Bebo cabalga de nuevo

Bebo Rides Again. Bebo cabalga de nuevo. Ese fue el t¨ªtulo con el que, hace 25 a?os, el saxofonista cubano Paquito D¡¯Rivera bautiz¨® el legendario disco que acababa de producir a Bebo Vald¨¦s en Alemania. Bebo ten¨ªa 76 a?os y aquel ¨¢lbum supuso su regreso a la m¨²sica luego de 30 a?os de silencio art¨ªstico, exilio y fr¨ªo en Estocolmo. Justo cinco a?os despu¨¦s, en diciembre de 1999, el cineasta Fernando Trueba desembarcaba en la capital sueca para conocer al ¡°caball¨®n¡± e invitarlo a participar en Calle 54, pel¨ªcula que reunir¨ªa en Nueva York a lo mejor de lo mejor del jazz latino. Trueba no sab¨ªa todav¨ªa que aquel encuentro cambiar¨ªa su vida, aunque desde el primer instante qued¨® deslumbrado por la maestr¨ªa y elegancia de Bebo en el piano y a¨²n m¨¢s por su condici¨®n humana: ¡°La mejor persona que he conocido¡±, dec¨ªa esta semana ante la foto de su amigo, que ocupa un lugar preferente en su estudio madrile?o.

Rodada en el a?o 2000, en Calle 54 Bebo protagoniz¨® dos d¨²os hist¨®ricos: L¨¢grimas negras, que supuso su reencuentro musical con el contrabajista Cachao, y La comparsa, a dos pianos con su hijo Chucho. A la semana siguiente, Trueba grab¨® a Bebo en Nueva York El arte del sabor, con Cachao y el percusionista Patato Vald¨¦s ¡ªy con Paquito de invitado especial¡ª, un repaso de lujo por la m¨²sica cubana que consigui¨® dos premios Grammy.

Fue el inicio de una intensa relaci¨®n de amistad y de una colaboraci¨®n art¨ªstica muy especial: en menos de una d¨¦cada, Trueba produjo ocho discos de Bebo ¡ªque obtuvieron tres premios Grammy y otros seis Grammy latinos¡ª, lo invit¨® a participar en cuatro pel¨ªculas suyas (Calle 54, El embrujo de Shanghai, El milagro de Candeal y Chico y Rita) y adem¨¢s apadrin¨® un documental de casi dos horas de duraci¨®n sobre la vida de su amigo (Old Man Bebo), dirigido por Carlos Carcas.

Seis a?os despu¨¦s de la muerte del pianista y 20 de su primer encuentro en Estocolmo, Trueba ha querido homenajearle de nuevo reuniendo en una caja de lujo gran parte de la m¨²sica que le grab¨® con su sello discogr¨¢fico Calle 54, en la que se incluyen varios materiales audiovisuales desconocidos o muy poco conocidos, filmados durante aquellas sesiones m¨¢gicas. No se trata de una simple recopilaci¨®n. Entre los siete CD y dos DVD que componen Bebo de Cuba, hay una gran sorpresa. Un disco in¨¦dito, llamado El caj¨®n de Bebo, que incluye 14 temas que en su mayor¨ªa fueron registrados entre 2003 y 2004 durante el proceso de grabaci¨®n del ¨¢lbum Bebo, verdadero tesoro en el que interpreta solo al piano la m¨²sica de los grandes compositores cubanos, de Ignacio Cervantes a Lecuona, Saumell o Jos¨¦ White, junto a temas suyos. ¡°Aquel era un disco cubano, y muchos de los temas que grabamos quedaron fuera, cosas de Gershwin que a ¨¦l le gustaba tocar, el Willow Weep for Me, que bautizamos como Americana; la Cavatina de la banda sonora de El cazador, o el Old Man River de su ¨ªdolo Jerome Kern. Era injusto que ese material se quedar¨¢ en un caj¨®n¡±. Trueba complet¨® el nuevo disco con otras canciones fabulosas, como la versi¨®n de Caminito que hizo con Enrique Morente para la pel¨ªcula de su hermano David La silla de Fernando, o el bolero C¨®mo fue, ¡°grabado por puro placer en un descanso de Chico y Rita con dos j¨®venes m¨²sicos cubanos, Inoidel Gonz¨¢lez y Daniel Noel, o su descarga cl¨¢sica Con poco coco, realizada con el grupo Hip Hop Roots durante El milagro de Candeal¡±.

¡°Era un deber recuperar estos ¨¢lbumes que ya no se encontraban en ninguna parte¡±, explica el cineasta

La caja ¡ªque ser¨¢ distribuida por Universal y saldr¨¢ a la venta el 24 de enero¡ª incluye seis de los ocho discos editados a Bebo por Calle 54. Quedan fuera L¨¢grimas negras, con El Cigala, el mayor ¨¦xito de ventas de toda su carrera, y Live at the Village Vanguard, con el contrabajista Javier Colina, que se editar¨¢ en una caja aparte para coleccionistas en los pr¨®ximos meses. El arte del sabor es uno de los m¨¢s redondos, pero qu¨¦ decir de la maravillosa Suite cubana, en la que arrop¨® sus partituras con los mejores m¨²sicos cubanos y latinos de Nueva York (y que ahora, otra novedad, puede escucharse con calidad de sonido 5.1), o de Juntos para siempre, exquisitez entre las exquisiteces, grabado a dos pianos con su adorado hijo Chucho con el repertorio de toda la vida que tocaban juntos en casa. La caja incluye tambi¨¦n el documental Old Man Bebo y un segundo DVD con materiales filmados en distintas sesiones de grabaci¨®n.

Para Trueba, es importante que vuelvan a estar disponibles estos discos que ya no se encontraban en ninguna parte ¡ªy con todas las portadas y dibujos originales hechos por Mariscal¡ª. ¡°Era un deber recuperar esta m¨²sica. Bebo es de la estirpe de los pianistas m¨¢s elegantes que han existido, como Nat King Colle o Bill Evans, en EE UU. En la m¨²sica latina, ¨¦l representaba eso¡­¡±, asegura Trueba. ¡°Era la suprema elegancia, pero una elegancia natural, de nacimiento, no la del rico¡­¡±.

Habla y se emociona. Dice que extra?a mucho a su amigo. ¡°Ten¨ªa una sonrisa inmensa y contagiosa. Y era un hombre modesto. Siempre daba m¨¢s importancia a los dem¨¢s. No era ambicioso. Aunque orgulloso, s¨ª. Sobre todo de su hijo Chucho. Y del trabajo bien hecho. Era un profesional impecable. Siempre puntual, con los deberes hechos, amable con todos¡±. Recuerda que ¡°en Old Man Bebo aparece P¨ªo Leyva, uno de los much¨ªsimos m¨²sicos a los que ayud¨®, y este exclama ¡®?Bebo Vald¨¦s!¡­¡¯ y la voz se le corta, las l¨¢grimas brotan de sus ojos y a?ade como en un suspiro que le sale del alma: ¡®?Qu¨¦ buena persona!¡¯. Probablemente a Bebo eso le importaba m¨¢s que todo, incluyendo la m¨²sica, su obra, su carrera¡±.

¡®Bebo de Cuba¡¯. Universal. A la venta el 24 de enero.