Espa?a y retomo el trabajo con Rafael. El primer guion de La ni?a de ¡®tus¡¯ ojos est¨¢ fechado el 3 de noviembre de 1994.
La preparaci¨®n, rodaje, posproducci¨®n y estreno de Two Much me ocupan 1995. Pero aprovecho las tardes, despu¨¦s del montaje, para volver a trabajar con Rafael.
En enero de 1996 tenemos el segundo guion. Ha mejorado sensiblemente, pero a¨²n est¨¢ muy lejos de la pel¨ªcula que yo so?aba hacer. Necesitaba m¨¢s trabajo. Rafael se impacienta: ¡°No quieres hacerla¡±. ¡°S¨ª, quiero hacer este proyecto m¨¢s que ning¨²n otro, pero toda la parte final no me gusta¡±, le digo. Soy incapaz de hacer una pel¨ªcula si no estoy totalmente seguro con el guion.
Entonces es el propio Rafael quien sugiere: ¡°Lo que necesitamos es que entre alguien nuevo, fresco. T¨² y yo estamos viciados, atascados, no vamos a sacar m¨¢s, lo hemos empezado e interrumpido demasiadas veces, est¨¢ mec¨¢nico... ?Por qu¨¦ no le dices a tu hermano David que nos eche una mano?¡±. Hab¨ªa hablado una vez m¨¢s la voz de la sabidur¨ªa.
Conservo aquel guion con notas manuscritas de David y m¨ªas, y otras siete versiones diferentes, de entre septiembre de 1997 y mayo de 1998. Tambi¨¦n tres p¨¢ginas manuscritas de David con notas a nuestro guion de enero de 1998 y seis p¨¢ginas mecanografiadas, sin fecha, de Rafael a alguna de esas versiones. ?Qu¨¦ man¨ªa m¨ªa de conservarlo todo!
David aport¨® lo que faltaba al guion, al que dimos una vuelta completa y, adem¨¢s de solucionar los problemas que me preocupaban del final, creamos el personaje del traductor...
Finalmente, en el verano de 1998, en Praga, rodamos La ni?a de tus ojos. En todos esos a?os, en todas esas versiones, jam¨¢s consultamos aquel guion preexistente. Nunca fue utilizado. Como los productores lo hab¨ªan comprado en el origen del proyecto, decidimos reflejarlo en los t¨ªtulos como ¡°basado en una idea de¡± o ¡°un argumento de¡±, pero entonces los autores de aquel guion preexistente decidieron que quer¨ªan aparecer en los cr¨¦ditos junto a los verdaderos guionistas; reclamaban ¡°sus derechos¡±.
Los dos guiones comparten ¨²nicamente cuatro de las cinco palabras del t¨ªtulo, y el nombre ¨Cque no el car¨¢cter ni los di¨¢logos ni las acciones¨C de dos personajes secundarios. La pel¨ªcula acabada no ten¨ªa nada que ver con lo que ellos hab¨ªan escrito. Pero eso no les importaba.
Uno de ellos llam¨® a Rafael a explicarle sus razones: para ellos era muy importante tener su nombre junto al de un gran maestro como ¨¦l. Rafael se agarr¨® uno de sus monumentales cabreos y les pregunt¨® si hab¨ªan le¨ªdo nuestro guion y hab¨ªan encontrado en ¨¦l algo de ellos. Tras algunos gritos colg¨® y me llam¨® a cont¨¢rmelo. Me dijo que si ellos aparec¨ªan en los t¨ªtulos ¨¦l retiraba su nombre de la pel¨ªcula. David se sum¨® a la iniciativa de Rafael. Les parec¨ªa injusto que figuraran como guionistas y adem¨¢s se llevaran la parte correspondiente de los derechos de autor.
De repente me encontraba en una situaci¨®n absurda: iba a aparecer en los t¨ªtulos con dos personas a las que pr¨¢cticamente no conoc¨ªa (los hab¨ªa visto en una ocasi¨®n), y quienes hab¨ªan hecho conmigo el guion no iban a figurar...
Y todo esto ocurr¨ªa d¨ªas antes de la fecha de estreno ¨Cque no pod¨ªa retrasarse¨C ,con todo el mundo trabajando contra reloj para llegar. Hab¨ªa que hacer los t¨ªtulos, tirar las copias...
Consegu¨ª convencer a Rafael y David de dejar sus nombres y ¨Caunque ellos no me lo pidieran¨C retir¨¦ mi nombre del guion para que mi parte de derechos de autor como guionista les resarciera, al menos en parte, de lo que consideraban un robo a mano armada, expresi¨®n popular que no debe tomarse literalmente. Yo ten¨ªa adem¨¢s un 25% de derechos de autor por ser director. Y as¨ª, en un acto de magnanimidad est¨²pido, del que todos estos a?os me he estado arrepintiendo ¨Csobre todo, cada vez que alguien me preguntaba en una entrevista ¡°Ese guion no era tuyo, ?no?¡±¨C retir¨¦ mi nombre de los cr¨¦ditos. Esta es la explicaci¨®n de que sea la ¨²nica de mis pel¨ªculas en la que no aparezco acreditado como guionista.
Dieciocho a?os despu¨¦s hice La reina de Espa?a. Habl¨¦ p¨²blicamente por primera vez del proyecto en septiembre de 2012 durante el festival de San Sebasti¨¢n. Me hubiera gustado escribir La reina de Espa?a con Azcona y David, pero desgraciadamente Rafael ya no estaba, aunque su foto, acechando por encima de mi hombro, me acompa?¨® durante toda la escritura, y a veces me volv¨ªa y le consultaba con la mirada. David, por otro lado, es el tipo m¨¢s ocupado que conozco, y ya no es un guionista ¡°disponible¡± como cuando era joven, aunque nunca me faltan su ayuda, ideas y sugerencias, y este caso no fue una excepci¨®n.
Pero de nuevo la pesadilla se repiti¨®. Los autores de aquel guion previo reaparecieron de nuevo con una demanda que reclamaba la ¡°propiedad de los personajes¡± de una pel¨ªcula que no escribieron ¨Cmucho menos a¨²n de esta que es una obra nueva e independiente¨C y trataron de perjudicarla sembrando dudas, confusiones y falsedades sobre mi persona y la autor¨ªa de los personajes de mis pel¨ªculas La ni?a de tus ojos y La reina de Espa?a a tan solo cinco d¨ªas del estreno de esta ¨²ltima.
Un art¨ªculo publicado en este diario acababa diciendo que ser¨ªa un juez quien decidir¨ªa sobre la paternidad de Macarena Granada, personaje que por cierto no exist¨ªa en su guion. Solo en el guion final, cuyos autores son Rafael Azcona, David Trueba y yo mismo.
Todo esto supuso un doble da?o, a la pel¨ªcula y a mi reputaci¨®n, pero ahora, cuatro a?os despu¨¦s, una vez que los tribunales han dictado sentencia, por dos veces, a favor de la productora y de m¨ª, he decidido romper el silencio que he guardado sobre este tema, al menos en p¨²blico, durante m¨¢s de 20 a?os, y contar mi versi¨®n de la historia a quien pueda interesarle.