El mundo dice adi¨®s a John le Carr¨¦
La influencia del maestro de la novela de espionaje se hace sentir en quienes le conocieron en persona o a trav¨¦s de sus palabras
David Cornwell public¨® su primera novela en 1961 bajo el nombre de John le Carr¨¦, ya que su trabajo para la inteligencia brit¨¢nica le obligaba a usar un seud¨®nimo. Nunca dej¨® de escribir hasta el final y siempre logr¨® reflejar las ambig¨¹edades morales de la guerra fr¨ªa a la guerra contra el terrorismo sin perder su destreza. Muchas de las personas que tuvieron relaci¨®n con el autor de El esp¨ªa que sali¨® del fr¨ªo, ya sea en persona o a trav¨¦s de sus palabras, han tomado un momento para expresar su respeto y admiraci¨®n.
El actor Gary Oldman, quien interpret¨® a George Smiley en la ...
David Cornwell public¨® su primera novela en 1961 bajo el nombre de John le Carr¨¦, ya que su trabajo para la inteligencia brit¨¢nica le obligaba a usar un seud¨®nimo. Nunca dej¨® de escribir hasta el final y siempre logr¨® reflejar las ambig¨¹edades morales de la guerra fr¨ªa a la guerra contra el terrorismo sin perder su destreza. Muchas de las personas que tuvieron relaci¨®n con el autor de El esp¨ªa que sali¨® del fr¨ªo, ya sea en persona o a trav¨¦s de sus palabras, han tomado un momento para expresar su respeto y admiraci¨®n.
El actor Gary Oldman, quien interpret¨® a George Smiley en la versi¨®n cinematogr¨¢fica de 2011 de El topo escribi¨® en una declaraci¨®n recogida por el sitio web Deadline que ¡°encarnar a George Smiley permanece c¨®mo uno de los momentos cumbres de mi carrera¡±. El c¨ªnico y perpetuamente cansado Smiley, cuyos problemas maritales y su amor por la literatura alemana trazan un perfil opuesto al James Bond de Ian Fleming, es la creaci¨®n m¨¢s memorable de Le Carr¨¦ y sirve como eje a gran parte del universo de sus novelas de esp¨ªas.
Florence Pugh, quien protagoniz¨® en 2018 la adaptaci¨®n para televisi¨®n de La chica del tambor record¨® en Instagram c¨®mo pas¨® horas oyendo hasta la madrugada las an¨¦cdotas de una vida tan ¡°incre¨ªble y emocionante¡±: ¡°David, te oir¨¦ en tu escritura, beber¨¦ en tu honor con un martini y agradecer¨¦ a las estrellas que nuestros caminos se cruzaron¡±. Por su parte, Hugh Laurie, quien comparti¨® la pantalla con Tom Hiddleston en la versi¨®n de 2016 de la BBC de El infiltrado cit¨® una l¨ªnea de El topo: ¡°Estaba construido por la misma firma que hizo Stonehenge¡±.
Los escritores despiden a uno de los suyos
John Geller, quien fue el representante literario de Cornwell durante 15 a?os, declar¨® que Le Carr¨¦ fue ¡°un gigante indiscutible de la literatura inglesa¡± y que ¡°habl¨® sin miedo la verdad ante el poder en las d¨¦cadas que siguieron a la guerra fr¨ªa. ¡°He perdido a un mentor, a una inspiraci¨®n y, sobre todas las cosas, a un amigo. No veremos a nadie como ¨¦l otra vez¡±, escribe Geller.
El novelista ingl¨¦s Robert Harris ha descrito al escritor fallecido, en una declaraci¨®n para SkyNews, como ¡°uno de esos autores que no son solamente un escritor brillante sino tambi¨¦n alguien quien ha logrado permear en la cultura popular¡±. Stephen Fry, actor, escritor y presentador brit¨¢nico, ha se?alado que no hay otro narrador contempor¨¢neo que le haya dado tanto placer en la lectura como Le Carr¨¦ y agreg¨® que ¡°la mejor manera de honrar su gran vida y talento es releer todos sus libros, lo opuesto a una faena¡±. Richard Osman, presentador brit¨¢nico que public¨® hace poco la muy exitosa El club del crimen de los jueves, se despidi¨® del autor llam¨¢ndole ¡°el mejor y m¨¢s sabio cuentista que han tenido¡±.
La fama y la admiraci¨®n hacia el autor de El topo no era algo que estuviese limitado geogr¨¢ficamente. La canadiense Margaret Atwood, autora de El cuento de la criada, indic¨® que opinaba que las novelas sobre George Smiley eran ¡°clave para entender la etapa media del siglo XX¡±. El escritor estadounidense de terror Stephen King, conocido por El resplandor y Carrie, ha lamentado que ¡°este terrible a?o nos ha arrebatado a un gigante literario y un esp¨ªritu humanitario¡± y el brasile?o Paulo Coelho declar¨® que Le Carr¨¦ era ¡°un visionario¡±.