Cuando en Bocaccio corr¨ªan en abundancia el pensamiento y el champ¨¢n
Un libro repasa la historia del templo de la ¡®gauche divine¡¯ barcelonesa a trav¨¦s de sus protagonistas
En Bocaccio ocurr¨ªa de todo, incluso que se escapara un mono en la cabina de un avi¨®n. Sucedi¨® en 1973, en uno de los viajes de fiesta y expedici¨®n cultural organizados por el club m¨¢s transgresor de la Barcelona del tardofranquismo. Durante el vuelo a M¨¦xico, el animal se liber¨® de su jaula, provocando el p¨¢nico entre la tripulaci¨®n. Era la mascota de Pitito Gamir, estrella de la vida nocturna espa?ola, y fue la actriz Mary Santpere quien lo tuvo que esconder en el aeropuerto para que no lo confiscaran. Bocaccio fue ¡°un n¨²cleo de irradiaci¨®n¡± creativa excepcional, asegura el poeta y editor Pere Gimferrer en el pr¨®logo de Bocaccio, donde ocurr¨ªa todo (Destino), libro que el periodista Toni Vall ha escrito a modo de eleg¨ªa de un pasado que sobrevive en la memoria de sus protagonistas.
El libro es un recorrido por la historia de Bocaccio a trav¨¦s de 22 entrevistas a personajes que formaron parte del alma de la sala entre su inauguraci¨®n, en 1967, hasta la venta de la empresa por parte de sus socios, en 1981. Vall es un arque¨®logo de los objetos del local, de la mercadotecnia y de los muebles de dise?o exquisito ¡ªcreaciones de nombres como ?scar Tusquets¡ª que se comercializaban en la tienda de Bocaccio. Vall establece un di¨¢logo con sus interlocutores a partir del material bocacciano que ha ido recopilando con los a?os. La cantante Guillermina Motta le obsequia con un taburete original de la sala, de terciopelo rojo ¡ªel color distintivo de la casa¡ª y las patas de estilo modernista, el mismo taburete que Oriol Reg¨¤s, fundador de Bocaccio, regal¨® a Joan Manuel Serrat y que ¨¦l contin¨²a utilizando en sus recitales. Serrat revela en el libro que para los desplazamientos m¨¢s complicados opta por dos r¨¦plicas que mand¨® fabricar.
El coleccionismo que ha alimentado el mito de Bocaccio parece inabarcable ¡ªbuena parte de este legado se expone desde esta semana en el Palau Robert de Barcelona¡ª. Vall cuenta que la puerta de entrada estuvo en venta en internet por 60.000 euros, mientras que la de la sucursal que Reg¨¤s abri¨® en Madrid, en la calle Marqu¨¦s de la Ensenada, contin¨²a en su lugar. Es uno de los ¨²ltimos vestigios en pie de un peque?o emporio que creci¨® en ¡°una extra?a abundancia de pensamiento y champ¨¢n¡± como define aquel ambiente el arquitecto Oriol Bohigas. Los tent¨¢culos de Bocaccio se extendieron a otras discotecas, como productora de cine, discogr¨¢fica, editora de libros y tambi¨¦n de revistas. Fue en la revista Bocaccio que Colita public¨® la famosa fotograf¨ªa de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez con un ejemplar de Cien a?os de soledad abierto sobre su cabeza. En aquella publicaci¨®n se ganaban un sueldo autores como Juan Mars¨¦, otro de los entrevistados por Vall. La imagen de la portada de su novela ?ltimas tardes con Teresa es una creaci¨®n de un grupo de habituales de Bocaccio: Oriol Maspons retrat¨® en un plano picado a la modelo Susan Holmquist sentada en un coche descapotable. La revista Fotogramas tambi¨¦n publicaba la secci¨®n O¨ªdo en Bocaccio, llena de variedades de la que fue responsable Enrique Vila-Matas.
Bocaccio fue el epicentro de lo que es hoy popularmente conocido como la Gauche divine, es decir, la izquierda bien que en el libro de Vall contin¨²a negando ser pija. Pero el sambenito de pijo progre cal¨®, explica el escritor y exdirigente socialista Salvador Clotas, porque incluso personajes de la burgues¨ªa progresista de la ciudad como Narc¨ªs Serra, Pasqual Maragall o el editor Xavier Folch se negaron a pisar Bocaccio porque lo consideraban un lugar demasiado fr¨ªvolo. La bo?te de la calle Muntaner pod¨ªa ser un espacio para la frivolidad pero inspir¨® multitud de creaciones culturales. Cuenta Joan de Segarra que Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n traslad¨® a Amsterdam parte de la trama de Tatuaje, la primera novela del detective Carvalho, influenciado por un viaje que Bocaccio organiz¨® a la ciudad holandesa. Tambi¨¦n de una noche de debate sobre el macartismo entre el editor Jorge Herralde y el estudioso del cine Rom¨¢n Gubern surgi¨® La caza de brujas en Hollywood, un t¨ªtulo de referencia de Anagrama, y, en una mesa del piso superior de Bocaccio se fragu¨® la revista Arquitectura Bis, de Bohigas, el dise?ador Enric Satu¨¦ y la escritora Rosa Reg¨¤s. Esta ¨²ltima y el fil¨®sofo Eugenio Tr¨ªas tambi¨¦n idearon all¨ª entre copas el proyecto de la editorial La Gaya Ciencia.
Aquel mundo lo compon¨ªan ¡°una alegre, osada y perdurable banda de compinches¡±, seg¨²n palabras de Herralde en su libro Un d¨ªa en la vida de un editor. En una de las entrevistas, la actriz M¨®nica Randall no duda que todo aquello ¡°surgi¨® de la burgues¨ªa catalana¡±, de una clase social y de una Barcelona de la que muchos reniegan. Randall se pregunta si todav¨ªa existe algo de aquel espiritu: ¡°En realidad ahora no s¨¦ lo que hay. Todo ha quedado hecho pedazos. Por m¨ª se lo pueden quedar, no me interesa. Viv¨ª una Barcelona esplendorosa y ahora todo es una mierda¡±.
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