Hallado en Albacete un ¡°excepcional¡± conjunto de armas de ¨¦poca romana
Los expertos hacen p¨²blicas por primera vez, tras dos d¨¦cadas de trabajos, las 30 piezas militares ¨ªberas y sertorianas exhumadas en el yacimiento oretano de Libisosa
Libisosa ¨Duna ciudad oretana levantada en el siglo V a.C. sobre un cerro del actual t¨¦rmino de Lezuza (Albacete)¨D sufri¨®, al menos, dos grandes destrucciones. La primera, parcial, en el II a. C., por un escarmiento de los romanos. La segunda, con car¨¢cter definitivo, durante las g...
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Libisosa ¨Duna ciudad oretana levantada en el siglo V a.C. sobre un cerro del actual t¨¦rmino de Lezuza (Albacete)¨D sufri¨®, al menos, dos grandes destrucciones. La primera, parcial, en el II a. C., por un escarmiento de los romanos. La segunda, con car¨¢cter definitivo, durante las guerras sertorianas, que enfrentaron en Hispania a las facciones que pugnaban por el poder en Roma entre los a?os 82 y 72 a. C.
Los expertos de las universidades de Alicante y Murcia llevan m¨¢s de dos d¨¦cadas investigando los niveles de destrucci¨®n de este asentamiento de 30 hect¨¢reas. En este tiempo, los arque¨®logos han hallado viviendas, calles, talleres, ajuares o vajillas, en lo que se considera un yacimiento ¡°excepcional congelado en el tiempo¡±. Y ahora, por primera vez, hacen p¨²blicos los resultados del estudio integral del conjunto de armas que defensores y atacantes iberos y romanos utilizaron durante las guerras o las ceremonias sagradas que se celebraban en el interior de las edificaciones. M¨¢s de treinta armas completas han sido ya estudiadas, entre las que se incluye un espectacular casco de hierro, espadas, pu?ales, pila (jabalinas) y hasta proyectiles pesados para las m¨¢quinas de guerra, adem¨¢s de bocados de caballo y numerosas espuelas.
El art¨ªculo El armamento de ¨¦poca iberromana de Libisosa, un conjunto excepcional, firmado por el catedr¨¢tico de Arqueolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, Fernando Quesada ¨Del mayor experto espa?ol en armas de ¨¦poca ib¨¦rica y romana¨D, junto al del codirector de las excavaciones H¨¦ctor Uroz, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, indica que el conjunto de piezas militares ¡°se convierte, por derecho propio, en uno de los m¨¢s importantes de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica para el periodo republicano avanzado, entre las guerras celtib¨¦ricas y las sertorianas (del 150 al 75 a. C.). Y lo es tanto por el amplio n¨²mero de piezas como por la excelente conservaci¨®n de la mayor¨ªa¡±.
Uroz explica que el n¨²mero de armas halladas de ambos periodos ¡°es pr¨¢cticamente el mismo¡±, aunque la mayor¨ªa de los pu?ales y espuelas ser¨ªan de tradici¨®n ib¨¦rica, mientras que las espadas y jabalinas son romanas. ¡°Es muy dif¨ªcil determinar qui¨¦n us¨® cada arma encontrada, porque los soldados, a lo largo de su carrera, iban recolectando muchas y usaban unas u otras indistintamente. Es casi imposible saber si una espada recta o un pilum fueron empu?ados por un romano o por un ¨ªbero, que combat¨ªan de forma similar. Se necesitan elementos adicionales contextuales para determinarlo y no siempre se encuentran¡±, se?ala Quesada.
De todos los hallazgos militares, el m¨¢s espectacular, sin duda, es el de un casco de hierro. Se trata de una pieza completa de las llamadas de tipo Montefortino. Sin embargo, carece de carrilleras, piezas que proteg¨ªan los laterales del rostro, y que eran habituales en este casco empleado por las legiones y muchos aliados y enemigos, en este caso retirando los cubremejillas. Aunque su estado de conservaci¨®n es muy bueno, ¡°est¨¢ deformado por la presi¨®n, algo aplastado¡±, explica el informe de Quesada y Uroz, y ¡°presenta la huella de un gran golpe romo en el parietal izquierdo¡±.
