De Balzac a Cort¨¢zar: escritores seducidos por los gatos
'Momoko y la gata', de la japonesa Mariko Koike, es el ¨²ltimo de una larga lista de libros protagonizados por felinos
Los gatos son un material literario muy interesante. Pocos animales dan tanto juego para escribir sobre ellos. Son elegantes, misteriosos, independientes, interesados, ariscos y adorables al mismo tiempo, simp¨¢ticos, ¨¢giles, cabezones, ocurrentes y, sobre todo, les gusta ser los protagonistas.
Su relaci¨®n con los libros ha quedado marcada tambi¨¦n por los escritores que han compartido su vida con ellos: entre ellos hay bastantes de los considerados "malditos" o de lectura compleja. ?Bukowski? Gato. ?Burroughs? Gato. ?Capote? Gato. ?Cort¨¢zar? Gato. ?Hemingway? Gato. ?Casualidad?
La literatura se ha acercado a los felinos desde muchas perspectivas. La f¨®rmula m¨¢s complicada y audaz, sin duda, es la de poner al gato como narrador. Quiz¨¢ la cima de esta corriente sea Soy un gato (Impedimenta), del japon¨¦s Natsume Soseki. Un ejemplo de narrativa, tempo y humor japon¨¦s. Con todo lo que ello implica. La receta de comentar el mundo desde la perspectiva felina la utilizaron tambi¨¦n E.T.A. Hoffman en Opiniones del gato Murr (C¨¢tedra) y G¨¦rard Vincent en Akenat¨®n, la historia de la humanidad contada por un gato (Alfaguara). Todos coinciden en poner de vuelta y media al ser humano. Y todos los due?os de gatos se pueden imaginar perfectamente al suyo con las patas apoyadas delante de la cabeza y criticando con displicencia lo que hacen. Absolutamente todo, por supuesto.
Hay tambi¨¦n quien se ha centrado en los sentimientos del gato, sin entrar a valorar (al menos no directamente) la estupidez humana. Es lo que hizo Balzac en sus Penas de amor de una gata inglesa (Libros de la Resistencia) y P.-J. Stahl en Penas de amor de una gata francesa (Libros de la Resistencia).
¡°Lo principal es no caer en el gran yerro / y recordar que un gato no es un perro¡±, escribi¨® T. S. Eliot. Tambi¨¦n han tenido poetas que los loen, como Pablo Neruda o Baudelaire. Borges dedic¨® versos al suyo y Eliot un poemario entero ¡ªEl libro de los gatos sensatos de la Vieja Zarig¨¹eya (N¨®rdica)¡ª que posteriormente servir¨ªa como inspiraci¨®n para el musical Cats.
Hay escritores que han contado el lado bueno de los gatos (que tambi¨¦n lo hay). Antonio Burgos, por ejemplo, narra en Gatos sin fronteras (La Esfera de los Libros) la llegada a su casa de Remo y R¨®mulo. El libro tuvo tanto ¨¦xito que tuvo una segunda entrega, Alegatos de los gatos, en la que participaron los lectores con sus historias.
Tal vez la historia m¨¢s medi¨¢tica (dio incluso para una pel¨ªcula) sea la de James Bowen y su libro Un gato callejero llamado Bob (La Esfera de los Libros). Bob decidi¨® un d¨ªa que Bowen, un m¨²sico callejero con una vida complicada, ser¨ªa su due?o. Y que lo salvar¨ªa y lo convertir¨ªa en millonario. En este libro hay una escena con la que toda persona que conviva con un gato se sentir¨¢ identificada.
Doris Lessing recogi¨® en Gatos ilustres (Lumen) la vida de los m¨²ltiples gatos que conoci¨® ¡ªy tuvo¡ª durante su vida. Incluso la revista New Yorker ha publicado varios ejemplares recopilatorios con los mejores art¨ªculos y las mejores vi?etas protagonizados por gatos. Eso s¨ª, est¨¢n en ingl¨¦s.
Y no dejan de aparecer libros sobre los felinos dom¨¦sticos. El ¨²ltimo, reci¨¦n llegado de Jap¨®n, es Momoko y la gata (Lumen), de Mariko Koike. Una peculiar mezcla de amor y suspense en la que la gata Lala desempe?a un papel principal. Terror psicol¨®gico que nada tiene que ver con el que sienten los due?os de gatos cuando los ven quedarse con la mirada perdida en alg¨²n punto indeterminado del m¨¢s all¨¢.
La escuela francesa de ensayo tambi¨¦n ha entrado en materia gatuna. Uno de los mejores libros sobre la materia es Elogio del gato (Perif¨¦rica), de St¨¦phanie Hochet. Una maravilla altamente recomendable que explica por qu¨¦ los gatos siempre quieren las puertas abiertas. "He estudiado mucho a los fil¨®sofos y a los gatos. La sabidur¨ªa de los gatos es infinitamente superior", asegura Hippolyte Taine en Vida y opiniones filos¨®ficas de un gato (Libros de la Resistencia).
Se han escrito tambi¨¦n varios libros sobre la historia del gato y su relaci¨®n con el ser humano y su lugar en el mundo. Abigail Tucker hizo en Un le¨®n en el sof¨¢ (La Esfera de los Libros) un recorrido por la biograf¨ªa de los mininos como especie y su capacidad para dominar el mundo. El tigre en la casa (Sigilo), de Carl Van Vechten, es otra interesante retrospectiva de la interacci¨®n del gato con su entorno (enti¨¦ndase el hombre como tal). Tiene la peculiaridad de que se escribi¨® en 1920, antes de los tiempos de Instagram.
La curiosa forma de ser de los gatos ha propiciado tambi¨¦n su presencia en el mundo del c¨®mic. F¨¢cilmente caricaturizables y simp¨¢ticos por naturaleza, han dejado para la historia personajes como Garfield (Planeta) o Simon's cat (Duomo), cuyas tiras c¨®micas recogen muy bien el alma de la felinidad. En este apartado, una peque?a recomendaci¨®n algo heterog¨¦nea: el libro Cats are paradoxes (JDB), de Pablo Amargo. 80 ilustraciones. 80 adivinanzas.
Si los t¨ªtulos sugeridos resultan demasiados o se pretende un acercamiento m¨¢s general a la relaci¨®n de los gatos y la literatura (o viceversa), recientemente ha visto la luz El gran libro de los gatos (Blackie Books), una revisi¨®n muy completa e interesante de la presencia felina en el mundo de las letras.
Entre tanta p¨¢gina y tanta tinta dedicada a los gatos se esconde la explicaci¨®n de por qu¨¦ han logrado conquistar Internet sin saber utilizar un ordenador o un tel¨¦fono m¨®vil. Tambi¨¦n su espectacular evoluci¨®n, que los ha llevado de ser considerados seres m¨¢gicos a algo mucho m¨¢s ¨²til y especial: que los humanos recojan sus cacas. Y que lo hagan felices. Eso s¨ª que es dominar el mundo.
Pedro Zuazua es autor de En mi casa no entra un gato (Duomo).
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