Fue fabricado en hierro, lo que es muy raro en este periodo, y pesa 1,5 kilos, ¡°muy por encima de los valores para estos cascos que, en sus variantes m¨¢s tard¨ªas de los siglos II al I antes de Cristo, rara vez sobrepasan el kilo, sino que oscilan entre los 700 y 900 gramos. Solo modelos m¨¢s antiguos (350-250 a. C.) llegan a los dos kilos¡±.
Fue encontrado en el interior de una peque?a edificaci¨®n junto a otros objetos ib¨¦ricos, entre ellos la llamada ¡°cr¨¢tera de la monomaquia¡±, que muestra a dos guerreros en combate, ataviados con sendos cascos de este tipo y usando la falcata, espada ¨ªbera. ¡°Se puede considerar una producci¨®n local, hispana, imitando modelos it¨¢licos en bronce, puesto que los cascos legionarios de este periodo, e incluso del siglo anterior, eran casi universalmente de bronce. Lo que parece m¨¢s seguro es que no ser¨ªa nada probable que hacia el 75 a. C. un legionario romano recibiera un casco de hierro sin carrilleras y de kilo y medio de peso como parte de su equipo¡±, se?ala Quesada. Actualmente se puede admirar en el Museo Arqueol¨®gico de Lezuza.
Adem¨¢s del casco, se han hallado dos espadas de hoja recta. Una fue encontrada apoyada verticalmente en una pared de un lugar de culto del siglo II a. C., lo que provoc¨® que se curvase. Junto a ellas, m¨¢s armas, como un pu?al completo de hierro de 29,3 cent¨ªmetros con empu?adura casi completa. ¡°Las dos espadas son especialmente significativas. Estamos ante ejemplares del gladius hispaniensis [espada romana republicana] o de su prototipo. Dado que ese nombre se asocia indistintamente, en seg¨²n qu¨¦ ocasiones, a la morfolog¨ªa o al usuario, se provoca confusi¨®n. En realidad, en pleno siglo II a. C., por la pieza misma no puede deducirse si en su ¨²ltimo uso la empu?¨® un hispano resistente contra Roma, un hispano aliado de Roma o un legionario romano¡±, afirma Quesada.
En su informe, los arque¨®logos detallan m¨¢s piezas, como puntas de flecha, cuchillos, umbos (elementos met¨¢licos que iban en la parte exterior y central de los escudos), pila, bocados de arreos, espuelas (seis ¨ªberas y una romana)¡
Tambi¨¦n han hallado (en unas investigaciones financiadas por la Junta de Castilla-La Mancha, la Diputaci¨®n de Albacete, el Instituto de Estudios Albacetenses, el Ayuntamiento de Lezuza y las universidades de Alicante y Murcia) un proyectil de artiller¨ªa de forma esf¨¦rica ligeramente irregular. Fue tallado en cuarcita gris extremadamente dura y mide 7,5 cent¨ªmetros. Su peso es de 580 gramos. Fue encontrado tambi¨¦n dentro de un edificio, por lo que ¡°no parece probable que llegara por lanzamiento desde el exterior de la ciudad en el ataque de ¨¦poca sertoriana¡±.
El estudio concluye: ¡°Las armas de Lezuza ocupan un lugar relevante en la investigaci¨®n del armamento republicano tard¨ªo de Iberia, al mismo nivel ¡ªo incluso por encima en lo contextual¡ª que conjuntos tan importantes como los de Numancia, C¨¢ceres el Viejo, Valentia, Caminreal, la Azucarera u Osuna. Y todo hace pensar que se seguir¨¢n aportando, en los a?os venideros, m¨¢s objetos que ampl¨ªen y contribuyan a la comprensi¨®n¡± de este per¨ªodo de la historia. Y es que los arque¨®logos solo han excavado el 10 por ciento de las 30 hect¨¢reas de la ciudad que soport¨® dos destrucciones, dejando sepultado hasta nuestros d¨ªas todo lo que se encontraba en su interior.